XVII Oscuridad Inminente

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Harry

Lucy despertó...

Las palabras del doctor resuenan en mi cabeza una y otra vez, suelto todo el aire que no sabía que aguantaba y pregunto: -¿Puedo verla ahora?.

El hombre me mira y asiente -Solo tenga paciencia, la señorita Roberts se está estabilizando, aún está en shock.

-Esta bien, solo quiero verla -digo y el me regala una sonrisa de lado.

-Vamos -dice y miro a las otras personas que están a nuestro alrededor y que había olvidado que estaban ahí.

-¿Nosotros podemos verla también? -pregunta Katy y el doctor niega.

-Por ahora solo una persona puede verla, como ya dije Lucy aún está procesando todo, no ha querido hablar, será mejor que ustedes la visiten mas tarde.

Todos miran al doctor y luego a mi, Dominic da un paso adelante y entreabre los labios para decir algo pero Katy pone su brazo en el pecho de Dominic bloqueandole el paso.

-Esta bien doctor -ella me mira -pasa tu Harry.

Dominic la mira con el ceño fruncido y Katy blanquea sus ojos. Yo sin pensarlo dos veces comienzo a caminar con el doctor, quién me guía hasta una habitación del fondo en el área de urgencias.

El doctor me señala la puerta donde se encuentra Lucy y sin mas abro.
La habitación es mediana, pulcra y en el centro está la camilla donde Lucy está acostada mirando al techo, en el brazo tiene una intravenosa y algunos aparatos a lado de la camilla tintinean.

Me acercó lentamente hasta la camilla y con las yemas de mis dedos acaricio su mejilla. Ella no me mira, sus ojos están perdidos en el techo.

-Conejita -la llamo pero ella no responde, lágrimas comienzan a brotar de sus ojos, sus labios tiemblan y con sus manos aprieta la sábana.

-No me toques -dice lenta y fríamente cuando agarro su mano.

-Lucy, soy yo Harry -me acercó a ella,

-No más, ya no me toques -dice entre pequeños sollozos.

El pecho se me oprime al verla así, destrozada y llorando, su mirada sigue perdida en el techo.

-Esta bien conejita, no te toco pero necesitas decirme quién te hizo esto -retiro mis manos de la camilla, lejos de ella. -Dime...¿Recuerdas un rostro?¿Algo?

-¡Largate! -alza la voz y comienza a gritar -¡Largate de aquí! ¡Quiero que te vallas, maldita sea!

Suspiro.

-Esta bien, solo recuerda que yo estoy aquí para ti -digo y comienzo a salir de la habitación.

Camino por el pasillo y los amigos de Lucy, incluyendo a mi hermano me interceptan.
Antes de que me pregunten lo que ya se, les cuento que me corrió de la habitación y que no quiere hablar con nadie.

-Ella no está bien, pero me tengo que ir, necesito arreglar unos asuntos.

Comienzo a caminar y Rodrigo me sigue.

-¿A dónde vas? -pregunta y rio amargamente.

-A buscar a quien le hizo esto.

***

El agua helada cae por mi cuerpo despabilandome, golpeó la pared con las palmas de mis manos.

Cinco horas, cinco putas horas y ninguna información de quienes entraron al departamento de Lucy, el guardia no vio a nadie y las cámaras no captaron nada.
No pudieron desvanecerse nada más así, debe haber por lo menos una pista y yo buscaría a esas cucarachas hasta por debajo de las piedras.

Lucy: Una Profecía Infernal [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora