𝘥𝘪𝘦𝘤𝘪𝘯𝘶𝘦𝘷𝘦.

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PENÚLTIMO



—estoy muy nervioso.— vi como ruel rodó por toda la cama hasta quedar a mi lado y abrazarme con fuerza mientras se ponía en una posición fetal. solté una risita al mirarlo y le quité todo el cabello que le caía por la cara al haber estado dando vueltas.

—ya te dije que todo va a salir muy bien, lo que deberías hacer es tratar de relajarte y descansar, quizás dormir un poco.— murmuré concentrada en pasar mis dedos por su cabello. lo escuché suspirar y bajé mi mirada hasta él. con una de mis manos acaricié su mejilla y sonreí —es mañana, ¿no estás emocionado?

—mucho, muchísimo...— suspiró escondiendo su cara entre mi hombro y mi cuello —pero ya no tengo miedo, al contrario, siento que todo va a salir muy bien y que pronto voy a poder ver de nuevo. ¡ya quiero volver a ver todo como antes!— chilló emocionado mientras me abrazaba con más fuerza y me hacía rodar por la cama junto a él.

—¡ruel!— grité cuando la cama se terminó para nosotros y ambos terminamos en el piso. me quejé empujando el pesado cuerpo de ruel a un lado y me senté apoyándome contra mis codos —¿de qué te ríes?— pregunté confundida, pero no pasó mucho tiempo para que me contagiara y ambos estuviéramos riéndonos como locos tirando en la alfombra de la habitación del hotel. sí, ya habíamos viajado y la operación era el día de mañana. por obvias razones el más emocionado e inquieto era ruel, pues ya se le había pasado su fase de "¿y si todo sale mal?" y ahora solo podía hablar y hablar sobre lo emocionado que estaba y sobre lo mucho que había esperado este día. era mejor tener al ruel que no paraba de hablar y que era positivo, que tener que lidiar con toda la negatividad que le entraba por momentos.

—¿sabes qué es lo mejor?— pregunté poniéndome de pie junto a él y volviendo a tirarnos sobre la cama. nos recostamos uno al lado del otro y yo tomé una de sus manos para jugar con ella mientras él hablaba.

—¿qué cosa?— me preguntó en un tono tranquilo.

—que ya no voy a tener que hacer tu tarea.— bromeé ganándome un golpe en e brazo de su parte.

—bueno, pues no te ilusiones tanto porque yo igual voy a seguir copiándote, no me importa.— se encogió de hombros con una sonrisa burlona, ganándose una mala mirada de mi parte.

—¿y quién dice que te voy a dejar copiarme?— fingí estar molesta y solté su mano. escuché como soltó una risita se acercó más a mí para sujetar mi cara entre sus manos.

—yo lo digo.— se encogió de hombros sin borrar la sonrisa de sus labios.

—pues déjame decirte que estás muy mal, que te equivocas y que no voy a dejarte seguir siendo un flojo que no hace su tarea.— respondí mirando sus ojos, su nariz y por último sus labios, para después volver a subir mi mirada hasta sus bonitos ojos.

—bla bla bla, dices eso y al final siempre terminamos haciendo lo que yo quiero.— murmuró pegando su frente a la mía y haciéndome cerrar los ojos cuando él lo hizo, poniéndome nerviosa y alterando los latidos de mi corazón cuando sus labios rozaron contra los míos de forma lenta. sentí como su respiración se mezcló junto con la mía y sonreí cuando acarició su nariz con la mía justo antes de unir nuestros labios.

subí mis manos a la parte posterior de su cuello y jugué con el cabello que había en esa parte, ganándome una sonrisa de su parte. sentí como su lengua tocó mi labio inferior pidiendo permiso para entrar, y logrando separar mis labios un poco más para poder hacerlo. su mano sujetó mi mejilla y la otra bajó hasta mi cintura, para acercarme más a él. su cuerpo se acomodó sobre el mío para dejar de estar en esa posición tan incomoda y sus piernas quedaron entre las mías. ruel profundizó el beso y yo jadeé cuando sentí como la mano que estaba en mi cintura entraba por debajo de la fina tela de mi ropa, tocando la piel de mi abdomen y haciendo pequeñas figuras imaginarias. su piel contra la mía y el movimiento de sus dedos me causaban escalofríos, pero no era una sensación incómoda, al contrario, era algo agradable.

en la habitación solo se escuchaban el sonido de nuestros labios y nuestras respiraciones que cada vez eran más agitadas. se separó de mí y creí que iba a alejarse, pero solo arrastró sus besos desde mi mejilla hasta mi cuello, donde besó tanto como quiso. sus labios dejaron húmedos besos por todo mi cuello, besando esos puntos exactos que me hacían soltar suspiros. gemí cuando sentí como se presionó contra mí y lo escuché gruñir, volviendo a atacar mis labios de una forma más desesperada que antes.

con el paso del tiempo el beso se intensificaba más y más, el calor de la habitación aumentaba, nuestra ropa cada vez parecía más molesta y poco a poco iba desapareciendo, pero sin tener ninguna prisa.

—¿estás segura?— me preguntó jadeante, separándose un poco de mí y haciendo que su cabello cayera sobre mi frente. su mano acarició mi mejilla y yo asentí con una sonrisa. sonrió dejando un largo beso en mi frente antes de volver a juntar nuestros cuerpos y besarme de nuevo, pero esta vez de una forma más lenta. sentí como sus manos quitaron la última prenda de mi cuerpo que nos separaba y volvió a preguntármelo una vez más antes de hacerlo.

subió hasta donde estaba y tomó mis mejillas entre sus manos para besarme mientras sus pulgares acariciaban mi piel con cuidado. gemí contra sus labios cuando sentí como entró en mí, y no hizo ni un solo movimiento para que pudiera acostumbrarme. su pecho subía y bajaba de forma agitada contra el mío mientras continuaba besándome. un movimiento involuntario de mis caderas le hicieron saber que estaba lista y me besó de forma más apresurada mientras terminaba de introducirse en mí. su piel estaba cubierta por una ligera capa de sudor que la perlaba y hacía que su cabello se pegara un poco a su frente. sus ojos estaban cerrados con fuerza y tenía las mejillas rojas. mis manos sujetaron con fuerza sus hombros y él abrazó mi cuerpo entre sus brazos mientras aumentaba su ritmo.

—mierda.— gimió descansando su mano en mi cintura y moviendo sus caderas contra las mías, sin dejar de besarme.

—yo digo que sí van a querer.

abrí los ojos asustada cuando escuché unos golpes en la puerta y las voces de coco y sylvie llamándonos desde el otro lado, pero eso pareció importarle muy poco a él, pues no se detuvo. yo sabía que la puerta no podía ser abierta desde afuera, pero aún así me alteraba pensar que ellas estaban del otro lado.

—shh.— murmuró de forma agitada, apoyando su frente contra la mía y cubriendo mi boca con la palma de su mano para callar los gemidos que se me escapaban de mis labios.

—de seguro están dormidos, ya es tarde.— escuché que dijo sylvie. enterré mis dedos entre su cabello y él llevó sus labios hasta mi cuello para volver a besar, probablemente dejando unas marcas notorias. cerré los ojos con fuerza mientras ruel continuaba con sus movimientos y con el paso del tiempo su ritmo aumentaba cada vez más, logrando hacerme sentir un nudo en el estómago, logrando que una corriente recorriera mi cuerpo por completo y me hiciera tensarme ante el sentimiento. mis gemidos quedaban atrapados entre su mano, pero los suyos se escucharon justo en mí oído cuando ambos llegamos a nuestro orgasmo y él se recostó a mí lado mientras ambos tratábamos de regular nuestras agitadas respiraciones.

—te quiero.— murmuró abrazándome con fuerza y dejando repetidos besos sobre mi frente, haciéndome sonreír como toda una tonta.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2020 ⏰

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𝐒𝐓𝐔𝐂𝐊 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐘𝐎𝐔!     (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora