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Veintinueve

Hace dos años

-Adiós Kooki- había dicho saliendo del lugar dejando desconcertado a su acompañante.

Había actuado como un idiota y lo sabía pero no se le había ocurrido nada más cuando la había escuchado decir todas esas cosas. En realidad no podía decir que le había sorprendido por que lo sabía, siempre lo había sabido pero parte de él esperaba que ella no lo dijera.

Quizá ese gusto que ella decía sentir podía ser lo mismo que a él le había pasado hace años y Jungkook lo había podido dominar sin embargo para Ann aquello había parecido imposible.

Se había tardado un par de segundos antes de pagar la cuenta y salir corriendo tras Ann sin embargo no la había podido alcanzarla.

-Hola es Ann deja tu mensaje- una y otra vez había escuchado las mismas palabras cuando la había intentado llamar.

Quizá luego se le pasaría, Jungkook se disculparía y le explicaría que la quería demasiado como para arruinar todo lo que había creado con un romance incierto.

Y todo estaría bien. Todo sería como siempre fue.

Aquel día se había terminado y Jungkook no había podido conciliar el sueño. No podía estar tranquilo cuando una de las personas más importantes de su vida estaba enfadada con él, a pesar de fingir que no le importaba aquello no le dejaba estar tranquilo.

Había intentado llamar un par de veces más sin embargo al no recibir respuesta decidió ir a la casa de Ann.

A primera hora de la mañana se había levantado de su cama, tomó una ducha se cambió y no perdió tiempo desayunado.

Había practicado su disculpa tanto que se podría decir que ya la había memorizado.

Había caminado con nerviosismo y mucha inseguridad, se sentía un idiota por haberla rechazado de esa manera.Incluso quería explicarme que en verdad él sí la quería y por esa misma razón prefería tenerla siempre en su vida.

-Pudiste haberlo hecho de otra manera idiota- se había dicho así mismo culpándose.

Al llegar había visto a un par de personas en la entrada del lugar y un pequeño camión en donde cosas que fácilmente podía reconocer como las de la familia de Ann eran sacadas de la casa.

-Dicen que el padre perdió todo su dinero en apuestas- habían un par de mujeres que veían la escena mientras susurraban cosas en los oídos de las otras.

-Si eso escuche, al final no pudieron pagar sus deudas y el banco les embargo la casa y toda la familia tuvo huir, incluso escuché que lo buscan para meterlo a la cárcel- Jungkook sentía que aquello que escuchaba no era real, podría decir que se había confundió de lugar sin embargo eso era imposible.

-¿Disculpen eso hace cuanto paso?- cuestionó llamando la atención de las tres mujeres.

-Hace un par de días- respondió la que había estado hablando -Pero hoy recién el banco llegó para llevarse sus cosas.

-Bueno gracias por la información- y luego de decir eso se había dirigido a otro lugar.

Sacó su teléfono y volvía llamar a Ann.

-Por favor contestas.

-El número al que usted llamó está fuera de línea...- otra vez lo intento sin embargo fue el mismo resultado.

-¿Ann donde estás?- aquel día volvió caminando a su casa, trataba de asimilar todo aquello que acababa de pasar.

Había llamado a un par de amigos sin embargo nadie le supo dar una respuesta de Ann, porque tampoco sabían lo que le había sucedido.

Habían tantas cosas pasando por su mente.

¿Acaso su relación se había deteriorado tanto que ella no pudo contarle lo que su familia estaba pasado?.

¿Acaso le había dicho que lo amaba incluso sabiendo que se iría?.

Y lo peor de todo era que se sentía impotente por que aún así no hubiera sabía cómo ayudarla.

Aquella noche tampoco pudo dormir y pasaron un par de días antes de que finalmente aceptara que lo que había pasado era real.

La última vez que recordaba haber llorado era en el funeral de su madre, así que después de mucho tiempo lo había vuelto hacer, había llorado tanto que creyó que moriría, incluso sentía que su corazón se rompía y se volvía a romper. Por que esa misma sensación era la que había tratado de evitar.

Era una mezcla de culpabilidad y enojo. ¿Cómo simplemente pudo haberse ido?, ¿cómo es que lo había dejado así? si él la necesitaba, realmente necesitaba a Ann para continuar con su vida.

Durante esos mismos días no había salido de su habitación más que para ir al baño y tomar agua.

Semanas más tarde volvería a la casa de ella con la esperanza haber imaginado aquella escena sin embargo descubrió que incluso alguien más ya había comprando el lugar.

Y otra vez las preguntas inundaban su cabeza.

¿Acaso el mundo los quería separados?.

Incluso había logrado conseguir el número de la madre de Ann sin embargo esta tampoco contestó.

Nadie sabía donde estaba y nadie podía darle información sobre ella y eso lo mataba.

Los días eran largos y las noches frías, ya ni siquiera deseaba que ella lo disculpara, simplemente quería encontrarla para abrazarla, ver su rostro o incluso le era suficiente con escuchar su voz.

Presente

-Siento no haber podido venir antes- dijo Jungkook acomodado las flores para dejarlas frente a la tumba de su madre -Pero no creerás quien regresó.

Había cambiado las flores antiguas por unas nuevas y ahora limpiaba el polvo que él viento había dejado.

-Se que debiste creer que iba olvidar tu cumpleaños pero sabes que eso jamás va ha pasar... Fueron unos años difíciles Mamá, en realidad no estoy muy seguro sobre qué opinarías si me vieras ahora pero bueno... Ann regresó y resulta que ya no es como solía ser, en realidad esa Ann me gustaba pero esta también, y si lo preguntas sigue siendo igual de hermosa... pero hay algo más que me gustaría contarte conocí a alguien más, se podría decir que Ann nos presento... es un chico y me gusta, quizá tanto como me gusta Ann, hemos hecho un par de cosas de las que en creo que sería mejor no hablar y tal vez creas que estoy loco pero espero que todo esto resulte bien... Aún no he tenido el valor para hablar con Ann sobre lo qué pasó y en realidad ni siquiera le pregunté sobre su familia, se que aquello no fue mi culpa, pero en realidad me hubiera gustado poder ayudarla, Mamá aún la amo, sabes...- Jungkook había mirado sus zapatos como si estuviera avergonzado y suspiro -por ahora solo eso tengo para contarte, pronto volveré, quizá incluso le diga a Ann que venga a visitarte como en los viejos tiempos y espero que lo te enojes por lo que voy a decir pero cada día duele menos, eso no significa que ya no te quiera, te extraño realmente te extraño pero ahora estoy mejor.