Capitulo 6: ¿Quién eres tú?

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Cuando caminaba hasta las puertas del aeropuerto no había ni un puto taxi, me tuve que quedar ahí a esperar a ver si algún taxi se dignaba a aparecer. Joder, al parecer mi día aquí en Londres no ha empezado muy bien hasta ahora. Odio el frío con todo mi ser. Comenzar de cero aquí se ha hecho más difícil de lo que pensé. Debí haber llamado... supongo.
Una brisa de viento helado chocó contra mi rostro, dándome frío, que considerado el clima.

Con un humor de perros, fui hacia unas sillas y me senté intentando desparecer el frío. Intento fallido ya que el frío en esta ciudad jamás se irá.

Hacía mucho frío - como no, si estoy muy desabrigada - decidí caminar hacia una cafetería para tomar algo caliente.

Entré y fuí directo hacia la caja, donde atendía una chica muy sonriente para mi gusto. La aborrezco. Era mi turno en la fila ya que un viejo no se demoró tanto.

– ¿Hola,  que quisieras pedir? - preguntó con generosidad, pero no estoy con humor para estas tonterías.

- Chocolate caliente - respondí seca.

- ¿Algo más? - ¡Cállate!, ¡no quiero otra cosa, solo callate y deja de ser tan amistosa conmigo!

- No - dije con simpleza, todas esas palabras se quedaron estancadas en mi garganta. No quiero desperdiciar mi valioso tiempo y energía en una chica molestosa.

- Son $45.50 - le entregué el dinero y me dió el cambio con rapidez ya que se habrá dado cuenta de mi cara de fastidio. Luego de eso fué a traerme mi chocolate con una lentitud, que un caracol lo haría más rápido.

- Puedes apurarte - dije cansada de ella, cansada de Londres, !de todo¡. Tal Vez es exagerado pero me canso con facilidad. Me dio la bendita bebida caliente - !Por fin¡ Adiós - dije caminando hacia una mesa.

Escuché que la vendedora susurró - Que grosera -

Pero en realidad no me importo. Seguí caminando y me senté en una ventana cerca de la puerta - por si llega un taxi saldré corriendo de aquí - junto a mí había un chico con un vaso caliente también, el problema ahora es decirle que saque su maleta del lugar en el que me queria sentar.

- Hola, ¿Oye quieres sacar tu maleta para que pueda sentarme? - dije sin rodeos.

Él levantó la cabeza y era el imbécil del avión, su cara era un asco parecía demacrado y tenía un moreton pequeño en la barbilla, ¿Eso le hice yo? imposible, pero me dio lastima por el.... mierda...

- Que quieres - respondió con frialdad.

- Viéndote ahora ... Uhh mmm creo que ...joder lo..siento - dije susurrando. ¿Pero que dije? Bueno no mentiré, me siento un poquito mal por él.

- ¿Que? ¿Te estás perdonando? - preguntó entrecerrando los ojos

- Hay, supongo - dije incomoda.

- Okey, pero no sirve de nada porque no las acepto - dijo sacando su maleta, la dejó en el piso y siguió comiendo su dona como un príncipe.

- Hey, imbécil escuchame bien, es la primera vez que me disculpo con alguien por golpearlo y lo hago porque de verdad me diste lastima...- dije pero fui interrumpida.

- No me importa lo que te cause o no causé, simplemente no me importas - aclaró normal, como si de pollo se hablara.

- No interrumpas, aparte de darme lástima lo hice porque... Nose no soy así generalmente tampoco me importa lo que digan y creo que todo esto.... Tampoco importa. - ¿Que diablos me pasó? Esta no soy yo, Londres si que te cambia...

Me levante para alejarme de el, y justo finalmente un puto taxi paso por ahí para llevarme. Entré y me aleje de ahí.

Al darle la dirección a taxista que dejó mi papá, él se ubico al instante y llegamos en un abrir y cerrar de ojos. Toda la calle tenía grandes casas, con jardines perfectamente cortados y grandes.

Maybe AfterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora