Capitulo 7 "el principio de un fin"

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Llegar en la madrugada a la Atalaya no estaba para nada en sus planes, pero Contantine tuvo que comenzar una pelea en el bar antes de irse, no podía hacer nada sin llamar la atención

...

Un hombre grande, tatuado, sin cabello y con una expresión de pocos amigos ya borracho se paró en frente de ambos mientras iban hacia la puerta.

- no pueden irse
- ¿por qué no idiota?
- Constantine - reclamó ella
- no puedes irte sin pagar imbecil
- ups... no traigo dinero
- entonces no puedes irte
- yo pagaré
- ¿una niña tiene que pagar tus cuentas?
- nadie te está preguntando cabeza de huevo
- ni si quiera puedes estar de pie imbecil, no busques problemas
- ¿cuánto es?
- este idiota lleva aquí una semana
- este idiota tiene cosas más importantes que hacer
- Constantine, cállate ¿qué es lo que ha estado bebiendo?
- de todo
- y déjame decirte que su todo son solamente tres bebidas diferentes, lugar de mierda
- incluso ha dormido aquí

Ella suspiró pero no quedaba de otra

- cierre su cuenta y deme el total
- pero sabes... podríamos arreglar esto de mejor manera

El hombre se acercó y con él su mal aliento llegó a su nariz

- cierre la cuenta y denme el total

Se mantuvo firme con el disgusto evidente en el rostro

- puedes dejarlo dormir en cualquier lugar y podríamos arreglar su cuenta... si haces las cosas bien podrían irse sin pagar...
- por favor amigo, debes de tener mucho amor propio para pensar que ella se iría a algún lado contigo
- cállate, alcohólico de mierda
- obligame, rata de alcantarilla

Constantine agarró fuerzas de algún lugar (solo los dioses sabrán de donde) y de un movimiento giró su cuerpo jalando a Zatanna alejandola y con el mismo impulso dio un golpe a puño cerrado al hombre y claro, un golpe lleva a otro y otro y apenas pudieron escapar del bar lleno de borrachos peleando.

...

- Constantine, eres un idiota
- lo haz repetido varias veces en el camino

Y ella tenía tantas ganas de repetirlo una vez más que de no haber sido por la sorpresa de ver a Bruce Wayne en el pasillo caminando en su dirección lo hubiera hecho.

- ¿Bruce?
- Zatanna, ¿por qué trajiste a Constantine?
- información clasificada
- ¿el gran batman no sabe lo que haré? Esto se pone interesante
- ¿está ebrio?
- que haya tomado algunos días no significa que esté ebrio
- ignoralo, ¿pasó algo para que vinieras?
- solo tenía que hacer algunas cosas, ya me iba
- bien

Zatanna como pudo llevó a Constantine a una de las habitaciones.
¿No hubiera sido mejor llevarlo con magia? Si, pero simplemente no lo pensó, o tal vez solo era una excusa para estar a su lado.
Ya hacía tiempo que el demologo y ella habían terminado su relación y no de los mejores terminos.

...

A eso de las 3 de la mañana, cuando ella regresaba de una misión de la liga, estaba cansada pero feliz habían pasado meses haciendo pequeñas misiones al igual que Constantine y toda la liga. Pequeñas misiones que podían resolver en menos de una hora pero podían llegar a ser diez en un mismo día, variaba según el día, la liga había estado investigando sin mucho éxito, varios secuestros misteriosos ocurriendo al rededor del mundo, por la madrugada con el mismo modo de operación, se elegía un sector que parecía no tener un patrón.
Era su trabajo y era frustrante no tener por donde investigar, los rastros que tenían sobre las personas desaparecidas o de los secuestradores eran nulos y después de casi seis mese ya estaban hartos de jugar al gato y al ratón con ellos y toda la liga se sentía igual.
Recorrió el pasillo agotada, de nuevo no tenía éxito, pero su consuelo era encontrar a Constantine ahí durmiendo o a medio dormir, no lo había visto en al rededor de un mes en el cual apenas se ponían en contacto porque los horarios de sus misiones eran no solo extraños, no daba el tiempo suficiente para tener una plática decente y tal vez también porque Zatanna estaba al otro lado del mundo debido a un reporte de lo que parecían ser los mismos, dos semanas jugando de nuevo a perseguir a los malos de repente pararon y dos semanas después de ningún cambio la liga ma hizo regresar.

Entró a la habitación y tantos años de entrenamiento no la preparo para lo que le esperaba ahí adentró, alcohol por todos lados, un calor abrasador, ropa tirada por todos lados y en la cama no estaba el hombre que tanto esperaba con ansias ver, era alguien que estaba segura tenía que ser otra persona, alguien que de alguna manera era idéntico a él que se dejaba abrazar por una mujer que no queria ver el rostro, ambos dormidos plácidamente y ni siquiera se inmutaron al poco ruido que hizo.
No podía moverse ¿qué se supone que debía hacer? ¿Gritar? ¿Callarse? Después de todo nadie la preparaba para que el que creyó el amor de su vida aplastará su relación como un insecto.

En su mente los recuerdos de ese momento ya estaban bloqueados por partes, nada borraría los gritos que Constantine recibió ni ese sentimiento de vértigo en todo el cuerpo.
Después Constantine desapareció de la vida de Zatanna o tal vez fue al revés.
Y ahora parecía que la vida no había jugado lo suficiente con ella, estaba ahí ayudando al hombre que rompió su corazón a tomar una ducha y curar sus heridas superficiales.
Y después de todo estaba enojada consigo misma porque sabía que esos sentimientos seguían ahí y entre más se convencía más sentía su corazón afligirse.

...

La puerta de la habitación se abrió y entró silenciosamente a la habitación.

- ¿cómo te fue?

La curiosa niña preguntó al ver a su hermano quien ni se inmutó

- bien, creo
- ¿es como nos contaron?
- es mucho mejor, Mar'i tenía toda la razón
- yo también quiero hablar con el abuelo
- mañana volverá
- ¿puedo verlo?
- claro

El pequeño pegó ambas frentes y sus ojos cambiaron de un esmeralda a un tono brillante de amatista.

Damian x RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora