Beast ♡ •[PJM]•

EXTRA II: 𝑀𝑜𝑛𝑡ℎ𝑠

𝟺 𝚖𝚘𝚗𝚝𝚑𝚜 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚗𝚊𝚗𝚝...
Cuatro meses de embarazo...

– JiMin, en serio estoy bien. – Una castaña con el cabello un poco más largo debajo de sus hombros, miraba con una sonrisa divertida a su pareja que parecía haber entrado en pánico.

– ¿¡Qué pasa si al bebé le ocurre algo!? – El chico está vez teñido con cabello negro, miraba con angustia a su chica.

– Sólo iré a comprar cosas para la cena, no me ocurrirá nada.

El pelinegro había estado sobre ella casi toda la mañana desde que le dijo que pensaba salir de compras sola. Él no podría acompañarla ya que saldría a trabajar junto a Minhyuk ya que era su asistente personal y su abogado, debía casi estar todo el tiempo detrás del gobernador.

– Estás embarazada Eun, si te ocurre algo también le pasará algo al bebé... – Sacudió su cabello y ella rodó los ojos. – Cuándo estés conduciendo en la carretera al pueblo, puede atravezarse un animal del bosque, o en la ciudad puede que haya señoras que persigan ofertas y choquen contigo y te hagan caer...

Mientras él comenzaba a enumerar los peligros que podrían suceder en su ausencia, la castaña sólo soltó una risa y tomó al pelinegro de las mejillas para hacerlo verla.

– JiMin, amor, estaré bien, deja de pensar en esas cosas. – Él hizo un puchero. – Literalmente tienes a la esperanza cómo hermano y su positivismo es demasiado contagioso.

– Hoseok no tiene nada que ver con esto. – Alegó cómo un niño pequeño recién castigado.

– No, pero a lo que me refiero es a que en un embarazo no puedo quedarme todo el tiempo en casa, debo trabajar, visitar a mi hermano y salir cada vez que quiera o sea necesario.

JiMin suspiró rendido y sintiéndose culpable, tomó las manos de ella y las acarició.

– Perdoname si estoy siendo sofocante o molesto para ti... Pero me preocupas, tú y la pequeña Eun. – Se disculpó.

– Entiendo, pero tampoco exageres, sé cuidarme y aunque me cueste aún asimilar que seré madre, sé que mi responsabilidad se multiplicó. – Le sonrió enternecida y dió un beso en los labios de su pareja.

– Está bien, sabes que no volveré hasta más tarde así que deberás cuidar de los locos de abajo y de la pequeña Eun. – El pelinegro sonrío un poco más tranquilo, no desconfiaba de su futura mujer, al contrario, la conocía perfectamente para saber que sabe cuidarse.

– Sigues llamándole pequeña Eun, cuándo no sabemos si es niño o niña. – Se burló la castaña.

– Mi instinto lobuno me dice que será una princesa hermosa cómo su madre. – Asintió seguro y ella rió por ello tomando de su mano para salir de la habitación juntos.