Ángel se encontraba en su destino, oculto entre las flora guardando la distancia y observando desde esa posición, se encontraba frente al sol una vez que se trasladó para que al momento de voltear en su lugar solo fueran interrumpidos por la ceguera que emana los rayos puros del sol.
El campo que ocultaba el campamento enemigo se encontraba rodeado de varias defensas naturales, como plantas venenosas de las cuales eran removidos por los seres de pieles demasiado gruesos o con inmunidad a dichos efectos, también parecían haber trampas por los cuerpos de animales que se encontraron atrapados en ellos sin vida nunca mas.
Lo primero que tendría que descubrir, era una forma de infiltrarse y tratar de averiguar si poseen algún lugar donde puedan mantener a las personas como rehenes o esclavos, podría haber alguna especie de posibilidad en estos casos, pero realmente lo dudaba, ya que era conformado por varias especies que en verdad odian a los seres humanos por motivos distintos o parecidos, ya dependiendo de uno.
El aire se podía percibir la sensación de peligro y muerte acechando por doquier, comenzaron a estar rugiendo con fuerza mientras golpeaban por doquier, tal vez como celebración por tales actos ruines que se han llegado a cometer, siendo para ellos actos de merecida celebración.
No podía darles la razón para nada, solo demostrando la barbarie cometida contra inocentes que no se lo merecían para nada.
Mejor momento no podía haber, tendría que tener cuidado de que su olor no fuera detectado, siendo el caso casi imposible, por lo que era una misión de no retorno.
—Suspirando— "Donde sea que se encuentren... los veré pronto".
Esos fueron las palabras dichas, pensando en como le ha ido la vida hasta este momento, esperando que al verlos, si es que dicho momento llegase, que sea en mejores términos.
Fue cuando se aventuró una vez mas al peligro, para poder hacer lo que suponía su labor final, de una u otra forma, recuperarían la paz.
...
"¿Porqué no me sorprende?"
Eran los pensamientos de Ángel, se encontraba ahora atrapado.
Ciertamente ha estado dando todo lo mejor que pudo, pero rápidamente se ha llegado a percatar de que eso no iba a poder ser suficiente, por lo que al momento de acercarse fue descubierto casi inmediatamente.
Anduvo luchando por un tiempo hasta que al final ya no pudo mas y quedo atrapado ante los seres, pero antes de poder hacerle algo, la voz del que suponía podría tratarse del mismo líder de ellos, les detuvo.
Sus pensamientos fueron de que seguramente fueron para poder interrogarle, al final no estaba equivocado como pensaba.
Su líder era enorme, eso no cabía duda, con sus pies que eran casi del mismo tamaño que su propio torso, las manos eran lo suficientemente grandes como para fácilmente llegar a cubrirle toda su cabeza si lo deseara.
Poseía unos ojos brillantes que reflejaban todas sus malas intenciones en él, tenía cuernos de toro y parecía una especie de combinación entre un ogro y un minotauro, no sabría decirlo, pero ciertamente era alguien bastante peligroso.
Incluso pudo presenciar de primera mano un poco de su poder al destrozar horriblemente a uno de sus subordinados al hacerle enojar.
Pero la forma en que le seguía observando le indicaba de que iba a ser el siguiente.
"Entonces tu eres el líder y causante de todo esto".
Esas fueron sus palabras observando a su alrededor a los distintos demi-humanos reunidos.
ESTÁS LEYENDO
¿Un No-Muerto viviente?
De TodoAinz Ooal Gown, antes conocido como Momonga, líder de los seres supremos, ahora conocido como el hechicero supremo, el rey hechicero, a cargo de todo un país, pero antes de ser un No-Muerto, solía ser un ser humano común y corriente que ahora sufre...