Capítulo 7

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El día se encontraba encapotado, triste, con densas y grises nubes que se expandían sobre la ciudad. Quizás llueva. Por la mañana, al llegar a la universidad me encontré los panfletos de presentación del baile de primavera, estaban impresos adornando cada cartelera, mural o columna del campus. La temática de máscaras no podía ser menos excitante y más cliché, y el lema que le acompañaba era “una oportunidad para ocultarse”. 

Doce del mediodía, deseaba con ansias comprar mi almuerzo y sentarme a comer. Tras poner un pie en la cafetería observé nuestra mesa ya ocupada por ocho personas, esta vez, no nos acompañaba la novia de Yoongi. ¡Y qué alivio, qué alegría!  Podría sentarme al lado de Hoseok y Yoongi nuevamente. Después de llenar mi bandeja y pagar por mis alimentos me acerqué a la mesa y me senté en mi lugar.

Todos me vieron al sentarme en dicho puesto. Y Yoongi sonrió sin censura al tenerme a su lado mientras masticaba con hastío lo que sea que tuviera en la boca. Jungkook nos miró  y dijo:

—Te había guardado un puesto a mi lado.

Observé el puesto vacío entre él y Taehyung.

—Lo siento. Quería sentarme al lado de Hoseok, como siempre lo he hecho.

Sonreí amigable y Hoseok me rodeó con uno de sus brazos.

—Me parece que querías estar al lado de Yoongi…–soltó con amargura.

Iba a contestar pero Yoongi se me adelantó diciendo:

—Acaso, ¿estás celoso, dientes de ratón? –preguntó esbozando una sonrisa.

— ¿Celoso? ¿De ti? –bufó irónico –Por favor, jamás te he considerado competencia…

Yoongi sonrió plácidamente ante ese comentario. Y me miró mientras yo metía una bolita de arroz en mi boca, pero le dejé a medio camino cuando sentí los labios de Yoongi plasmarse en mi mejilla. Mi cuerpo reaccionó ante el inesperado contacto y sentí como la sangre se acumulaba en mi rostro, era extraño que alguien besara en público, eso simplemente no se hacía.

Me quedé unos segundos delirando, un poco avergonzada, todos lo habían visto. Y Jungkook se había enojado de sobremanera con dicha acción de Yoongi. Sé que simplemente lo había hecho con el fin de enojarle, de fastidiarle, de hacerle perder la cordura, y lo había logrado.

—Si no dejas de balbucear, el próximo no será en la mejilla. –amenazó.

Namjoon le miró y sonrió triunfante, para después comunicarle:

— ¿De esa agua no has de beber, eh?

Él continúo comiendo, como si nada de esto hubiera pasado. Pero todos en la mesa habíamos dejado de hacerlo; primero  la amenaza no podía pasarse por desapercibida; segundo, el dicho de Namjoon.  Hoseok me sacudió llamándome a tierra firme, pero estaba tan ida. Me pareció el gesto más lindo, reservado y comprometedor que alguien jamás hubiera  hecho. A su vez, era tan extraño… Se sentía lejano pero familiar.

Después del ensayo me quedé un largo tiempo en el salón, encontraba una paz singular en ese lugar. También esperaba a Yoongi para su clase de baile. Mientras, pensaba en ese beso tan simple que me había abordado el pensamiento toda la tarde, pensaba en como mi corazón se desesperó ante la cercanía y el tacto. Pensaba en todos esos encuentros extraños que tenía con Yoongi, donde las aparentes discusiones se convertían en un extraño flirteo que solo nosotros podíamos descifrar. De alguna manera él sabía cómo sonsacar mi lado coqueto, sabía que decir, sabía cómo provocarme y lograba su objetivo. Llamaba mi atención.

Aunque no lo dijera, creo que una parte de mí se sentía atraída por él de una forma descomunal. Últimamente pensaba mucho en él. Como hombre, como amigo, como humano, como ser… Como algo más, quizás…  Pero me cohibía de eso por muchas razones, la principal de ellas, no sabía quién era Yoongi. Sin embargo, con las clases de baile privadas y el castigo, pasaba algunas horas extras conviviendo y conociéndole. ¿Y saben? Más de una vez a solas había fantaseado con besarle.

SUGA [Él Sabía Con Quién Ser Dulce] (MinYoonGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora