Cuarenta y ocho

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En cuanto llegue a aquella empresa, me había tomado un par de segundos mientras analizaba aquella escena.

-Ve... te esperamos aquí- replicó Taehyung mientras él y Jungkook caminaban en dirección hacia el auto.

-Estoy nerviosa- explique mientras suspiraba.

Había sentido un gran impulso por besar sus labios sin embargo después de mucho tiempo casi como una llamada de atención, las personas a nuestro alrededor incluso si realmente no nos prestaban atención me hacían entender que después de todo un acto como ese podría ser perjudicial, incluso cuando note el nerviosismo en el rostro de Taehyung cuando había parecido olvidarlo tanto como yo, puesto que había deslizado su mano sobre la de Jungkook, sintiendo aquella electricidad de peligro.

Después de todo, tal y como Eunji había dicho, lo que pasaba en la casa de Taehyung no le afectaba en lo absoluto pero fuera de la misma, frente a los ojos de los demás, comportamientos que dentro de esas cuatro paredes empezaban a verse como normales fuera de ahí, eran vistas como peculiares y hasta anormales.

Por esa misma razón ninguno pudo expresar y demostrar lo que quería.

-Todo estará bien- replicó Jungkook acomodado un cabello que asumí se había salido de su lugar.

Confiaba en sus palabras ciegamente, olvidando que después de todo solo somos humanos y nadie puede predecir lo que pasara.

Quizá pude haber mantenido aquellas miradas por un segundo más, cuando en el fondo sabía que después de todo un trabajo no era tan importante y que podría seguir como antes.

Casi pude guardar aquella imagen en mi mente, sus sonrisas y la forma en la que me miraban, levantando la mano como si estuvieran anunciado una despedida.

Todo aquello había pasado por mi mente mientras esperaba en aquella mesa grande, si aquel edificio no fuera tan alto hubiera podido ver a Taehyung y Jungkook, por aquellas gigantescas ventanas que iban desde el techo hasta el suelo.

En el email había puesto que fuera al día siguiente para firmar un par de papeles de contratación y que una semana después iniciaría, a demás a pesar de ya haber sido seleccionada querían hacerme unas últimas preguntas de rutina.

-El Señor Kim entrara en un par de minutos- había replicado la chica que me había recibido y guiado hasta ahí -¿Le gustaría alguna bebida?- cuestionó mientras revisaba su tableta digital -Agua, café, soda.

-No, gracias estoy bien- exprese mientras sonreía, había sentido que mi garganta se secaba sin embargo lo noté cuando la chica había cruzado aquella puerta principal.

Y cuando volví a estar a solas empecé a cuestionarme acerca del nombre que había dicho.

No había leído por ningún lado aquel nombre y podría decir con seguridad que el director no se apellidaba Kim, quizá era algún supervisor o de relaciones públicas que se encargaba de las contrataciones.

Y solo bastó un par de segundos para que la respuesta inminente llegara.

Fue ahí cuando, la puerta se abrió.

Nunca antes lo había visto sin embargo no tuve que tratar mucho antes de darme cuenta quien era. Aquellas facciones y mirada sólo me recordaba a alguien más.

A su lado entraron dos personas más, un hombre que parecía tener su edad y una mujer, detrás de él.

Caminaban casi en sincronía y ni siquiera se limitaron a verme antes de sentarse frente a mi.

-Señorita Sung- replicó mientras tronaba sus nudillos -No se si Taehyung te hablado sobre mi, puedo ser muchas cosas para mi hijo, pero más bien soy quien repara todo lo que él rompe- aquella chica susurró algo en su oído mientras el otro hombre subía una maleta de cuero negro a la mesa -Realmente no me gusta la gente estupida Señorita Sung y creo presentir que usted no es de ese tipo de personas -Entrégaselo- comunico al hombre que de inmediato se levantó y caminó hasta mí.

No sabía a lo que se refería sin embargo, nadie hubiera creído que no estaba en problemas.

Me había entregado una carpeta la cual a pesar de no querer abrir, pues temía lo que iba a encontrar, tuve que hacerlo.

Quizá lo presentía, quizá había visto demasiadas películas como para predecir lo que pasaría.

A primera vista pude ver el rostro de Jungkook, lo sabía, así como lo dijo Eunji, el padre de Taehyung lo sabía, claro que lo sabía, no sólo era una mirada o ellos tomados de las manos, era un beso, un beso que no podía significar nada más.

-Señor Kim- replique como si pudiera explicar algo y no solo había una foto habían muchas más que relataban la misma historia.

-Señorita Sung... odio perder mi tiempo, odio tener que arreglar todos los caprichos de mi hijo... siempre he considerado que las personas son demasiado interesantes pero más que nada es impresionante lo que puedes hacer cuando sabes sus debilidades... es un libro abierto ¿verdad?- expreso esbozado un intento de sonrisa que más bien lució como una mueca -El señor Wang no tuvo que investigar mucho antes de saber lo que necesitábamos... dígame Señorita Sung ¿cuánto ama a su familia?

-¿Por que estoy aquí?- replique mientras mi mirada se endurecía y mis dientes se apretaban.

-Un trabajo... cuando la gente le paga a otro por algún servicio o producto lo podríamos llamar un trabajo... resulta que tengo mucho dinero... incluso para hacer caridad.

Pero era consiente de que no tenía que seguir ahí si no quería.

-Sabe que... no me importa, acabo de decidir que en realidad este trabajo no es para mí.

-Eres una chica ruda... podría compararte con un auto sin frenos- replicó mordiendo su labio inferior -Pero sabes lo qué pasa pasa con los autos que no tienen frenos... tienden a chocar... en realidad trato de ser amable, no eres el problema, eres un efecto colateral...déjeme ayudarla Señorita Sung.

-No, no quiero nada que venga de usted- exprese levantándome de la silla, mientras este reía.

-No señorita Sung, todo el mundo quiera cosas de gente como nosotros, pero le daré tiempo y esperare su llamada.... señorita Sung yo jamás me equivoco.

CRUMBLE |+18| JJK |KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora