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Un sonido metálico llenaba la tienda, el azabache que conocemos como nuestro protagonista estaba golpeando con insistencia el costado de uno de los refrigeradores de bebidas debido a que este no quería funcionar, usando el truco más viejo y factible que se sabía; golpear hasta que agarre de nuevo como el control remoto de la tele cuando necesita un reemplazo de baterías. El pequeño foco rojo que tenía e indicaba su funcionamiento se encendía y apagaba con cada golpe dado, el motor arrancaba y se detenía al momento, simplemente un fastidio.

Estuvo a punto de darle una patada al gran aparato cuando la campana de la puerta principal se dejó escuchar.

Un cliente había entrado.

一Bienvenido 一recibió por costumbre el muchacho de turno, alejándose con el ceño fruncido de lo que por poco se convirtió en su pequeño saco de boxeo.

Pero arrepintiéndose al voltearse y encontrarse con un bien conocido pelirrojo que vestía pantalones de mezclilla ajustados, una chaqueta oscura que hacía resaltar su clara piel junto a una camisa blanca y una característica gorra negra que no funcionaba tan bien en plena noche.

一Hola, ¿Qué tal tu día? 一Saludó Terry con una gran sonrisa que irradiaba burla, o al menos así la veía Kai.

一Ya cerramos 一afirmó el azabache mientras se daba vuelta para quedarse tras el mostrador, lejos del pelirrojo.

El más bajo suspiró una risa, pasando su lengua por sus labios mientras se acercaba lento al mostrador, luciendo como un depredador cuando en su sonrisa resaltaban sus colmillos y finos labios rojizos. El azabache evitaba su mirada completamente, incluso dándole la espalda por completo, intentando actuar de la forma más normal posible aunque sus manos temblaran.

Habían pasado dos días de la más pura y satisfactoria calma, nada de asaltos repentinos, sustos de infarto ni nada similar, dos largos y perfectos días sin saber de la existencia del pelirrojo de ojos grandes. Pero no todo es tan sencillo o agradable para alguien como Huening Kai, y aparentemente el universo creía que esa cantidad de tiempo era suficiente para olvidar que había tenido una navaja en su cuello cortesía de Lee Félix a nombre de Terry.

Se había aprendido el nombre del maldito por el susto.

一Te había enviado a uno de los míos para que te dejara un pago 一La "conversación" la inició el delincuente, quien se permitía recostarse de la fría superficie de madera recubierta en formica blanca, intimidando un poco al más alto cuando se volteó y lo encontró más cerca de lo que esperaba一, ¿Por qué no lo recibiste?

Kai no respondió.

一Incluso me tomé la molestia de hacerlo esperar a que llegaras para que te entregara el dinero directamente 一alegó el pelirrojo con una expresión de tristeza falsa一 ¿No te gustó mi sorpresa?

一Él colocó una navaja en mi cuello 一contestó Kai con amargura.

一Eso no fue orden mía.

一¿Qué quieres? 一Encaró finalmente el azabache en un tono obstinado, la sonrisa ladina que recibió como respuesta hizo que su corazón diera un pequeño vuelco, aparentemente de miedo.

Terry 一por otro lado一 sacó un sobre del bolsillo interno de su chaqueta oscura, mismo sobre el cual dejó encima del mostrador y que con su dedo índice empujó sobre ella hasta quedar frente a Kai.

一Me pareció que te había dicho que pusieras todo a mi cuenta ¿No? Bueno, vengo a pagarte, cariño.

Kai frunció su ceño con una mezcla de confusión y desagrado en su arrugada expresión y labio levantado.

¿A qué jugaba ese chico?

一Ya pagué los daños, gracias.

A la vez que escupía su respuesta, Kai puso su mano sobre el papel blanco doblado minuciosamente y con cuidado lo empujó de regreso al más bajo, mismo quien observaba con detenimiento cada movimiento del azabache y golpeó la parte interna de su mejilla con su lengua por la actitud del contrario, exhalando por su nariz con molestia.

Le gustaba.

Y le irritaba.

一No me hagas decirte que lo recibas, pequeño punk 一pide, o más bien, ordena Terry, levantando sus cejas ligeramente en las últimas palabras para hacer énfasis, luciendo fastidiado.

Mientras tanto, Kai no daba su brazo a torcer, mucho menos permitió que el pelirrojo hiciera como esos monstruos de las películas y oliese su miedo, se mantenía firme, aún si por dentro tuviera una combinación de rabia y temor entremezclado. Taehyun se había fijado que el azabache frente a él intentaba parecer confiado con aquella mirada de pocos amigos y postura recta, pero realmente sus piernas parecían que se volverían gelatina si daba un paso al frente, estaba seguro de ello.

Razón por la que comenzó a presionar.

El pelirrojo se acomodó en su lugar, poniéndose cómodo, intimidando a aún más al trabajador nocturno aún si era más bajo por un par de centímetros.

Luego de unos segundos manteniendo un intenso contacto visual en donde el pelirrojo mantenía una expresión burlona y serena mientras que el más alto tenía sus cejas bastante cerca la una de la otra junto a una nube de presión gracias al irritante silencio que era simplemente llenado por la melodía de "Way Home" en la TV, Kai se resignó y tomó el sobre entre sus manos, una gota de sudor frío se deslizó desde su flequillo hasta su mentón, haciendo que el conocido delincuente sonriera victorioso ante su logro.

一Fue un gusto verte de nuevo 一afirmó el de cabellos color rojo intenso a la vez que colocaba sus manos en los bolsillos de su chaqueta y daba un paso hacia atrás para girarse sobre sus talones y caminar a la salida一, nos vemos luego.

El chico salió galante del lugar luego de acomodar su gorra, manteniendo la misma expresión de cua do había llegado, pasos firmes resonaron al igual que el sonido que provocaba su ropa moviéndose, la campana de la puerta sobresalió de nuevo y el corazón de Kai regresó lentamente a su ritmo regular solo cuando el dueño de la brillante cabellera había desaparecido completamente de su vista.

Suspiró, soltando todo el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Debería comenzar a acostumbrarse a las visitas innecesarias e infartantes de aquel muchacho, ¿Cierto?

Luego de echarle una mirada desconfiada, el azabache 一en contra de sus principios, pero a favor de su curiosidad一 tomó el sobre en sus manos y lo abrió sin mucho cuidado, al igual que la vez anterior varios billetes se vieron a primera vista, solo que en esta ocasión no cayeron de forma dramática contra la madera, pero luego de que Kai los sacara con un bufido de por medio para colocarlos en la caja, pudo notar como en la parte interna del papel se podía leer un nombre en excelente caligrafía.

Kang Taehyun.

Recordó cuando el mencionado había ido noches antes y se mencionó a sí mismo con aquel nombre.

Kai no era una persona precisamente metiche, aún así tenía una incontrolable manía por investigar vagamente a los que de alguna manera llamaban su atención, sea buena o mala. La curiosidad comenzó a hacer presencia en el chico, quien de un momento a otro había tomado su teléfono para buscar el dichoso nombre.

Nombre del cual no hubo resultados convincentes en ninguno de los sitios en los que el azabache buscó.

Un cantante, un rapero, un productor y el hijo de una familia rica, cuatro resultados que no se asemejaban en lo más mínimo a aquel delincuente.

Frunció sus labios al volver a buscar de otras manera y continuar sin resultados fructíferos.

Entonces una intriga se instaló en su estómago, como una pequeña espina que no molestaba a menos que se mencionara, un enigma aún mayor comenzó a carcomerlo con rapidez por encima del temor de lidiar con el pelirrojo de antes. Aún así no podía dejarse intimidar por alguien como él, tal vez era un simple carteristq y él andaba como un maldito pavoso solo por verlo cerca. Así fue como se confirmó que Kai estaba completamente dispuesto a saciar su curiosidad sobre el pelirrojo aunque tuviera suficiente miedo para arrepentirse con rapidez.

La curiosidad mató al gato, decían por allí.

Y él se iba convertir en ese gato.

「 𝗖𝗼𝗻𝘃𝗲𝗻𝗶𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗌𝗍𝗈𝗋𝖾 」» TyunningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora