La brisa del verano se intensificaba con los días. El sol brillaba en todo su esplendor y la brisa era cálida en vez de fresca. Nos hacía sudar con solo respirar.
Los chicos estaban reunidos en casa de la abuela de Jungkook preparando la sorpresa, y yo estaba encargada de llevar la presa al matadero, en otras palabras, llevar a Jungkook a la reunión.
— ¡Jeon vamos! –dije jalándole un pie al susodicho para sacarlo de la cama. Me caí en el intento.
—Quiero estar solo, Gyeohul...
Volvió a envolverse en las sábanas hasta cubrir su cabeza.
—No quería llegar a este extremo, pero no me dejas otra opción. –solté.
Me trepé sobre él y comencé a hacerle cosquillas, rápidamente se desesperó y me volcó de un solo movimiento.
—Si sales conmigo prometo comprarte un helado de yogurt de fresa, ¿sigue siendo uno de tus sabores favoritos, no?
—Gyeohul... Me voy en mañana y tengo miedo... Estaré lejos de todo lo que conozco y todavía no sé si sé hablar en inglés.
—Jungkook. Eso es lo que quieres, el miedo no puede ser mayor que lo que quieres conseguir en la vida.
Esas palabras debían de tener un efecto tranquilizante, quizás la intriga de algún mensaje que no entendí en su totalidad porque la mirada de Jungkook se suavizó al escuchar eso. Después de hablar con él por algunos minutos más logré convencerlo entonces de salir conmigo.
Nunca había visto a Jungkook así, él siempre era tan seguro de sí y ahora hasta le salían lágrimas de solo pensar en volar mañana. Tenía que darle fuerzas para alentarlo a continuar mañana.
Tomamos el bus 510 que cubría la ruta hacia el sur donde se encontraba la casa de la abuela. Compartimos audífonos en el bus y escogíamos canciones de nuestra selección, por suerte teníamos gustos parecidos que nos permitían convivir tranquilos.
Le había permitido a Jungkook el puesto de la ventana para que se despejara un poco y también que al estar en ese puesto pueda apreciar y capturar las calles y los prominentes edificios de Seúl, que en nada tienen que envidiar a New York, pero que aunque tuvieran semejanzas arquitectónicas no tenían recuerdos ahí. Sentimentalmente New York no era nada más que un nuevo comienzo para Jungkook.
La rolita que disfrutábamos de Sunflower de Younha pero el ambiente era lo suficientemente deprimente y la canción no mejoraba la situación. Nuestras manos coincidieron al tener la misma idea, sonreímos y él colocó otra canción. Faltaba poco para bajarnos por lo que influyó en la canción escogida.
Al bajar detalle el rostro de Jungkook y suspiro cansadamente.
— ¿Está todo bien?
—Me trajiste a la reunión que organizaron los chicos...
— ¿Cómo...? Era una sorpresa.
—¿Si entiendes que soy amigo de Park Jimin, no?
—Entiendo... Al menos finge una de esas sonrisas de conejo...
—Gyeohul, sabes que soy tu oppa, ¿y me tratas con tanto irrespeto? ¡Me voy mañana!
—Recordarás a una amiga que te quiere mucho. ¡A ver los dientes de castor!
Hice una mueca y él atrapó mi cabeza en su brazo y comenzó a despeinarme con su mano libre. Lo empujé para que me dejara en paz y arreglé el desajuste en mi ropa y cabeza. Él solo me veía victorioso mientras lo empujaba hacia la puerta.
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SUGA [Él Sabía Con Quién Ser Dulce] (MinYoonGi)
Fiksi PenggemarHay personas que no marcan el curso de tu vida como otras. Siempre se logra aprender algo de ellas, siempre nos quedamos con algo de esa persona. Se puede decir que, prácticamente, nuestra formación ética y moral está más arraigada con el criterio p...