Capítulo 17

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Esto de guardar reposo, definitivamente no iba conmigo. Yo era una persona muy activa. Mi rutina era de todo el día. Salía de casa antes de las siete, llegaba temprano a la universidad, luego de las clases, los ensayos, de algunas clases que impartía y mi rutina laboral, yo regresaba a casa. Hacía muchas cosas, pero ahora no podía hacer nada.

Mi madre me había llamado muchas veces de lo que iba de mañana y semana para saber cómo estaba y si necesitaba algo, le dije que estaría bien. Claro que, era difícil y muy aburrido estar en casa sola. Denisse estudiaba también, Taeyang trabajaba, Kenia estaba en exámenes y los chicos aunque habían culminado con los exámenes tenían el ensayo con el profesor Choi.

Escuché el teléfono del departamento sonar. Retiré las sabanas que cubrían mi cuerpo, me senté en la cama y con la vista busqué en donde había dejado mis pantuflas, las encontré y me las coloqué. El teléfono dejó de repicar y di por entendido que el tiempo de entrada de la llamada había acabado.

Me volví a rendir sobre el suave colchón y tapé mi rostro con una de mis almohadas. Escuché otra vez el tono del teléfono. Gruñí. Con pereza me levanté y me dirigí a la puerta, giré el pomo para abrirla y al salir la llamada volvió a terminar.

Observé la hora en el reloj, marcaba las 12 del mediodía. Después de desayunar pasé el resto de la mañana durmiendo a efecto de los sedantes musculares.

Un golpeteo en la puerta principal me sacó de mi pequeño trance. Caminé con prisa, busqué las llaves en la mesita de la entrada y abrí.

Mis ojos no pudieron ocultar la grata sorpresa que me invadió.

Tae... –dije y sonreí.

Él me sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran y alzando sus mejillas en el acto sin necesidad de enseñarme sus dientes.

¿Cómo te sientes? –dijo y le dejé pasar.

Le observé y traía muchas cosas.

He dormido toda la mañana. –admití.

—Mmm. Eso está bien, necesitas descansar.

¿Qué es todo esto? –pregunté señalando las bolsas.

Oh, sí... Los chicos te enviaron algunas cosas. Yoongi Hyeong me trajo en su carro para entregártelas.

¿Ya te vas?

No quería estar sola. No podía hacer nada, y lo único que podía hacer era cocinar y bañarme. Tenía que guardar reposo y eso implicaba estar en cama. Pero estaba harta.

No. Me saltaré el ensayo de hoy para hacerte compañía. –dijo y acarició mi cabeza como él solía hacerlo.

Sonreí complacida.

— ¡Podemos ver una película juntos!

Haremos lo que quieras, estrellita.

Dio un pequeño beso en mi frente. Y dejó las bolsas en la encimera de la cocina, empezó a sacar el contenido de ellas. Cada bolsa decía el nombre de cada uno, identificando quién había enviado qué.

Tae empezó por la bolsa de Jungkook, la cual tenía variados geles y cremas mentoladas, también unos calentadores y unos chocolates. Después siguió con la de Jimin quien me mandaba un peluche y unas revistas. La de Hoseok contenía frutas y unas vitaminas que venían en forma de ositos de goma. Por otra parte, restaban los contenidos de la de Yoongi, Namjoon y la suya.

La de Yoongi contenía unas compresas de gel, una cajita con las pastillas recetadas, unas fresas en bandejas y un sprite mentolado. Iba a abrir la de Namjoon pero, Tae me detuvo y me dijo:

SUGA [Él Sabía Con Quién Ser Dulce] (MinYoonGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora