Duró unos minutos en silencio. Medía las palabras para contestar aquella pregunta. Su mirada neutral viendo algún punto fijo en la habitación, sus labios ligeramente abiertos, parpadeaba con cansancio. Y contestó:
—Es mi ciclo vicioso...
Mi cara reflejaba duda ante sus palabras. Retomó la palabra, diciendo:
—DalGyeohul... Las únicas personas que saben esto son Jin y Jimin, porque ellos lo vivieron en carne propia junto a mí. Además de ser quienes me acogieron en momentos como ese sin importarles nada –advirtió –.Soy una persona que cumple con sus promesas, y yo hace algún tiempo, prometí ciegamente, sin importarme como podía perjudicarme, sin pensar en el futuro... Con Aerim pasé muchos momentos duros para ambos. Sus padres se divorciaron, ella cayó en una depresión dejándose engatusar por cualquier vicio que le colocaran al frente, sin ninguna resistencia ni fuerza de voluntad. Me endeudé sin límites para ayudarle a pagar sus cuentas, cuentas que saldé cuidando de no perder la vida y desde ese momento le prometí, sin pensar en que existiría alguien más, que jamás la dejaría. Mi familia me lo había advertido, y si yo pasaba la línea, la condena era irme. Tiempo más tarde, me echaron al exilio por ser un bastardo desobediente.
Hizo una pausa y yo trataba de mantenerme firme, pero me era imposible. Sus palabras tenían una carga emocional tan fuerte que te conmovían, la situación era delicada. Y yo lograba entender eso.
—Ella fue mi primer amor, pero ahora es un amor del que me he vuelto esclavo... Fueron varios años, en donde ella llegaba a dañarse físicamente porque iba a dejarla. Yo me había dado cuenta que era enfermizo y decidí dejarla. Ya no podía más, suficiente tengo cargando mi propia alma para cargar otra que se resigna a ver con claridad... Sin embargo, no he logrado desligarme del todo... Hace más de unos ocho meses, me vine a Seúl, sin decir nada a nadie porque no quería que me encontraran. Por primera vez, yo, Min Yoongi, huía. Sentía la libertad y no tenía ningún tipo de responsabilidad más que cuidar a mi familia y a mí mismo.
Hizo otra pausa para calmarse, respirando hondo. Se notaba tenso tras recordar todo aquello. Coloqué mi mano sobre su hombro y di unas palmaditas para reconfortarlo. Soltó un suspiro pesado y lento. Estaba conociendo un lado de Yoongi con el que jamás me hubiera imaginado tener contacto.
—Sentía que todo marchaba a la perfección, cuando me llamaron de la Universidad Nacional de Artes de Seúl por quedar seleccionado. No sabía nada de Aerim y no tenía intenciones de buscarla. Estaba harto del chantaje emocional, estaba harto del daño físico que se hacía a sí misma. Estaba harto porque no pensaba por mí sino todo era por ella y por su bien... Pero estando lejos de Daegu podía respirar. La vida me gritaba que era mi momento, era una oportunidad, un nuevo comienzo.... Y las cosas solo mejoraron cuando te conocí.
Me sorprendí ante la confesión y mi corazón se aceleró ante la mención de mi persona y lo que había causado en su vida. Su voz incluso sonaba un tanto más alegre.
—Primero, me parecías sumamente irritante, chillona y fastidiosa. Y solo estoy hablando de la primera impresión –mencionó juguetón, le golpeé suavemente en el hombro y él me sonrió –pero de alguna extraña forma llamaste mi atención. Tu sinceridad, la forma en que te defiendes de todo o todos, la forma en que te diriges a un chico sin pena ni pudor, siendo tú. Pero creo que me enganchaste cuando respondías a mis comentarios sabiendo que era flirteo. Lo único que te puedo decir ahora, es que aunque te quiera no es el momento para estar juntos. Mi pasado está encima de mí por haber huido de él, me persigue como loco ahora. Necesito estar en paz, terminar con las deudas de la vida y te buscaré cuando eso pase.
Yoongi acababa de confesarse delante de mí en la intimidad de su hogar, habló de sus temores, de su vida, de su pasado, del amor, abiertamente ante mí. Dejó sus sentimientos al desnudo porque confiaba en mí.
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SUGA [Él Sabía Con Quién Ser Dulce] (MinYoonGi)
FanfictionHay personas que no marcan el curso de tu vida como otras. Siempre se logra aprender algo de ellas, siempre nos quedamos con algo de esa persona. Se puede decir que, prácticamente, nuestra formación ética y moral está más arraigada con el criterio p...