VIII El Elevador

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Harry

-¡Vamos conejita!, necesitas relajarte mas aún eres joven- la mire de reojo con una sonrisa picara, ibamos en mi coche de regreso a la empresa.

-¡Harry!, deja de insistir, desde que salimos del apartamento no dejas de hablar, gracias a dios que estuvimos casi veinte minutos en la fábrica y te mantuviste callado- bufo ante mi insistencia, pero era necesario que la llevara al Island y conociera a Rodrigo.

-Por favor Lucy, no seas aguafiestas, además no es como que en tu apartamento te diviertas mucho a lado de Hades- ella me lanzo una mirada que me atravesó y me obligo a callarme por un momento, sabía que Hades era muy importante para ella, pero aun así no me callé -te aseguro que te divertirás-

-Creo que comienzo a extrañar al Harry callado y misterioso de hace unas semanas- giro los ojos molesta y le respondí con una risa -juro que si no te callas saltare del auto aunque este en movimiento- amenazo y yo quite el seguro automático de las puertas desafiante -eres un imbécil Lambert ¿sabías eso?-

Me encogí de brazos sin borrar la sonrisa de mi rostro -Adelante salta, aunque de todos modos yo saldré ganando- ella me miro confundida y seguí -sé que te da miedo socializar, lo has demostrado todo este tiempo y la verdad no entiendo por qué, o tal vez si lo sé- detuve el coche ante el semáforo que se encontraba en rojo y la mire -tienes miedo a rodearte de gente, hacer amigos y que luego te abandonen como Katy- ella días antes me había hablado de Katy, lo cual era bueno por qué significaba que comenzaba a tenerme confianza.

-Genial ahora eres mi psicólogo- volvió su cuerpo hacía en frente y se cruzó de brazos como una chiquilla molesta cuando no le compran un juguete, amaba que Lucy hiciera eso, era muy infantil pero también muy agresiva -no es eso, es solo que odio los lugares así, la mayoría de esos lugares huelen a culo- hizo una mueca de asco.

Solté una carcajada ante su respuesta -te prometo que este no huele a "culo"- enfatice su palabra y eso hizo que soltara una risa relajando su semblante -el Island es un lugar exclusivo al que siempre he ido, tiene ventilación y todo eso que evita que se encierre el calor- el semáforo cambio a verde y volví a manejar.

Lucy exhalo con fuerza -Deja de ser tan pretencioso Lambert- negó con una sonrisa -Muy bien, pero quiero ir a casa primero para darme un baño y cambiarme de ropa, no quiero ir a un lugar de niños ricos vestida como secretaria- volteo hacia la ventana de su lado y miro los carros del carril contrario pasar rápido yo solo me limite a manejar y reprimir una sonrisa.

-Bien llegamos a nuestro destino- dije aparcando el auto en el estacionamiento de la empresa, la castaña salio del auto tan rápido que apenas me dio tiempo de asegurar el coche con la llave y seguirla.

-¡Vamos Harry!, apresúrate tenemos que terminar las nóminas hoy y si quieres que vallamos a tu ridículo club tenemos que terminar temprano- decía Lucy mientras se alejaba apresurada hacia el elevador del estacionamiento.

-Tranquila Roberts, el club está abierto las 24 horas y las nóminas las terminaremos rápido ¿Acaso no sabes con quien trabajas?, mis encantos naturales podrían hacer que la secretaria de Jhonson extendiera el lapso de entrega- la chica volteo abruptamente y levanto una de sus espesas cejas, yo le dedique una sonrisa orgullosa y me acomode la corbata azul marino de mi traje.

-Narciso se sentiría muy orgulloso de ti ¿sabes?- dijo la chica dedicándome una sonrisa divertida y negando con la cabeza como si no tuviera remedio, finalmente se adentró al elevador y yo la seguí por detrás.

-¿Quién es Narciso?- le pregunte confundido, ya que no sabía a lo que se refería, acompañe mi cara de confusión rascándome la parte trasera de mi nuca, seguido a eso oprimí el pequeño botón de la puerta del elevador que nos llevaría al décimo piso.

-¡Oh dios! Eres un caso perdido Lambert- Lucy soltó una risita burlona -Narciso es un personaje muy vanidoso de la mitología griega, murió por enamorarse de su propio reflejo, cuidado Lambert tus cualidades pueden ser tu perdición- la chica sonrió con suficiencia.

Me encogí de hombro y recargue mi espalda en la pared de metal del elevador frente a la chica ojiverde y solté una risilla -Aunque lo parezca no soy tan perfecto Roberts, nadie es lo que parece en este mundo, todos somos envolturas bonitas en forma humana escondiendo dentro un monstruo aterrador como un dulce, las apariencias siempre engañan así como tu Lucy- enfatice su nombre y ella tenso todo su cuerpo -Tu escondes una pequeña nerd detrás de esa cara de niña bonita- sabía que no era lo que yo quería decirle pero a ella le parecería muy sospechoso y por ahora necesitaba su confianza.

Las mejillas de Lucy se tornaron de un tenue color carmesí y desvió la mirada hacia la puerta de metal -Solo me encanta la Mitología Griega desde que era una niña, no es por que sea una nerd- se encogió de brazos aún con la vista en la puerta.

-Ya lo sabia- solté una risa burlona y la chica devolvió su mirada hacia mi con las cejas hundidas.

Imbécil, aveces mi padre tenía razón con eso de qué la cagaba demasiado pero jamás le daría la razón a el.

-Es decir, tú perro se llama Hades- dije con cierta obviedad -es divertido ¿No?- trate de cambiar el tema rápido.

-¿Que?- soltó confundida.

-La tensión que se crea en los elevadores- busque su mirada y cuando nuestros ojos se encontraron no los despegue ni un segundo, solté un suspiro exagerado -Esto me recuerda a nuestro primer encuentro conejita, recuerdo cómo me mirabas de arriba a abajo como una acosadora o quizás solo imaginando cosas sucias entre nosotros, puede que seas una ninfómana y yo estoy en peligro contigo- baje el tono de voz para hacerlo más incitante -ya sabes lo que dicen, caras vemos fetiches no sabemos- levanté la comisura derecha de mis labios para formar media sonrisa, sin perder contacto con sus ojos verdes.

-Claroooo- alargó la palabra nerviosa
-no te des tanto crédito Lambert, en todo caso si yo fuera una acosadora yo sería quien te tuviera acorralado ¿no crees?- su voz era insegura pero trataba de estar firme, me encanta tenerla nerviosa, bajo mi poder.

-¿Acorralado como esto?- Me acerque a pasos lentos y ella retrocedió unos pasos hasta que topo con pared, puse mis brazos a sus lados para evitar que huyera de la situación y acerque mi rostro al suyo, nuestras respiraciones se volvieron agitadas y luchaban entre si para mantener el poder sobre nuestros cuerpos, por un momento bajo la mirada pero era imposible que me evitará por mucho tiempo, es tan orgullosa como yo y se que le encanta tener el poder sobre los hombres pero conmigo nada iba a ser fácil.

Se que tú lo quieres tanto como yo Lucy, somos inevitables el uno del otro, somos nuestros destinos.

Acercamos nuestros rostros poco a poco, el ambiente se torno caliente y su cuerpo se apego al mío instintivamente, puse mis manos en su cintura apegandola más a mi cuerpo, era una lucha constante contra nuestras hormonas, en realidad quería mantener la postura pero todo se podía derrumbar en cualquier momento, nuestros cuerpos eran una adicción mutua y sabía que ella también lo sentía, todo en ella emanaba deseo y atracción.

¡Oh cariño! Solo somos prisioneros de nuestros deseos más profundos, y se que luchas todos los días por mantenerlos encerrados, pero conmigo eso no bastará

El elevador se detuvo de repente y ella se despegó de mi cuerpo tan rápido como las puertas de metal se abrieron de par en par mostrando a unas cuantas personas esperando a subir, sus mejillas seguían aún sonrojadas y nuestras respiraciones agitadas, la castaña salió tan rápido del elevador que solté una risa burlona y la seguí hasta la oficina, Lucy era la única que podía sacarme de mi estado de soledad, con ella me sentía seguro y toda la mierda que se avecinaba no importaba un carajo, éramos ella y yo contra nuestros destino y la ojiverde aún no lo sabía.

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Personitas, espero que disfruten de este capítulo tanto como yo, los espero en la siguiente actualización ♥.

Lucy: Una Profecía Infernal [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora