𝔹𝔼𝔸𝕊𝕋: EPÍLOGUE

474 75 10
                                    

La salud mental se vasa más que nada en los problemas de pensamientos, se refiere a no tener nada ni algo que pueda perjudicar nuestros pensamientos, como lo es el pensamiento depresivo, autoagresivo hacia uno mismo, también como el momento de los errores, la angustia es algo que conyeva la ansiedad que se deriva de pensamientos en una mente sucia, se refiere a que cuándo algo malo nos ocurra no se debe pensar en errores, no pensar nada que sea pensamientos negativos para mantener una mente sana y limpia.

Pero...¿A quién quería engañar? Eun tenía demasiados pensamientos depresivos en su cabeza, tal vez ya no tanto como los tenía antes de conocer a aquella familia que la hizo tan feliz y la trató como una de los suyos, pero sus pensamientos depresivos seguían ahí, recordándole que le habían dejado por su cuenta, que ellos la habían usado al igual que el resto solo para safarse de la maldición, y que tal vez la maldición era la única conexión que tenían con ella y que JiMin en realidad no la amaba, que sólo era un efecto de todo y que cuándo éste se fue, el amor se fue con eso.

– Tal vez sea cierto... – Murmuró para sí misma, miraba su brazo en el cuál tenía la cicatriz del accidente y a su vez también el tatuaje de la luna.

Alzó su vista para ver las cuatro lápidas frente ella, suspiró por milésima vez desde que llegó al cementerio. Cada fin de semana iba a visitar a sus padres, abuela y al anciano Lee, hablaba con ellos sobre lo que sentía, les contaba todo, desde sus pensamientos más comunes y extraños, hasta sus más profundos sentimientos de tristeza y miedo.

Desahogaba todo su pesar con ellos a pesar de que ya no estuvieran en la tierra de los vivos, ella los sentía a su alrededor. A muchas personas les parecería incómodo y les daría nervios, pero ella no, incluso eso la reconfortaba, le daba señales de que ellos estaban ahí, escuchando sus penurias y dolores.

– Tal vez si se fueron para darme una vida libre... Pero también tal vez, se fueron por que en realidad JiMin yo no me ama y sólo era amor por la maldición.

Una sonrisa triste se posó en sus labios, habían pasado exactamente siete meses, otoño estaba en su punto dulce, solo faltaba un mes para que acabara y comenzara de nuevo su época favorita del año, invierno. Aunque ya no era su favorita, por que cada vez que pensaba en navidad y año nuevo, recordaba aquellos días en los que pasó esas fechas con ellos y se recordaba su ausencia.

– Vámonos, Taniie... – Llamó a su perro pomerano, que siempre iba tras ella, el perro que ya era un poco más grande, la siguió para salir del cementerio y subir a la camioneta que le habían dejado a su poder.

Ese día al fin iba a ir a la casa en el bosque, su hermano la iba a acompañar después de su trabajo, ya que ella le había pedido que fuera también, no quería estar sola en ese lugar sabiendo el riesgo que habría para su débil corazón.

Había pensado bien las cosas últimamente, creyó que lo más razonable para ella sería vender la casa he irse del pueblo, tal vez iría a la ciudad de Busan, o a Icheon, tal vez Daegu o Seúl, no lo sabía exactamente, su objetivo en realidad era seguir con su vida ahora ya que finalmente se había rendido, ellos nunca volverían y no le serviría de nada quedarse en ese pueblo que lo único que le hacía era traerle recuerdos amargos que la hacían decaer.

No le agradaba dejar a su hermano sólo en aquella casa, pero él claramente entendía que se quería ir para dejar de sufrir. Agradecía internamente que el trabajo de Jackson fuera por casi todo el día y todos los días de la semana, salía de casa desde muy temprano, hasta regresar a la noche.

– Llegué. – Su hermano sacudió su cabello castaño, del cuál cayeron pequeñas gotas de agua, había comenzado a llover después de que Eun regresó del cementerio.

Beast ♡ •[PJM]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora