ℙ𝕣𝕠𝕠𝕗 (PT. 1): 24

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Un brazo levemente musculoso rodeaba la cadera de la pelinegra, la piel desnuda del brazo del contrario, calentaba su piel por sobre la tela delgada de la camiseta que también le pertenecía a su acompañante.

La chica se removió en su lugar buscando más comodidad, pero una voz femenina la hizo abrir los ojos abruptamente.


–Ya es hora Eun... Deberás abrir Los ojos a tiempo.


Desorientada y levemente asustada se sentó en la acolchonada cama para dar búsqueda del origen de la voz, tratando de encontrar en toda la habitación algún indicio de la mujer que llegó a aparecer en sus sueños e incluso en el reflejo de un cristal, pero para su mala suerte, ésta vez solamente pudo ser testigo de la voz, ya que ninguna imagen apareció en el lugar.

– ¿Qué pasa?... – Una voz grave y rasposa se escuchó a sus espaldas, ella se giró para ver al castaño recién despierto que seguía reposando su cabeza en la almohada.

– No ocurre nada, sólo desperté así por que noté lo tarde que es.

El castaño la miró de reojo para después ver el reloj que se posaba al mueble junto a la cama, efectivamente era tarde, casi medio día.

– Los demás deben de estar despiertos. – Comentó sentándose en la cama al igual que ella, la sábana que cubría el torso desnudo del chico, dejó de cubrirlo, y ella al notar eso, sonrió divertida.

– Parece que el baño en la piscina te dejó bronceado. – Dijo mirando los brazos y el torso de JiMin notando ese leve color rojizo que estaba en la piel antes pálida del mismo.

– Bueno, tú no te quedas atrás. – Se burló tocando las mejillas rojas de ella, la pelinegra hizo un puchero y después rió.

– Tal vez todos tengamos la piel afectada por el sol, después de todo no nos colocamos bloqueador solar. – Asintió y se estiró en su lugar siendo observada por JiMin.

– Tienes razón... Deberíamos bajar con los demás y también comer algo. – Se tomó la libertad de acariciar el brazo de la chica.

– No tengo mucho apetito, JiMin. – Suspiró sintiéndose extraña, algo en su pecho estaba presente, el tan conocido "mal presentimiento".

Él la observó unos segundos teniendo una leve idea de lo que pasaba por la cabeza de su chica, se acercó y besó su mejilla, le sonrío abiertamente hasta que la sonrisa llegó a sus ojos, eso logró hacerla sonreír también.

– ¡Eun, Eun tienes que venir! – Un presipitado Taehyung apareció en la puerta de la habitación acompañado del más joven de la casa, el de cabellos naranjos, Jungkook.

– ¿Qué sucede? – Preguntó JiMin mirando a sus dos menores, Eun también los miró extrañada y frunciendo el ceño.

– Primero que nada, vístete hermano. – Se tapó los ojos Tae con vergüenza.

– ¡Tae! – Le reclamó Eun. – Dime.

Se les notaba ligeramente incómodos y nerviosos, hasta que Jungkook tuvo el valor de hablar y decir lo que sucedía.

– Noona... Su hermano ya no está. – Avisó haciendo que el corazón de la chica se detuviera un mili segundo hasta el grado en que su cuerpo entró en un estado de shock por segundos.

Beast ♡ •[PJM]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora