Lucy: Una Profecía Infernal [Sin Editar]

XIX Terror Nocturno

Lucy

Ya ha pasado una semana desde lo que pasó, ayer me dieron de alta, durante esos días Dominic, Katy y Harry fueron constantemente a visitarme. Al principio no hablaba con ellos, no quería recordar nada, necesitaba pensar, después simplemente les respondía con un simple si y no. Recuerdo haberme molestado con ellos y haberles gritado que me dejaran en paz, que no quería hablar con ellos, después me disculpé pero ellos lo entendieron.

Hasta el momento no he hablado con ninguno y nadie sabe nada de lo que pasó hasta ahora.

Me encuentro sentada en el sofá de mi departamento, mis manos envuelven mis piernas y mi rostro se recarga sobre mis rodillas, todo está en silencio y aunque sea de día mantengo las luces de la casa encendida, mi miedo por la oscuridad sigue atormentandome, las pesadillas no han cesado debido a eso e incluso ya no puedo dormir sin luz, el teléfono está frente a mi, en la mesita y tiene registrado el número de emergencias listo para solo marcar, miro la puerta constantemente, asegurándome de que esté bajo llave, además de que le agregué dos seguros de  pasadores con cadenas.

El plato de comida de Hades aún está en la alfombra, al verlo mi pecho arde y siento como se me nubla la vista por las lágrimas.

Miro rápidamente a la puerta, por el rabillo debajo de esta se visualiza la sombra de unos pies, mi corazón comienza a latir con velocidad, siento que en cualquier momento vomitare mi corazón, aprieto mis piernas contra mi pecho con más fuerza, mi mente comienza a imaginar todo tipo de escenarios, aguanto la respiración cuando escucho el timbre resonar por todo el silencio de mi casa. Pasan por lo menos dos minutos hasta que la voz de Harry se hace presente.

—Lucy, soy yo por favor ábreme —lo pienso un momento antes de levantarme y acercarme lentamente a la puerta.

Observó por la mirilla para asegurarme de que sea el. Tomo las llaves y comienzo a abrir las cerraduras de la puerta y quito los pasadores, limpio mi rostro y finalmente abro la puerta.

Lo miro un momento esperando a que hable —¿Puedo pasar? —pregunta y asiento.

Me hago a un lado para que pase, una vez que está dentro pongo seguro de nuevo, el mira mis movimientos pero lo ignoro.

Me siento en uno de los sillones y señaló el otro para que tome asiento, el lo hace y me mira detenidamente.

—¿Cómo estás?

—¿Cómo se supone que debería estar? —Mi voz es fría y lo más cortante posible.

—Lo siento fue una pregunta estúpida —Se remueve incómodo.

—Si...lo fue —Trato de no ser tan brusca pero no me sale.

—Quiero que hables conmigo Lucy, no puedes esconderte para siempre aquí —Su tono es suave y mide sus palabras con precaución.

Suelto una risa amarga —Esconderme...—murmuro —Claro que quiero esconderme Harry, quisiera meterme debajo de un hueco y que nadie me encuentre jamás —digo molesta y dolida.

El estira su mano para tocar la mía pero yo esquivo su tacto, el suelta un suspiro y la devuelve a su lugar.

—No me refiero a eso yo...—se piensa lo que dirá, pero yo no.

—No Harry, no me vengas con que necesito y que voy a superar esto —la voz se me corta —Estoy cansada, toda mi vida...toda mi maldita vida ha sido sufrimiento y aún así trato de no quejarme de ello, lucho por seguir con mi vida lo mejor posible.

El me mira en silencio, siento como las lágrimas ya comienzan a invadir mis ojos y recorren un camino por mi rostro. El entreabre los labios para decir algo pero lo corto.