CAPITULO 26:

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Ucker no parecía él. Era como si le hubieran lavado el cerebro o hubiese tomado demasiadas Red Bulls. Su sonrisa nadie la borraba, parecía marcada en su rostro. Reía a cada rato, lanzaba bromas, jugueteaba con los chicos. Era un nuevo Christopher , mil veces mejor que el anterior.
Ahora los chicos y sus amigas, se sentaban todos en una mesa, donde también estaba Dulce y Anahi . La pasaban mucho mejor, y recibían las miradas de odio de la mesa de los “populares”.
Pero ellos eran felices y no les interesaba demasiado ese grupo.
-Entonces ¿iremos al cine mañana? –preguntó
Cristian con una sonrisa.
-Es una buena idea –dijo Poncho –debemos avisarle a Marcos.
-Yo me encargo –dijo Anahi –hoy viene a buscarme. –dijo sonriendo.
-Pero no quiero ver una película de terror –dijo
Dulce -me dan miedo.
-¿No es esa la idea Dulce? –preguntó Poncho
-Pero es que luego tengo pesadillas –dijo ella con las mejillas coloradas.
-Si quieres luego voy a dormir contigo –dijo
Ucker mordiéndose el labio divertido.
-Tonto –dijo ella riéndose sonrojada mientras le golpeaba el brazo.
-Ew, consíguete una habitación en un hotel –replicó Poncho divertido. Dulce se sonrojó mientras Ucker se reía.
-Eres un tonto, –dijo Ucker–Anahi   y tú deberían seguir tu propio consejo –dijo Ucker sonriendo triunfante.
-¡No me metas a mí, Uckerman! –dijo Anahi mientras se reía.
-Son unos pervertidos –dijo Cristian mientras  jugaba con la tapa de su refresco.
-Creo que deberías mirarte a ti primero, Cristian
–dijo Poncho con una sonrisa de suficiencia.
Crisian se río algo incómodo. Maite se sonrojó de inmediato –las mejillas de tu novia te delatan.
-¡Poncho! –dijo Maite sonrojada –idi0ta
-No soy idi0ta, soy sincero –dijo Poncho burlón.
-Bueno, ¿prepararemos una salida al cine o hablaran cosas pervertidas? –preguntó Anahi.
-Sí, eso –dijo Poncho mientras el la miraba de reojo estaba enamorado pero tampoco era capaz de decirlo le daba consejos a su amigo pero no ser capaz de decirle lo que sentía por Anahi , todo el mundo pensaba que Anahi y Poncho andaban pero realmente no era así solo sus amigos sabían que ellos se gustaban pero no estaban juntos y siempre daban que entender que si eran novios
-Bueno, vamos a ver la película mañana, juntémonos a las cinco fuera del cine del centro, ya saben, al que solemos ir –dijo Poncho.
–y bueno, allí nos ponemos de acuerdo que película vemos.
-De terror –concluyó Ucker
-Sí tanto quieres que Dulce te abrace, quédate en casa –musitó Cristian  burlón. Ucker  le lanzó una patada por debajo de la mesa -¡auch! –reclamó
Cristian  frunciendo el ceño.
-Bocón –dijo Ucker rodando los ojos. Todos rieron. La campana sonó, a Ucker, Anahi, Poncho y Dulce les tocaba biología. Anahi le dijo que si se podía sentar con Ucker sin preocuparse, ella le sonrió extremadamente agradecida.
Ucker la miro raro Dulce le guiño el ojo y el acepto
-¿Poncho te sientas conmigo? –preguntó Dulce. El estaba comiendo galletas, asintió  divertido. Ambos se fueron a un puesto más atrás, mientras Ucker se sentaba en otra fila con Anahi.
Dulce le pregunto a Poncho porque no le dices de una vez para que anden si se aman todo el mundo piensan que andan pero la realidad es que no es cierto ustedes nos ayudaron para que Ucker y yo andemos ahora nos toca devolverles el favor ustedes no parece amigos parecen pareja pero no es la realidad, mi amiga se muere por ti y tu de ella que esperas vamos ponchito dile de una vez aprovecha que nos vamos al cine y dile de una vez lo que sientes y le guiña el ojo.
Poncho: tienes razón Dul amo a Any pero a veces me da miedo que me rechace, pues si tienes razón ella y yo nos amamos y pues le diré todo lo que siento seguire mi propio consejo para poder al fin andar con Any .
Asi se habla mi Poncho – dijo  Dulce
-¿Tienes algo que hacer hoy? –le preguntó Ucker.
- Ella negó, Ucker suspiró fuertemente. –entonces saldremos, necesito hablar contigo Any–dijo guiñándole el ojo. Ella sonrió.
-Hablar conmigo dijo Any y de que, si es que se puede saber Ucker.
-Pues de ti y mi mejor amigo, mi querida Any pues ustedes nos ayudaron, ahora nos toca a nosotros. Susurrándole
-Ok dijo Any pero ten cuidado tu enamorada se pondrá celosa dijo ella burlonamente un poco sorprendida sabia a lo que se refería per no quería darlo a relucir- umm no te preocupes ella ya sabe dijo el después siguieron escuchando la clase
DESPUES DE UN RATO:
-Bueno, pero te aclaro Ucker, no beso en la primera cita –dijo ella. Ucker arqueó una ceja, mientras ella le sonreía –pero contigo es diferente lindo –dijo ella guiñándole un ojo.
Ambos rieron. Justamente llegó el profesor, así que no conversaron mucho, solo se dedicaron a poner atención y de vez en cuando, lanzarse  coquetas miradas o cosas así.
Cuando salieron de la sala, Ucker inmediatamente le tomó la mano con una gran sonrisa. Sentía que todo era mejor a su lado, y no le interesaba las miradas que les daban. Era un escándalo, Christopher Uckerman estaba saliendo con  la que era su mejor amiga, Dulce.
-Aún no creen que esté yo esté saliendo con alguien como tú –susurró ella mientras caminaban
-¿A qué te refieres? –preguntó él.
-Tú, Christopher Uckerman , el chico guapo y popular, vs Dulce, la chica que no es nadie en esta escuela, que no es porrista, que no tiene ningún talento y no es hermosa como tus chicas de siempre –dijo Dulce levantando los hombros.
Ucker negó con la cabeza, deteniéndola en medio del pasillo.
-¿Escuchaste lo que dijiste? –preguntó Christopher  mirándola con algo de molestia –tú eres mejor que todas las chicas de este lugar, tienes muchos talentos, y eres la mejor persona que conozco. No me interesa lo que el resto piense
¿sí? Te amo a ti, y a nadie más –dijo Ucker.
Luego de eso, puso sus manos en ambas mejillas de la chica y le dio un apasionado beso en medio del pasillo lleno de gente que los miró con mucha sorpresa. Luego de eso, Ucker le besó la frente y siguieron caminando –y espero que eso deje claro que eres solo mía.
Ella sonrió, aún creía que era demasiado bueno para ser verdad. Ahora, después de todo, se había dado cuenta que si sentía algo por Christopher, aún no estaba del todo enamorada, pero eso se iba a dar con el tiempo, supuso.
-¿A dónde iremos? –preguntó ella mientras sacaba las llaves de su casa.
-No sé en realidad –dijo él soltando una despreocupada risa.
-Quiero ir a Starbucks, ¿me llevas? –preguntó ella poniendo cara de “perrito”, siempre lo hacían para persuadir al otro.
-Lo que tú quieras –dijo Ucker mientras entraban a la casa de Dulce. Ella dejó su bolso, y el su mochila. Como de costumbre, la madre de Dulce no estaba.
-¿Quieres algo? –preguntó ella mientras iba a la cocina.
-Algo de beber, estoy muriendo deshidratado –dijo él riéndose
-Está bien –dijo ella mientras servía dos vasos de Coca Cola. Le dio un vaso a Ucker y fue a sentarse junto el al sofá.
-¿Sabes? Lo único que cambia entre nosotros es que ahora puedo besarte donde yo quiera –dijo él con una risa –todo lo demás es lo  normal.
-Es la idea –dijo ella tomando un sorbo de  bebida –se supone que las parejas deben ser como mejores amigos, por la confianza y todo eso –dijo ella mientras le tocaba la mejilla a Ucker.
-Nunca creí que me tomarías en cuenta –admitió Uckerman
-¿Cómo no? Si eres tan guapo –bromeó ella. El sonrió.
-Lo sé –dijo el. Ella le golpeó el hombro –bromeaba… bueno quizás no tanto. –ambos rieron –pero ya sabes, me dijiste muchas veces que no saldrías con un tipo como yo.
-La gente cambia ¿no? Y yo confío en ti –dijo ella sonriéndole. Ucker se tomó el resto de la bebida y la dejó sobre la mesa.
-No te fallaré –aseguró Uckerman mientras le besaba la mejilla. Ella dejó el vaso sobre la mesa. –te amo –susurró mientras se acercaba a besarle los labios. Sus bocas se encontraron y se besaron con mucha dulzura. Besar a Christopher  se sentía como el paraíso, para ella. Sus labios eran tan suaves y tan deliciosos, podría besarlo  durante horas.
-Abrázame –pidió ella. El inmediatamente la rodeó con sus brazos. Ella se apoyó en su pecho. Cerró los ojos durante un momento, hasta que alguien abrió la puerta fuerte. Ambos levantaron la vista, era la madre de Dulce y su pareja.
-¡Hija! –dijo ella sonriendo -¡Hola Christopher!
-Hola –dijo él levantándose. Le dio la mano al novio de la madre de Dulce – Cristhopher Uckerman
-Mauricio –dijo él con una sonrisa.
-Él es el mejor amigo de Dulce -aclaró su madre.
Ella se sonrojó.
-Uhm quizás algo más que eso –musitó ella.
Su madre arqueó una ceja y sonrió.
-¿Están de novios? –preguntó emocionada
-Algo así –confesó ella. Uckerman sonrió.
-Ya era hora chicos, en fin, nosotros iremos a una cena en un rato, así que pásenla bien –dijo su madre mientras subía con su novio las escaleras.
-¿Algo así? –preguntó Ucker con una coqueta sonrisa.
-No somos novios, Uckerman –dijo ella mientras tomaba un bolso y echaba sus cosas. El se quedó con la palabra en la boca –¿vamos? Ucker asintió, tomó la mano de su… amiga con derecho, caminaron un par de cuadras hasta un Starbucks, pidieron y luego fueron a sentarse. No hablaron en largo rato.
Ucker se dedicó a observarla mientras se tomaba un frapuccino, se veía tan tierna mientras miraba hacia la nada, con la pajilla en  la boca. Sus ojos marrones se veían iluminados ante la luz, cosa que la hacía ver extremadamente adorable. Y aún no podía creer que ella estuviera dándole una oportunidad.
-Tanto silencio Ucker–dijo ella con una traviesa sonrisa.
-Solo pensaba –dijo él mientras la miraba con ternura.
-¿En qué? –preguntó ella mientras le tomaba la mano a Ucker por encima de la mesa. Para él, sentir ese suave tacto en su piel era placentero.
-En ti –confesó Ucker. Ella sonrió mientras entrelazaban sus dedos.
-Eres tan extremadamente cursi, Ucker, nunca  lo creí de ti mi vida –dijo ella con una sonrisa,
Uckerman rodó los ojos.
-Tonta –dijo él con una divertida sonrisa.
-Vamos a dar un paseo –dijo ella mientras lo  hacía pararse. Le tomó la mano con fuerza, mientras caminaba y terminaba de tomarse su frapuccino. Ucker pensaba mientras caminaban, pensaba en como habían  cambiado las cosas. Aún se sentía algo inseguro, pero no daba más de felicidad.
¿Cuántas veces había soñado con caminar sosteniendo su mano, y poder, en cualquier momento, detenerla y darle un beso? Ahora podía hacerlo, y eso lo hacía sentir bien, mucho más que eso, lo hacía sentir completo.
-Espera –dijo Christopher .Ella arqueó una ceja.
Entonces Ucker la tomó por la cintura y le plantó un beso. Ella lo siguió de inmediato, mientras colocaba los brazos alrededor del cuello de Christopher. Sus labios se movían con lentitud y armonía, mientras sus cuerpos estaban demasiado juntos el uno con el otro. –siempre quise poder besarte donde fuera –dijo el guiñándole un ojo. Ella sonrió y volvió a tomar su mano.
-Eres un cursi, nunca creí que eras así –ambos rieron –de verdad.
Llegaron a un parque gigante, lleno de pasto, con una gran fuente de agua en medio. Ambos
se tiraron en el pasto mientras charlaban o se besaban. Todo lucía perfecto, todo parecía
maravilloso en ese momento, como si nadie pudiera interponerse entre ellos. O al menos, es
lo que ellos creían.

FAll IN Love || ʋօռɖʏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora