𝘥𝘪𝘦𝘤𝘪𝘴é𝘪𝘴.

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ha pasado un mes desde que ruel y yo estamos juntos; un mes donde nos hemos vuelto muchísimo más cercanos y estamos mejor que nunca. un largo mes en el cual pasábamos juntos cada día de la semana y buscábamos el mínimo pretexto para mirarnos. una vez incluso me hizo ir a su casa solamente para ayudarlo a encontrar una camisa que ni siquiera iba a usar, todo para terminar teniendo una cita en el jardín de su casa porque era demasiado tarde como para salir a algún lugar.

pero no me quejaba ni un poco, al contrario, lo disfrutaba porque amaba estar con él.

ruel se recostó a mi lado y me abrazó con fuerza mientras apoyaba su cabeza en mi hombro y cerraba sus ojos de nuevo. miré tranquila la serie frente a nosotros y rodeé sus hombros con mis brazos para después acariciar su cabello. ninguno de los dos decía nada, todo estaba en silencio a excepción del televisor y yo disfrutaba de esto, pues para mí era lo más cómodo del mundo.

sonreí bajando la mirada hasta él cuando sentí como acarició mi brazo y aparté un poco de su cabello para que no le molestara. estuvimos en la misma posición por un largo tiempo, pero no tardé mucho en sentir como se quedaba dormido y su brazo se resbalaba y caía por el borde de la cama.

cuando mis párpados comenzaron a pesar decidí que no sería mala idea dormir, entonces me acomodé en mi lugar tratando de no despertar a ruel y no tardé mucho en sentir como me abrazaba con fuerza y apoyaba su cabeza sobre la mía, casi asfixiándome con su cuerpo de gigante. lo abracé de vuelta y descansé mi cabeza contra su pecho, sintiendo como enredaba nuestras piernas y se acurrucaba contra mí.

cuando desperté, fue porque sentía como alguien sacudía mi hombro una y otra vez. me quejé adormilada e intenté ignorar a quien sea que me estuviera hablando, pero no me dejaban en paz.

—¿qué?— pregunté de mala gana mientras me sentaba al ver a coco frente a mí —¿qué haces aquí?— la miré confundida y bajé la voz para no despertar a ruel, quien dormía como un bebé a mi lado.

—ven conmigo, tengo que contarte algo.— dijo tomando mi mano para ayudarme a ponerme de pie. salimos juntas de mi habitación y me llevó a paso rápido hasta la cocina de mi casa, donde mi mamá nos esperaba con una sonrisa enorme en la cara.

—tenemos que contarte algo. algo muy importante. en serio, algo muy muy importante.— dijo mamá mientras hacía movimientos exagerados con las manos.

—¿qué pasa? ¿ya me van a decir o piensan que les lea la mente?— pregunté desesperada y nerviosa. ¿qué cosa podía ser tan importante como para que no pudieran esperar a que despertara? ¿por qué parecían tan emocionadas? ¿qué era lo que iban a decirme? definitivamente no podía ser nada malo, de lo contrario no estarían así de felices.

—espera.— coco caminó hasta el pasillo y se aseguró de que no hubiera nadie para después volver corriendo hasta donde yo hasta y sacudir mis manos mientras chillaba emocionada.

—¡ya díganme, me ponen nerviosa!— me quejé frustrada, mirando como mamá se acercaba hasta nosotras y sonreía.

—es una buena noticia. de hecho, creo que es le mejor noticia que hemos recibido en muchísimo tiempo.

—llamaron a papá.— ella comenzó a contar, dejándome ver como su sonrisa se hacía más y más grande con el paso del tiempo. yo la miré atenta, en silencio, esperando que por fin hablara. coco tomó una respiración antes de seguir hablando: —y le dijeron que todo estaba listo. que una semana podían operar a ruel.— soltó de la nada, logrando que mi cuerpo se congelara.

¿qué?

mi mirada viajó de mi mamá a coco, de coco a mi mamá y así repetidas veces, tratando de que mi cerebro procesara la información y entendiera bien lo que acababa de escuchar.

y cuando caí en cuenta, abrí los ojos y la boca lo más grande que pude.

—¡¿qué?!— chillé incrédula, mi boca siendo cubierta por la mano de coco mientras ellas me hacían una seña se "baja la voz".

—shhh, no queremos que ruel escuche. es una sorpresa.— se quejó mamá volviendo a mirar por el pasillo, comprobando que él no estuviera cerca.

—¿qué?— repetí sin poder créemelo, pero sintiendo mi corazón latir con fuerza, con emoción y con alegría al darme cuenta de lo que estaba pasando ahora mismo —pero... ¿cómo? ¿en qué momento? ¿cómo va a ser todo? ¡coco cuéntame ya!— dije mirándola a los ojos y esperando respuestas.

ruel iba a recuperar su vista... ruel iba a ser capaz de ver de nuevo después de tanto tiempo. ¡estaba muy feliz por él! no, feliz era poco... ¡estaba más que feliz, más que emocionada, mucho más que todo eso!

ni siquiera tenía palabras para describir la forma en que me sentía, no podía ni imaginarme la forma en que iba a sentirse él. había estado tam impaciente por esta noticia que casi podía verlo gritando por todas partes al enterarse. estaba ansiosa por contárselo. quería ver su cara, su reacción, su respuesta... quería ver lo contento que iba a estar con esta noticia.

—aún no puedes decirle, nadie puede decirle nada porque es una sorpresa y mamá quiere contarle unos días antes.— me explicó mientras se sentaba en la mesa a mi lado y yo la escuchaba atenta, casi sin parpadear para no perderme ningún detalle —yo acabo de enterarme hace unas horas porque papá no quería decirnos hasta que estuviera confirmado.

—¿kate y sylvie ya saben?— pregunté emocionada.

—sí, papá nos contó todo en cuanto te llevaste a ruel esta mañana, así que estamos planeando todo para que sea una buena sorpresa.— sonrió dando unas palmaditas con sus manos.

—estoy muy feliz por él, van a ver como todo va a salir perfecto.— mamá suspiró mientras nos abrazaba por los hombros.

—¿y cuándo es?

—el viaje es en dos semanas y vamos a decirle todo unos días antes porque tiene que llevar ciertos cuidados...— yo asentí para que ella pudiera continuar —también necesitamos que se quede en casa y descanse para que sus ojos no se irriten o pase algo que los lastimen, por lo que no irá a clases una semana antes.

—¿y qué va a pasar con las tareas y eso? ¿no va a afectarle?— pregunté confundida.

—no, porque kate y yo fuimos para hablar sobre eso, y la escuela no tiene ningún problema con que no vayan siempre y cuando envíen sus trabajos en línea.— ahora fue mamá la que habló.

¿"con que no vayan"?

—ah, obviamente vas a acompañarnos.— coco respondió como si hubiera leído mi mente.

—¡¿yo?!— abrí los ojos con sorpresa. bueno, definitivamente no esperaba eso, pero no iba a quejarme porque amaba saber que podría acompañar a ruel en algo tan importante como su operación —¡ya quiero decirle!— chillé mientras me levantaba de mi asiento y la abrazaba con fuerza. escuché su risa mientras correspondía mi abrazo.

—yo también quiero hacerlo, pero no podemos. tenemos que ser discretas y fingir que no ha pasado nada, ¿si?— me preguntó una vez que nos separamos. asentí sin pensármelo dos veces y sonreí grande —bueno, pero mejor ve a despertarlo porque quiero salir a comer algo y ustedes dos me van a acompañar.— dijo empujándome para que saliera de la cocina.

𝐒𝐓𝐔𝐂𝐊 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐘𝐎𝐔!     (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora