Epílogo.

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Capitulo : Epílogo

SaiHina.

Uso Oc.

los personajes no me pertenecen son creación de Kishimoto yo solo los utilizo para darle vida a esta historia.

los personajes no me pertenecen son creación de Kishimoto yo solo los utilizo para darle vida a esta historia

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(10 años después)


Hinata se dirigió a su cocina, tomo su mandil para comenzar a picar los ingredientes para así preparar un delicioso desayuno, pero su pequeña barriga de 8 meses se lo impidió así que nuevamente tuvo que sustituirlo por una camisa vieja de Sai, el delicioso aroma atrajo a sus hijos sin tener la necesidad de llamarlos, como era costumbre Saiko su primogénita que contaba con 10 años fue la primera en llegar, totalmente lista y preparada para su día en la Academia.

Saito su segundo hijo con apenas 6 años, llegó después, restregando sus hermosas perlas, pues sus ambos eran réplicas exactas a Neji y ella cuando eran niños los genes Hyuga volvían hacer de las suyas a excepción de los talentos heredados por Sai pues los dos pequeños contaban con ambos dones.

Su amigo Shino le había dicho que aquellos con la disciplina adecuada y entrenamiento llegarían a ser unos grandes Shinobis, pero no quería presionarlos serían ellos quien deberían manejar y decidir su futuro, solo los estaba dejando experimentar por su cuenta.

Los miró, acomodando los cubiertos necesarios para degustar de su desayunó. Acarició su vientre con sumo cuidado, el único que faltaba en esa hermosa escena era su amado esposo, soñaba con ver a su familia completa, solo unos días más de ausencia y el regresaría con ellos.

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—Dango, Dango, Dango —cantaba Saito mientras prendía el televisor.

—Ni te atrevas, la última vez lloraste durante una semana —alego, Saiko tomando el control.

—Oka- San —grito, buscando la ayuda de Hinata —Saiko me está molestando de nuevo — acusó y pequeñas lágrimas falsas salían de sus perlados ojos.

—Saiko, amor deja que tú hermano vea lo que desee — declaró —Además él no fue el único en llorar recuerda que tú padre... — rio sutilmente, recordando a Sai quien lloraba intensamente, al ver a tomoya cantándole a su hijo la canción preferida de Nagisa.

—Pero, Oka-san— musitó resignada, lanzando el control a su hermano —Pero te advierto no quiero escucharte pedir dormir conmigo—se cruzó de brazos.

—Onee- San, eres malas—hizo un puchero.

—Aquí nadie es malo—regaño, poniendo sus manos en sus caderas —Ahora, Vamos a desayunar —

— Saito-kun, tu padre me dijo que quieres comenzar tu formación como Shinobi—hablo Hinata, mientras servía el desayuno.

— ¡Si! Es lo que deseó—se sonrojo, pues no le gustaba ser el centro de atención.

𝓔𝓵 𝓐𝓭𝓲𝓸́𝓼 | 𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵𝓲𝔃𝓪𝓭𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora