D I E Z

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En verdad llegué a creer que comprendería el tema a la perfección, Leah seria una chica difícil

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En verdad llegué a creer que comprendería el tema a la perfección, Leah seria una chica difícil.

— espera aquí, iré con ellos— le dije a mi madre mientras seguía a Jackson y Jasper.

— ¿sientes su esencia?— pregunte a Jackson y él asintió transformándose en su lobo gris.

— ¿puedo ir con ustedes?— pregunte a Jasper, él asintió con la cabeza sin verme, se transformo en su lobo haciéndome retroceder, pelaje negro. Jackson empezó a correr dejándonos atrás, no creo poder superar su velocidad, mire a Jasper y él se inclino.

— sube—escuche en mi cabeza, era la conexión entre los lobos.

Me subí con cuidado y me sostuve de su pelaje, Jasper empezó a correr, a lo lejos estaba Jackson.

— Leah a de estar cerca— dije observando cada árbol. Llegamos al lado de Jackson, me baje del lomo de Jasper y tome la chaqueta de Leah.

— no debe estar lejos ¿distingues su esencia?

— es confusa, se distingue en tres dirección— dijo Jackson.

— yo iré por la colina, ustedes dos busquen en las otras dos— hable.

Camine en dirección contraria a ellos, cerca del lugar pasaba un rió, aún estábamos en territorios de Jasper y eso me alegraba.

Una rama cayo del árbol asiéndome retroceder, la mire con miedo ya que estuvo a punto de caerme en la cabeza.

Levante la mirada y vi a Leah sostenerse del árbol.

— pensé que habías entendido— dije viendo hacia arriba.

— corre—susurro gritando.

— vine a buscarte, no correré para que tú huyas— ella me miro con miedo y negó.

— corre, antes de qu-— un gruñido me hizo temblar, me gire con intención de tomar mi arco pero ahí recordé que salí sin protección de la mansión.

Un lobo café me gruñía, ojos verdes y su hocico estaba manchado de sangre, uno de sus ojos estaba lastimado, era un desterrado.

— ¡ARI CORRE!— me grito Leah y negué.

— una artemisa jamás huye... No bajes del árbol, Leah.

El lobo se lanzo a mí, lo esquive y saque un cuchillo de mi chaqueta, corrí a él y clave el cuchillo en su lomo provocando un aullido lleno de dolor.

Eso llamaría a Jasper.

El lobo me boto de su lomo, me sentí arrinconada, caminaba con lentitud hacia mí, de su hocico escurría saliva, era algo asqueroso y tenebrosos.

— ¡déjala maldito monstruo!— el grito de Leah se escucho, golpeo con una rama al desterrado y este se giro a ella con molestia.

— ¡no!— grite cuando se lanzo a ella, mi grito quedo en el aire cuando vi a Jackson proteger a Leah y Jasper romperle el cuello al lobo.

ArtemisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora