☣ Cαρίтυlσ 27 ☣

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—¿Dónde encontraste esos granos? —me preguntó Namjoon—. Son el ingrediente que me falta para la receta del Criollo. No se me ocurrió tostarlos para cambiar su sabor.

—En un almacén del sótano —mentí. No estaba dispuesto a decirle que Jin y yo los habíamos interceptado de camino a la nueva fábrica de Son, que,seguramente, no producía piensos sino Criollo.

—¿Qué almacén? —insistió él, complemente desesperado.

—No recuerdo.

—Esfuérzate un poco. Si puedo hacer Criollo, tal vez no me transfieran.

—¿A dónde?

—¿Me estás diciendo que Seokjin aún no te lo ha dicho? Lleva queriendo librarse de mí desde el cambio de régimen. Me envían a la casa de Son para que Hyun pueda venir aquí. ¡No durará ni una semana! —exclamó con amargura.

—¿Cuándo?

—No lo sé. Mis papeles aún no están listos, por lo que aún me queda esperanza de impedirlo. Si me puedes encontrar esos granos.

Creía que aún éramos amigos. Incluso después de admitir que había intentado envenenarme, aún creía que yo sería capaz de hacer algo por él.

—Lo intentaré —dije antes de marcharme precipitadamente.

Los primeros rayos del sol estaban despuntando en las montañas del Alma cuando llegué a la suite sin que nadie me viera. Gracias a la tenue luz, vi que Jin me estaba esperando sentado en el sofá.

—¿Vuelves tan pronto —me preguntó—. Una pena. Estaba a punto de organizar una partida de búsqueda de tu cadáver. ¿Qué ocurrió cuando llamaste a la puerta de la maga del sur para sacrificarte? ¿Te echaron a patadas, pensando que eras demasiado tonto como para que perdieran su tiempo contigo?

Me senté en una silla para escuchar la charla de Jin. Ninguna excusa que yo le dijera le satisfaría. Tenía razón. Había sido una tontería salir solo, pero la lógica y el estómago vacío eran como el aceite y el agua. No se mezclan.

Cuando terminó, le pregunté:

—¿Has terminado ya?

—¿No vas a refutar lo que acabo de decirte?

—No.

—En ese caso, he terminado.

—Bien. Dado que ya estás de mal humor, tal vez te diga lo que ocurrió mientras estaba en la cocina. En realidad, dos cosas. Una mala y una buena. ¿Cuál te gustaría escuchar primero?

—La mala. Eso siempre transmite la esperanza de que la buena equilibre un poco las cosas.

Me armé de valor y admití haber revelado su operación de investigaciones secretas. El rostro de Jin se endureció.

—Es culpa tuya. ¡Te estaba defendiendo!

—Por proteger mi honor, dejaste al descubierto meses de trabajo. ¿Crees que debería sentirme halagado?

—Sí.

No pensaba sentirme culpable. Si no hubiera puesto a prueba mi lealtad con Mihee y luego me hubiera utilizado en su investigación, no estaría en aquella situación.

—No había planeado realizar arrestos hasta finales de mes. Será mejor que empiece antes de que Namjoon tenga tiempo de alertar a Mihee. No obstante, esto podría beneficiarnos. Creo que Mihee está empezando a sospechar. Si la detengo ahora, tal vez descubra quién la contrató para que pusiera el veneno en la botella de Sitia.

—¿Mihee? ¿Cómo?

—Ella tiene empleado a un asesino del sur. Sería el único que tuvo la oportunidad y la habilidad de hacerlo. Estoy seguro de que el envenenamiento no fue el resultado de los puntos de vista políticos de Mihee. Su organización haría cualquier cosa por un buen precio. Debo descubrir quién arriesgó tanto para comprometer a la delegación. Bueno, ¿cuáles son las buenas noticias?

Polvo de Mariposa [☣JinTae☣]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora