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Ludo.

Llegamos a casa después de estar en el hospital, durante todo el trayecto no he parado de pensar en lo que me dijo Christopher. ¿A quién conoceré la semana que viene? Esa pregunta navega por mi mente durante un buen rato.
Llegamos a casa, entramos y nos dirigimos a la habitación de él. Entramos y Christopher se quita la camisa y los pantalones quedándose en bóxer, yo me pongo una camisa suya que me queda por los muslos, nos tumbamos en la cama pero yo me quedo sentada.

-¿Pasa algo?- Dice él, lo miro y respiro hondo.

-¿Que le pasó a tu madre?- Le digo, la pregunta le coge de imprevisto. El se endereza. -Nunca me lo has contado.

-¿A que viene eso?- Pregunta el poniéndose incómodo.

-Yo ya te he contado la historia de mi cicatriz, y ahora, te toca a ti... ¿Ocurrió algo con tu madre?

El se sienta incómodo pero decidido, se sienta en frente mía y me mira.

-Hace siete años, mis padres tuvieron un accidente de coche, iban discutiendo y mi padre había bebido demasiado. Pues tuvieron el accidente, mi madre estaba embarazada y quedó en silla de ruedas, mi madre le pidió el divorcio y se fue de casa. Mamá conoció a una chica la cual es su pareja actual y han tenido problemas papá y ellas dos.- Termina de contar, yo lo miro. Se instala un silencio un poco incómodo entre nosotros. El baja la mirada pero no tarda el volver a mirarme. -Y esa es mi historia...

-Y por eso has odiado tanto a tu padre ¿No?- Le digo.

-Si, por culpa suya mi madre acabó paralítica.

-¿Fue a ella a quien visitaste?- Esa pregunta le pilla de imprevisto.

-Si... Siempre intento ir a verla cuando puedo.

Dice, yo le abrazo, el me abraza y me aprieta contra él. Me sube encima de él, me aparto para mirarle a la cara, pongo mis manos sobre su rostro y le miro fijamente a los ojos.

-Te quiero Christopher. Nunca lo dudes.- Le digo, pego mi frente con la suya y cerramos los ojos.



Ha pasado una semana, estoy haciendome un aperitivo para ponerme en una hamaca mientras leo en la piscina. Cojo la bandeja y voy al jardin, me tumbo en una hamaca y me pongo a leer. Hoy el sol pega fuerte pero no hace tanto calor, a pesar de ser invierno sigue haciendo un poco de calor. De repente, noto que algo me hace sombra, levanto la cabeza y veo a Christopher mirándome.

-¿Que pasa?- Le digo arrugando la nariz. El solo sonríe.

-Hoy te vienes conmigo.- Dice decidido.

-¿A donde?- Le pregunto, tengo miedo de a donde me quiere llevar.

-Es sorpresa.- Dice marchándose. -¡Estate preparada a las cuatro y media!- Desaparece por la puerta trasera, yo me quedo mirando a la puerta unos segundos. ¿A donde me querrá llevar?

Vuelvo a mi lectura. El móvil me vibra y lo cojo sin mirar quién era.

-¿Si?- Digo pero no obtengo respuesta. Debe de ser Siri de nuevo. -Siri esto no tiene gracia, madura ya.- Cuelgo de nuevo pero a los segundos me vuelven a llamar. -¿Si?- Digo enfadada, solo escucho una respiración al otro lado de la línea. Cuelgan, miro mi móvil estupefacta. Lo dejo en la pequeña mesa de cristal al lado de mi aperitivo. ¿Quién será la persona que me llamará tanto? Dejo el libro a un lado y me quedo mirando a la piscina, la cual está impecable aunque no la hayamos utilizado en meses.
En ese momento, Lluís me llama al móvil.

-Hola cariño.- Le digo saliendo de mis pensamientos.

-Hola cielo ¿Que haces esta tarde?- Dice feliz.

-He quedado. ¿Por qué?

-Oh, pensaba que estarías libre.- Me dice, noto como se entristece. -Te iba a decir de ir al cine que hace mucho que no hacemos nada juntos.- Me dice, me siento mal. Es cierto que llevo una semana evitandolo pero es mi novio.

-Si quieres vamos mañana.- Le digo en un intento de animarlo.

-¿Segura? No quiero que vayas obligada ni nada.- Estar Lluís me vendrá bien para despejarme un poco. Será mi novio aunque me guste Christopher pero Lluís nunca ha dejado de ser un gran amigo para mí.

-Segura. ¿A que hora mañana?

-¿Te viene bien a las seis?- Dice pensativo.

-Vale, a las seis estaré en tu casa.- Le digo sonriendo.

-Hasta mañana cielo.- Colgamos, yo cojo mi libro y mi aperitivo y entro a casa. Ya empezaba a hacer un poco de frío.

Voy a mi habitación, dejo el libro sobre la cama y me meto en el vestidor para coger ropa. Cojo un pantalón vaquero azul claro y una camisa blanca, también cojo un abrigo por si hacer frío, cojo un gorro rojo y mis zapatos. Me meto en la ducha antes de vestirme. Tardó unos cuantos minutos, me visto y bajo a la cocina donde están mamá, Christian y Mario comiendo.

-¿A donde vas?- Dice mamá, yo me acerco a la encimera a coger mi plato de comida.

-He quedado.- Digo sentándome a su lado. Aparece Christopher. Coge su plato y se sienta en frente mía, se le ve feliz. Vuelve a tener ese brillo que tenía cuando nos conocimos.

-Christopher ¿Que tal te van las clases?- Le dice Mario. -Con el tema del trabajo es un poco difícil compaginar los estudios ¿No?

-Si, pero los saco adelante. Este trimestre lo tengo aprobado, me faltan los dos últimos y el examen de acceso para la universidad.

-¿Universidad?- Repito.

-Recuerda que aunque vayas a la universidad tienes que seguir trabajando ¿No?- Dice Mario ignorando mi pregunta.

-Si papá.- Dice Christopher después del comentario de su padre.

Se hace el silencio en la mesa pero Mario lo rompe con una pregunta que ninguno de los dos nos esperábamos.

-¿Que tal con Leslie?- Los dos nos atragantamos y miramos a Mario.

-Papa.- Dice tosiendo. -Leslie y yo lo dejamos hace meses.

-Pense que seguías con ella, porque Tyler me había dicho que estabas con una chica.- Nos miramos de nuevo, esta vez asustados.

-Si, pero... Estoy con una chica pero no es Leslie.- Dice él.

-Espero conocerla pronto.- Dice Mario. Si supiera que soy yo esa chica.

-¿Sabes ya que Ludo se irá en verano a Nueva York con Christopher?- Dice mamá cambiando de tema. Veo que Christopher se alegra de que por fin se lo haya dicho a mamá.

-¿Y eso? ¿Os lleváis bien ya?- Dice él.

-Si, siempre he querido ir a Nueva York y la única persona que conozco que viva ahí es Christopher.- Le digo, en parte es verdad. Siempre he querido ir a Nueva York pero por otra parte es mentira, ya que Christopher me dijo de irme con él para intentarlo de nuevo, sin padres y exs de por medio.

Me levanto para dejar el plato en el fregadero, salgo al salón pero saco el móvil para mandarle un mensaje a Christopher.

« Te espero en el coche »



Entonces, me volvió a besar. (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora