𝕆𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟𝕤: 09

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– No puedo creer que hago esto... – Suspiró por milésima vez en el día. No eran siquiera las diez de la mañana y ya se estaba preparando para el drama de la semana. Su vida parecía una maldita telenovela o más bien una película de terror.

Caminó atravesando la acera para llegar al otro lado, dónde en su camino encontró, el lindo auto deportivo de su hermano mayor. Un sabor amargo llegó a su boca al momento de saber que él estaba dentro al igual que sus padres.

Recordó las palabras que le dijo su profesor Gong. Solamente le aconsejó preparar lo necesario para irse lo antes posible, ignorando por completo la presencia de su familia.

Decirlo era fácil al igual que pensarlo, otra cosa era hacer lo que le dijo que hiciera. Su orgullo era tan grande que por impulso golpearía a Jackson si solamente le dijera "hola". Sin esperar más decidió enfrentar lo que toda la noche estuvo pensando, por que como era de esperar, estuvo en vela por la falta de la luz lunar. Ya había sido suficiente el no comer y dormir anteriormente, pero esa noche la dejó más exhausta.

Su cuerpo estaba reaccionando por su propia cuenta, ya que ella se encontraba ausente, prefería estar así ya que era la única manera de estar calmada. No quería repartir palizas a tan temprana hora, aún. De un momento a otro, ya había abierto la puerta de la casa para encontrarse con el pasillo que daba directamente a las escaleras. Tenía que hacer esto rápido para irse de inmediato a sus clases, no quería faltar a pesar de todo el embrollo que tenía de vida.

Por suerte, no había nadie en la planta baja, así que supuso que seguían durmiendo o algo parecido. Ya que su madre siempre estaba a esa hora, haciendo el desayuno. Hizo una mueca al notar su ausencia en la cocina, pero decidió seguir con su camino y plan para irse de esa casa que alguna vez fue llamado su hogar.

Llegó a su habitación dejando salir el aire que había contenido un poco antes de entrar. Le relajó el ver que su familia no se preocupó por ella, le relajó por el simple hecho de que eso le dió más material para hecharles en cara sus errores cuando se fuera de la casa en la tarde. Así, solamente así la dejarían ir en paz, tal vez.

Con rapidez, introdujo lo más esencial en dos maletas de viaje que había comprado hace unos meses. Por que sí, Eun Ji, tenía planeado desde hace ya casi cuatro años el irse de ese pueblo. Lo pensó y meditó desde el fallecimiento de su abuela, desde que la comprometieron. Y ahora era el momento perfecto para huir definitivamente.

Una idea egoísta cruzó su cabeza en ese momento. Si tomaba sus cosas, con el poco dinero que tenía, le era suficiente para pagar el metro e irse a la ciudad como solía hacer a escondidas, pero esta vez para siempre. Hizo una mueca de duda cuando un rostro masculino apareció en su mente. JiMin, el chico que acaba de conocer y que había sido una persona dulce con ella, a pesar de que al principio pensó que era un acosador extraño, notó que la miraba con unos ojos diferentes... Pudo ver amor en ellos, lo que no se explicaba era el porqué si a penas la conocía, ni siquiera habían convivido lo suficiente para gustarle así de rápido.

El punto de todo esto, era que quería irse, para siempre y jamás volver a pisar ese pueblo. Pero ahora algo más la ataba, de nuevo, el sentimiento que le fue inculcado desde pequeña por su abuela, el ser humilde y dedicada con los que te necesitan.

Ellos la necesitaban para romper aquella maldición, que siquiera sabía si era real o no. Pero sentía la responsabilidad de quedarse y ayudarlos, a pesar de todo se miraban como buenas personas, incluyendo en su pensamiento al hermano mayor que siempre la miraba con desconfianza y superioridad.

«Tal vez el siempre estar aislados y jamás hablar con alguien los obligó a desconfiar mucho de los extraños» Pensó tratando de justificar el comportamiento de todos.

Beast ♡ •[PJM]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora