Capítulo 11

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Dos semanas más tarde, los chicos regresaron al campamento y cada uno se fue a hacer sus cosas de siempre mientras que Gitano se sentaba a observar el paisaje pensando en formas de arreglar las cosas con Teresa como había estado haciendo desde su pequeña discusión, estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Curro se acercaba.

Curro: ¿Qué piensas hacer ahora?

Gitano: Iré a hablar con ella, no quiero estar mas así, quiero volver a verla sin esconderme

Curro: Se nota que la quieres

Gitano: Más de lo que ella piensa

Curro: Pues haz algo o ya podrás olvidarte de ella

Gitano: Como, si ya no puedo alejarla más de mí de lo que ya la he alejado y no quiero que se vaya pero ya no puedo hacer nada

Curro: Todavía puedes hacer algo, así que empieza a pensar en algo, pero como mínimo haz las paces con ella

Gitano: Mi padre me dijo lo mismo que la vaya a ver y arregle las cosas con ella

Curro: Le comentaste lo que ocurrió a tu padre

Gitano: Si ya no sabía qué hacer, por eso me fui la semana pasada

Curro: Pues sigue el consejo de tu padre y habla con ella pero no la agobies

Gitano: Se sentía agobiada

Curro: Un poco

Gitano: No pensé que la llegara a agobiar, no creo que me eche de menos

Curro: Lo creas o no ella sí que lo hace aunque no lo admita y por lo que me dijo mi madre se alegra cuando le llegan las parte del poema que le estas dedicando

Gitano: Si supiera que soy yo el que se las manda estoy seguro que las quemaría sin dudarlo

Curro: No digas eso en ellas le abres tu corazón, mi madre piensa que es una buena manera de decirle tus sentimientos y que el anonimato ya ha durado suficiente deberías ir a verla y decirle tus sentimientos a la cara

Cuando Curro se fue, se quedo pensando en si sería buena idea o no, todavía tenía dudas pero más daño le hacia el no poder estar con ella. Al anochecer se fue hacia casa de María, espero a que se fueran a la cama y ella se asomo al balcón como todas las noches, lo bueno de esta noche era que la luna llena brillaba en el cielo y la pudo ver con claridad con una sonrisa como había estado haciendo desde que se pelearon pero él quería estar más cerca y dejar de esconderse como un cobarde, por otra parte Teresa se encontraba apoyada en el balcón observando el paisaje nocturno pensando en lo que paso con Gitano hace ya dos meses y en porque no había vuelto, ella quería hablar con él ya que había comprendido que le quería, sin darse cuenta de él la estaba observando, ya que aun refrescaba un poco decidió cerrar, fue a apagar la vela cuando escucho una piedra chocar contra la puerta y después otra más.

Teresa (Abriendo el balcón de nuevo): ¿Quién está ahí?

Gitano: Teresa (Mirándola desde el caballo)

Teresa: ¿Gitano? (Asustada)

Gitano: Sí (Vio que le cerró el balcón) no espera

Después de que Teresa le cerrara la puerta, esta se apoyo en la pared que estaba alado de la puerta asustada ya que no le esperaba y se pensaba que se había olvidado de ella debido a que no aparecía cuando venían los demás, Gitano por su parte se bajo del caballo y volvió a coger más piedras, las lanzo una y otra vez contra el cristal, con la esperanza de que le abriera cosa que consiguió que le abriera al menos una de las partes de la puerta de nuevo pero con una mirada que no sabía si era de alegría o de que era.

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