CAPITULO 27: Me Siento Sola

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Una semana luego, en que todo iba bien para ambos. Luego de haber ido al cine con los chicos, al fin Poncho decidió decirle lo que sentía por Any  al fin están juntos, Any acepto andar con Poncho asi que los 4 están con su respectiva pareja Dulce Con Christopher , Anahi con Poncho  bueno Maite  y Christian no se deciden aun  Marcos con Marcela andaban pero decidieron terminar quizás más adelante regresen , después de haberse reído como nunca luego dejugarle una broma a Dulce, asustándola, para  que luego le diera un puñetazo en la cara  Ucker por equivocación, las cosas seguían demasiado bien para ambos. Era como lo que siempre habían soñado, para ella una relación con alguien que valiera la pena, y para él, la relación con ella, su princesa.
-Se te ve feliz, Ucker –dijo Marcos mientras caminaban por el centro comercial. Se acercaba el cumpleaños de Dulce, cumplía por fin dieciocho años, y Ucker buscaba algo especial.
-Más que nunca, amigo –dijo Ucker mientras
Ambos sonreían.
-Siempre te dije que debías arriesgarte –comentó Marco –después de todo, las cosas
salieron bien.
-Gracias amigo, siempre estuviste cuando te necesite igual que a Poncho –le dijo Ucker dándole un abrazo a su mejor amigo.
-Claro que si Ucker, recuerda que eres mi hermano –ambos rieron por la broma que hizo .
-Claro broo –sonrieron.
-Y bueno ¿sientes esa necesidad de acostarte con las chicas que lo hacías? –preguntó Marco.
-No, estoy demasiado feliz como para arruinarlo –dijo Ucker. –Entremos aquí –indicó una tienda de regalos. –además, no pienso demasiado en sexo.
-Solo porque sabes que no te resultará tan fácil con ella –se burló Marco
-En realidad no me interesa si es pronto o no, solo quiero hacerla feliz –dijo Christopher mientras miraba los peluches –agh, nada me gusta.
-¿Cuándo es el baile de graduación? –preguntó
Marco mientras observaba unas tarjetas.
-En tres semanas, y en dos es la ceremonia –comentó Ucker mientras miraba unos llaveros.
-¿Irás con ella supongo? –preguntó Marco
-Claro que sí, pretendo que esta vez todo resulte como yo quiero –dijo Christopher firmemente.
-¿Y si le regalas un vestido? –preguntó Marco
-Demoraré días en elegirlo, y con mi personalidad, terminaré llevándole un vestido que ni siquiera le tapará el trasero –ambos se rieron.
-Regalale un collar, una pulsera, algo así –dijo Marco algo exhausto después de un rato.
-Mhm quizás tengas razón –dijo Ucker –agh, odio que esté de cumpleaños tan cerca de la
Graduación ¿sabes? Luego tendré que darle un Regalo de graduación –ambos rieron.
-Para su graduación, llévale flores, asunto resuelto –dijo Marcos–yo haré eso con Marcela haber si con eso me habla o me mira ya no aguanto estar así con ella
-Buena idea Marcos–dijo Christopher
Las siguientes dos semanas pasaron volando.
En ese preciso instante, los chicos estaban poniéndose la horrible túnica color celeste y el Gorro de graduación. Era su graduación, y para ellos, vestidos de esa forma, jamás lo Olvidarían.
Christopher se miró otra vez al espejo y negó
frustrado. ¿Quién había elegido el *beep* color?
Su cabello estaba aplastados con el gorro, suspiró resignado, mientras iba a buscar a Dulce
Tocó el timbre, y ella salió vestida igual que él.
-Hola linda –dijo él dándole un corto beso –te
Vez hermosa. –ella bufó
-Uckerman , nos vemos ridículos –dijo ella riéndose, el acompañó su risa, tenía razón, no
se veían bien. Se abrazaron, para luego subir al auto de la madre de Ucker. La mamá de Dulce
llegaría un poco más tarde, cosa que ni siquiera le sorprendió a Dulce.
-Me dieron nervios –confesó Dulce mientras se dirigían a sus asientos. Se sentaron juntos, mientras Ucker sostenía la mano de Dulce.
-No tengas miedo –susurró Christopher en su oído –estamos juntos, así que todo saldrá bien. –ella le dio un corto beso y asintió. Comenzaron a llamar por apellidos. Dulce no visualizó a su madre, y pese a que no le sorprendía, sintió un nudo en la garganta. Ucker al bajar, la tomó de la cintura mientras la felicitaba, ella lo felicitó a él por la graduación. Se abrazaron y se dieron un corto beso. Ucker notó que a Dulce le preocupaba algo.
Pero no mencionó nada.
Cuando todo terminó, le tomó la mano y fue con sus amigos, entre todos se abrazaron.
Pese a eso, Dulce seguía distraída y dolida. Su madre no había llegado, su padre ni siquiera se
acordó de llamarla. Suspiró, evitando que las lágrimas salieran de sus ojos.
-Mamá espera por mí –dijo Ucker. Ella asintió y le dijo que fuera, pero el le tomó la mano y la
hizo acompañarla.
-¡Felicitaciones chicos! –dijo el padrastro dándole la mano a Uckerman y besando la mejilla
de Dulce. Ella le sonrió forzadamente.
-¡Felicitaciones bebé! Estoy tan emocionada, estás tan grande –dijo la mamá de Uckerman mientras lo abrazaba y una que otra lágrima caía por su mejilla. Ella se sintió tan sola en ese preciso instante. Luego la mamá de Christopher la felicitó y la abrazó. -¿fuiste donde tu madre?
–ella negó.
-No la veo –musitó ella. Ucker miró preocupado a su madre, quien con una mirada le indicó que cuidará a su chica.
-Busquemos a tu madre, debe estar por aquí –dijo Ucker tomándole con fuerza la mano. Ella casi ni tomó atención a lo que su casi novio decía. No encontraron a la madre de Dulce, ella estaba absolutamente decepcionada. Christopher la abrazaba o le decía cosas inspirándole ánimo, pero no.
-¿Vamos a cenar chicos? –propuso el padrastro de Ucker.
-No gracias –dijo ella amablemente –quiero ir a casa a descansar.
-Amor ¿estás segura? –preguntó Ucker. Ella asintió
-Te vamos a dejar entonces –dijo Mabel
-Claro, gracias –musitó ella.
Cuando llegaron a su casa,  dio las gracias, le dio un corto y frío beso a Ucker y entró a su casa. No había nadie. Revisó su celular, ninguna llamada. Las lágrimas ahora cayeron sin que quisiera detenerlas, nunca se había sentido tan sola. Sollozó fuertemente, corrió a su habitación, dio un portazo y con eso cayó una caja donde ella guardaba cosas importantes. Todo el contenido cayó en el piso.
Lo primero que sus ojos vieron fue aquel objeto brillante, de metal. Una ola de recuerdos, una ola de dolor inundó su cuerpo y su mente. Los días de llanto, de dolor, todo estaba reflejado en el pequeño objeto. Se acercó con inseguridad y lentitud. Lo tomó entre sus dedos, mientras no dejaba de llorar. ¿Quería volver a lo mismo? No, no quería, pero no tenía otra opción, o al menos eso creyó.
Dejó el objeto sobre el velador, mientras se ponía su pijama. Un short y una polera. Se sentó en su cama, subió el volumen de la música, mientras no dejaba de llorar. Tomó el objeto, cerró los ojos y sintió el agudo dolor en las piernas, por momentos, no recordaba el porqué de su llanto, frente al agudo dolor que sentía en sus muslos. Dos cortes, quería olvidar que sus padres no la querían. Tres cortes, quería dejar de sentirse un estorbo.
Cuatro cortes, deseó jamás haber nacido.

√Dejen sus comentarios no sean fantasmitas espero les este gustando.

FAll IN Love || ʋօռɖʏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora