SUGA [Él Sabía Con Quién Ser Dulce] (MinYoonGi)

Capítulo 5

Flashback.

Días atrás...

Después de escoger mis alimentos y colocarlos en la bandeja, caminé hacia mi grupo de amigos. Pero algo no estaba bien, existía un factor que desconocía. Una chica ocupaba mi lugar entre Yoongi y Hoseok. Yoongi se veía entretenido con ella, parecía incluso embelesado por ella. ¿Quién era?
Rodeé la mesa y me senté entre Jungkook y Taehyung. Todos hicieron silencio con mi presencia, ese gesto me hizo sentir fuera de lugar.

- ¿Quién eres tú? -cuestionó la pelinegra mirándome despectivamente.

-Eso mismo me pregunto yo... -dije con firmeza.

La miré desafiante.

- ¿Disculpa? -Preguntó soberbia y soltó una risilla irritante -.Yo soy la novia de Yoongi. -afirmó.

Se podía cortar la tensión con un cuchillo.

-Vaya, pero qué genia te has conseguido -comenté a Yoongi y le miré mientras -.Me refería a tu nombre -dije dirigiéndome a ella esta vez-. ¿O cómo no eres nadie tienes que presentarte así?

-Eres una maldita.

Sonreí irritada.

-Dime algo que no sepa.

Me levante de mi asiento, ajustando mi bolso en el hombro. Tomé mi bandeja y me senté en una mesa libre. Poco a poco los chicos se acercaron a mí y se sentaron en este nuevo lugar. Menos Yoongi y su chica.

Fin del flashback.

Últimamente, no me hallaba. Él pasado me revolvía las emociones, ahora me cuestionaba sobre qué sentía y por quién. Por un lado estaba Softkitty, la emoción que sentía al leer cada uno de sus mensajes, los nervios que me invadían al imaginar cómo podía ser, la confianza que le tenía, pero no menos importante, lo que habíamos construido. Pero le hallé un gran defecto, yo no sabía si él era real, y si decía ser quien decía. Por el otro, estaba Jungkook, quien creo fue mi primer amor, pero más que eso fue él con quien sucedieron muchas de mis primeras veces. Y que por mucho que he intentado, el sentimiento no me abandonaba, era una completa tortura. Y cómo si no hubiera sido suficiente, la recién aparición de la novia de Yoongi no hacía justicia a todos los acontecimientos recientes.

Odiaba este tipo de confusiones, porque sin controlarnos podemos dañar a personas inocentes. No quería dañar a nadie. No sabía qué hacer, no sabía con quien hablar...

Al acabar la clase me quedé rendida en el suelo, viendo el techo del salón de baile. La soledad y el silencio eran mis mejores aliados en momentos como este. Escuché la puerta del salón abrirse pero me inmuté en siquiera voltear a ver de quien se trataba. Le oí pronunciar mi nombre, y deseé desaparecer en este momento, la persona a la que menos quería ver. Me quedé en silencio.

El sonido de su pisar indicaba que se aproximaba, me miró al llegar a mí y se quedó sin decir nada. Solo me miró.

-No estoy de humor...

-Fíjate, no me interesa.

- ¿Pero quién te entiende? Me regalas galletas, pero me molestas todo el día, luego compartes tu manzana conmigo. Claro, todo antes de que tu noviecita apareciera. Explícame algo, ¿Son tus formas de pedir disculpas por molestarme? Déjame en paz.

Soltó una risa amarga y contestó:

-DalGyeohul... ¿Ves esto? -preguntó y sacó un pañuelo blanco del bolsillo de su pantalón. -Significa que vengo en son de paz.

Volvió a guardar el pañuelo en el bolsillo y se recostó a mi lado. Soltó un suspiro.

- ¿Y bien? Ahora jugaremos a los mejores amigos. -comenté sarcástica.