Tiempo fuera de casa.

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Phoebe estaba a punto de ponerse el amuleto en el cuello cuando gracias a su fuego fue destruido rápidamente, causándole a Eagan una gran decepción pero también sentimiento de torpeza, por que a pesar de que el también era de fuego, el si podía controlar a la perfección sus flamas, no como phoebe, que fue lo que el olvidó al darle ese amuleto.

Finn, que pareció percibir la magia del amuleto gracias a que mentita le había enseñado un poco sobre magia en general antes de partir, era capaz de reconocer ciertas magias o conjuros que pudieran afectar su destino, y eso fue lo que sintió con ese amuleto, pero no quería hacer sentir mal a phoebe por saber que su primer "amigo" de esa ciudad le quería hacer algo, ni tampoco molestarla agarrándose a golpes a Eagan. 

P: oh, lo siento, yo... no quería, es solo que...

E: no, está bien, tengo más en casa, si quieren pueden...

F: no, gracias, pero tenemos un gran viaje por delante, y no quisiéramos atracarnos, es que es de suma importancia. 

P: AH, cierto. Perdón pero no tenemos tiempo. tenemos que irnos. 

E: oh, está bien, pero no duden que nos volveremos a ver. (lo dice de manera amistosa)

P: si, espero que eso suceda con ansias. 

Finn se sentía mal, el apenas la conocía de un día, y sin embargo parecía más cercano a ella de lo que el era, entonces se comenzó a cuestionar si había sido buena idea llevar a phoebe con el a ese viaje tan peligroso. 

P: vayámonos finn, si no no lo lograremos. '

F: ok 

P: hasta luegoo!!

E: adiós phoebe. 

Y así se fueron a la nave para avanzar en este viaje destinado para entrenar. 

Pasaron 2 horas, en las cuales Eagan estuvo paseándose por el cráter que había dejado el hormiguero luego del escape de finn, mientras tomaba pequeños pedazos de tierra, de restos que hubiera por ahí, y de césped que hubiera entre toda la tierra, mientras susurraba para si mismo: 

E: pronto, prima, pronto me vengaré de ti y de tu padre y vengaré la muerte de mi hermana Torcho, al tomar el trono que por derecho me pertenece. 

Al día siguiente finn había salido a buscar algún calabozo o algo con lo que empezar a entrenar y practicar unos trucos con la espada de césped, le había dejado una nota a phoebe explicándole que había salido a entrenar y le había dejado leña recién cortada afuera de la nave, lista para ser quemada, y por compensación por no haberle dicho ningún cumplido por su pijama.

Phoebe al levantarse, salió y lo primero que vio fue la carta de finn, no le dio mucha importancia por que sabía que era solo un entrenamiento y que no habría ningún problema en eso, así que salió por la leña para desayunar y vestirse, pasó todo el día pensando en como estaría su reino, si su hermano le habría hecho caso, y no habría quemado el dulce reino, y si pan de canela estaría bien, el la había apoyado cuando finn le había mentido, y ahora le estaba ayudando en la administración de su reino, se preguntó si alguna vez le podría pagar los favores que le estaba haciendo.

Dieron las 8 cuando finn al fin llegó a la nave, su ropa estaba completamente quemada, excepto por su ropa interior, y su mochila que se había quitado antes de comenzar a pelear, totalmente golpeado y con muchos rasguños y hasta sangre corriendole por los brazos y parte del cuerpo, parecía completamente exhausto, solo entró a la nave, se dio una ducha caliente y lenta, se remojó una vez en una solución que aunque regeneraba heridas profundas, causaba un gran dolor, el cual seguro no sentía por todo el cansancio, y se fue a dormir. Phoebe que había visto todo eso desde la mesa en el medio de la nave, pensó que debía hacer algo por finn, pero no sabía que, tenía muy pocas posibilidades de sorpresas que darle por su condición, hasta que pensó en la razón por la que habían sufrido tanto cuando eran novios, que no era capaz de controlar su fuego, por lo que decidió esa noche comenzar ella también entrenar para poder controlar completamente y canalizar su fuego, para poder no quemar nada al tocarlo, y ese fuego que no utilizaba ahorrarlo para luego tener más poder. 

haré lo que sea por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora