Leyendas desconocidas

Capítulo 37: Llorar antes de la tormenta

El Dr. Bartholomew Oobleck había sido llamado muchas cosas en su vida y su mandato como profesor, cazador, arqueólogo, antropólogo e instructor para jóvenes. Muchos comentarios poco importantes pero a menudo humorísticos. Cosas que eran completamente inexactas o que poseían una rara semilla de verdad que lo llevó a reflexionar sobre el razonamiento de la afirmación antes de hacer la reflexión.

Una vez que ese comentario fue estrafalario, o actuar de maneras extrañas por poca razón. Se atrevería a contradecir que estaba muy en línea con la razón. Su naturaleza estrafalaria, como se le atribuía solo un poco correctamente, se debía a que necesitaba terminar muchas tareas muchas veces más rápido que los estudiantes o incluso sus colegas. Para hacer eso, necesitaba actuar de manera extraordinaria para obtener resultados similares. Lógico en su núcleo.

Otra etiqueta curiosa fundada sobre él era confusa. Ahora que estaba en desacuerdo con. Él lo etiquetaba como tal, entendía, porque valoraba la educación más que la caza de Grimm propiamente dicha, a diferencia de Glynda o Peter, quienes enseñaban áreas fuera de la caza directa de monstruos, pero aun así lograron tejer la atribución de la caza en su estudios, donde se centró más en la reverencia histórica y la identificación cultural. ¡ Casi no había nada confuso en saborear la propia historia! La historia fue la puerta de entrada para descubrir la profundidad del alma. ¡La etiqueta confusa era confusa solo!

Una etiqueta más apropiada que con gusto aceptaría era exigente. Tal vez no en un temperamento o grado como la propia Glynda, pero lo suficiente como para que fuera raro que un estudiante recibiera las mejores notas de él. ¿Cómo podría darle a alguien un puntaje perfecto a menos que entiendan que el curso funciona perfectamente? Pensar que lo merecerían por simplemente presentarse era una excusa ridícula, pero él usaría la negación de exigir si eso significaba que sería compensado con un trabajo comparable. Rara vez fue el caso, pero los valores atípicos fueron apreciados.

Sin embargo, una etiqueta que nunca se le dio y que nunca aceptaría, fue una etiqueta que se encontró colocando en esta situación, para su creciente disgusto y agrietada apatía. Una denotación de cuál era esta situación, entre un monstruo en forma de hombre que marchaba por las instalaciones de la Academia, el asesinato prematuro de dos de las personas más reflexivas y provocativas que había conocido, y la partida forzada del Fauno responsable de ambos.

Antieconómico. Fue todo un desperdicio.

Una pérdida de tiempo, de esfuerzo, de energía, de simpatía . Malgastar cosas que se gastaron mejor en asuntos más apropiados que conducirían a objetivos más inmediatos ya largo plazo. El desperdicio era lo peor que se podía llamar, y era sin duda en su mente uno de los peores vicios en los que uno podía caer. No se pudo recuperar una pérdida de tiempo y no se pudo redistribuir una pérdida de esfuerzo. El desperdicio estaba allí y desapareció, y luego nada que recordar.

Una pérdida de tiempo, de energía, de talento ... o de información.

Un desperdicio, tal fue la muerte prematura de los dos más grandes confidentes que había conocido ... y fueron asesinados, según Ozpin y el especialista Schnee, por las máscaras que usaba Link. Máscaras que aún tenía que explorar o descubrir por completo, y que estaba familiarizado solo con la vista y la interacción. Un desperdicio de que se hubieran ido, un desperdicio de que Link se hubiera ido.

Pero un desperdicio, ante todo, que Tatl y Tael se habían ido, y todos sus cuentos e información con ellos.

"Bartholomew, no es como si estuvieras malhumorado", Peter habló desde el otro lado de su mesa, resoplando mientras lo hacía. El hombre era corpulento, como corresponde a su nombre, pero su energía no estaba gravada por su robusta estatura. Un buen amigo, un buen colega y una persona magnífica. "¡Te he visto enfurruñarse solo una vez antes, y fue cuando perdiste ese arruinado tapiz que encontramos en esas ruinas inmundas! ¡Deberías estar haciendo planes para actuar, no sentarte aquí y enfurruñarte!" Observador también.