Las flamas de la venganza (Parte 2)

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-¿Por qué haces esa pregunta? Fue María Ross, tú mismo la achicharraste por eso-

-No, se perfectamente que no fue ella-

-¡Oh! ¿Así que asesinaste a una mujer inocente? ¡Que brutal! ¿Cómo se sintió su familia? ¿Cómo fueron sus lágrimas? Seguro que ahora te sientes fatal contigo mismo-

-Por el amor de Dios, cierra el pico idiota- Envy se molestó ante aquel comentario del coronel, se le veía tan serio. -Me gustaría que me lo dijeras sin tener que recurrir a la violencia, ahora dime lo que quiero saber, ¿Quién mato a Hughes?- Hubo un ligero silencio, que fue ocupado por aquella risa de Envy, la teniente alzo inmediatamente aquella pistola y los demás solo veíamos con cierta confusión a aquel villano.

-Felicitaciones Coronel Mustang, por fin me tienes- Edward y yo nos sorprendidos ante las palabras de Envy, ¿enserio él lo había asesinado?

-Mira que dudo que un imbécil como tú acabara con Hughes-

-¡¡Un imbécil como Hughes cayo presa de una estúpida táctica como esta!!- El rostro de Envy cambio completamente al de Grecia, un nudo se formó en mi garganta y el asombro de saber aquello no cabía en mí. -¡Jaja! ¡Esa expresión de tu cara! ¡ME ENCANTA! ¡Hughes puso la misma cuando le asesine! ¡Exactamente la misma cara! ¡La desesperación al ver como su mujer iba a dispararle! ¡ME ENCANTA!- La risa de Envy se escucho por todo el lugar, la sangre empezó a hervirme, quería matarlo con mis propias manos, pero alguien había dado el primer paso para tal acto, y ese alguien era el coronel Mustang.

-Así que tu mataste a Hughes... es todo lo que necesitaba saber, no es necesario que digas nada más, Envy, lo primero que voy a abrasar va a ser tu lengua- Mire al coronel, era la primera vez que lo veía así, su sed de venganza por su mejor amigo era enorme. -Scar, acero, hielo, yo me ocupo de esto... este desgraciado es mío- Antes de que dijera algo, Jerso se acerco a nosotros, interrumpiendo un poco.

-Entonces... vámonos adelantando- Envy actuó rápido y ataco a Jerso, por suerte aquel mitad sapo logro esquivarlo.

-¿Quién te ha dado permiso para marcharte? Te la tengo guardada por aquella vez en el norte- La boca de Envy dio un gran estallido, haciendo que cayera al suelo, yo solo di un leve brinco del susto, no me lo esperaba, mire directo al coronel, el ya no parecía el mismo, y no era la única que lo había notado.

-No te permitas el lujo de hablar con otros cuando me tienes como oponente. Una boca tan sucia debe tener mucho combustible en su interior, va a prender muy bien.... Envy-

-Teniente... ¿Esta segura de que se encontraran bien?- Riza guardo silencio ante la pregunta de Ed, y solo se dedico a mirar al coronel.

-Nosotros nos ocupamos, si no podemos, entonces...- Aquel pequeño silencio nos preocupo más, estaba decidida a intervenir pero un gran dolor en el pecho me detuvo, lleve una mano a mi boca mientras tosía, sentí un liquido espeso en ella, era sangre, Darius se acerco a mi ofreciéndome un pañuelo, con gusto acepte y limpie rastro de aquel liquido rojo, al parecer fue el único que se dio cuenta, así que recobre la compostura para acercarme y jalar un poco de la sudadera de Edward.

-Entiendo tus preocupaciones Ed, pero tenemos que irnos, algunos tenemos tiempo limitado- Edward me miro un poco sorprendido, no sé si por que era la primera vez que le decía "Ed" o por el tema de tiempo, sea lo que sea, solo se limito a asentir con la cabeza y empezamos a alejarnos de ahí.

-No te preocupes, hombre, el coronel puede encargarse solo, ¿ves las llamas? Ese homúnculo la va a pasar muy mal- Mire de reojo a Jerso, creo que el era el único que no había captado el ambiente.

-No se trata de perder o ganar-

-¿Eh? ¿A que te refieres?- Corrijo, Jerso y Darius fueron los únicos que no se dieron cuenta del ambiente.

Tanto Edward como yo ignoramos la pregunta, nuestras preocupaciones eran mayores, además de que teníamos que estar más al tanto del camino, por mi parte, me encontraba haciendo pequeñas cosas con la alquimia, mi tiempo limite había llegado, si yo me detenía, la muerte segura era lo que me esperaba, sin mencionar que sería dolorosa. Mei y yo nos encargábamos de guiar a los demás, ella por sentir esa fuerza y yo por saber con más precisión el camino, entre más nos acercábamos, más tubos nos encontrábamos, o "venas" como Darius les había puesto.

-Este lugar me da muy mala espina-

-Ya lo dije, siento... una energía increíble que proviene de este lugar-

-¿Una energía increíble?-

-Como si hubiera una multitud de personas... ¿eso es posible?-

-Puede... pero sigo pensando que esto es muy raro- La platica entre Jerso, Darius y Mei me estaba dando cierta risa, aquellos dos hombres eran un poco cómicos en su forma de hablar, pero eso cambio cuando vi a Edward detenerse, yo iba justo detrás de él.

-Hey, Scar- El mencionado volteo a ver al rubio, y sin siquiera preguntarle, sabía lo que a Ed le preocupaba.

-El alquimista de fuego, ¿verdad? Como hombre que ha vivido solo para la venganza, entiendo muy bien como se siente, ese hombre... acabara consumiendo su alma con sus propias llamas- No era necesario ver la cara de Ed para saber cuan preocupado estaba, di un pequeño suspiro ante aquello, llamando la atención de ambos.

-Te estabas demorando en ir por el coronel, Edward-

-No es momento para bromas-

-No estoy bromeando, si no ibas tú, lo haría yo- Sonreí un poco por aquello y me acerque a él. -Se que sabes que mi tiempo esta a punto de expirar...-

-Así como se que puedes extenderlo más, así que no te detengas de hacer alquimia- Me sorprendí un poco por aquello, él lo había notado desde el principio, así que, después de todo, yo también estaba en su lista de preocupaciones. Trate de alejar aquellos pensamientos y de la bolsa en mi chaqueta saque un pequeño dije, depositándoselo a él en su mano izquierda.

-Si algo llega a suceder, quiero que se lo entregues a Ion... era de mamá, guarda una foto de nosotros dentro-

-En cuanto todo esto termine, se lo entregaras en Resembool, tu no vas a morir Eileen-

-... Es solo por precaución, estoy segura de que, si se queda conmigo, lo perderé- Trate de sonreír para quitar toda preocupación de Ed y seguir con las misiones. -Dale un buen puñetazo de mi parte al Coronel-

-Ten por seguro que lo haré-

-H-Hay una ultima cosa que quiero decir...- Mis mejillas se tornaron rojas por aquella, era ahora o nunca, confesaría todos mis sentimientos, no sabía que era lo que nos pasaría más adelante, así que debía hacerlo en este preciso momento o quizás no existiría otra oportunidad.

-Lamento interrumpir, pero esta no es una despedida, cuando todo esto termine, ambos podrán estar juntos- Los dos nos sonrojamos por aquello y desviamos un poco nuestros rostros, sentí un mano sobre mi cabeza, era Edward, quien la acariciaba con delicadeza, esto era algo que no veía venir.

-Espera por mí, Eileen, regresare pronto-

Y sin nada más que agregar, él y Scar se fueron de ahí, lleve ambas manos a mi pecho, sintiendo como mi corazón latía a mil por hora. Agite fuertemente mi cabeza y di pequeños golpes en mis mejillas con ambas manos, este no era momento para ponerse así, tenía que pensar en la batalla con mi "abuelo" y en recuperar el cuerpo de Al y a Ion, así que decidí dar media vuelta y seguir a Mei y los demás, pero antes de eso, vi por ultima vez aquella salida por donde se había ido Ed, quizás nadie escucharía esto y posiblemente era la primera y ultima vez que lo decía, pero tenía que hacerlo... quería hacerlo. Solté un pequeño suspiro para después sonreír ampliamente.

-Siempre esperare por ti, porque yo te amo, Edward Elric... y lo haré hasta el ultimo minuto de mi vida-

Full Metal Alchemist (Edward y Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora