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Jisoo se encontraba dormida sin su pijama puesto, se había olvidado de haberse puesto aquello, pero tampoco le importaba, dormir era lo único que pasaba en su cabeza. Eran las 1:30 de la mañana, todos los que vivían en aquel departamento ya estaban en sus camas, algunos durmiendo, otros com su celular o no que sea, pero sin hacer ningún tipo de ruido. Aquella chica estuvo limpiando, lavando, haciendo tareas, fue un día algo cansador para Jisoo, hacer tantas cosas en un día desde la mañana hasta la noche es muy imposible no estresarse, lo que ella necesita es descansar bien para continuar mañana con lo suyo, e intentar no tener tantas preocupaciones en sus quehaceres. Aunque en estos momentos, no estaba durmiendo de la mejor manera, un ruido de música y una risa masculina hizo que se despertara, algo enojada.
Se preguntaba «¿Quien rayos estaba despierto a esta hora de la noche?» era lo que se decía, y más con los vecinos estrictos que hay en el departamento, no sería alguna sorpresa que algún vecino empiece a quejarse.
La pelinegra se levantó de la cama y se colocó las zapatillas para irse a reclamar a la casa del vecino que estaba haciendo tanto ruido y no la dejaba dormir. Cuando escuchó de dónde provenía tanto ruido, vió que se trataba de la casa de su vecino de al frente, Taehyung. Pero también vió que la puerta estaba un poco abierta, la abrió y entró para saber que es lo que pasaba en aquella casa.
Los ojos de Jisoo vieron a un Taehyung apoyado en la mesa de su cocina con una lata de cerveza en la mano mientras cantaba, su vestimenta era la misma ropa cuando lo vio esta mañana, pero algo que también se fijó es que había muchas latas de cerveza a su alrededor.
—¿Taehyung...?
—¡Jisoo! La chica más bella de este departamento se sumó a la fiesta...—su voz sonaba algo temblorosa—. Espera ¿dije de la más bella de este departamento? mejor tuve que haber dicho la más bella de todo el universo —rió.
—¿Estás borracho? —preguntó Jisoo fulminando los ojos.
—¿Que pasa si te digo que no? —siguió riéndose.
Jisoo rodó los ojos.
—¿Cómo se te ocurre beber a las 1:30 de la mañana? —comenzó a acercarse a él.
—En realidad empecé a beber cerca de las una de la tarde...
—¡¿Qué?! —gritó Jisoo de la manera más silenciosa posible— ¿Cuántas latas te tomaste?
—Unas cuatro o cinco...o quizás diez, ¿Te imaginas veinte? Estaría en China si me llegara a tomar veinte —carcajeó— ¿Quieres tomar uno? Yo sé que tú quieres...