Harry despertó por el ruido que estaba realizando una lechuza en su ventana. Con pereza se levantó, cogió la carta, la puso sobre su escritorio y se dirigió al baño para asearce, sin percatarse que la lechuza todavía no se marchaba. Una vez salió del baño bajo a desayunar.
Terminó de desayunar y volvió a su cuarto para leer la carta, la cual decía
Querido Harry:
Si te parece bien, iré a buscarte el próximo viernes a las once en punto de la noche, si estás de acuerdo, agradecería tu ayuda para un asunto que espero poder resolver. Te lo explicaré con más detalle cuando te vea.
Por favor, envíame una respuesta con está misma lechuza, hasta el próximo viernes.Atentamente
Albus Dumbledore.Harry respondió a la carta con una afirmativa y fue a avisarle a su padre. Juntos pensaron que esa era la oportunidad para que Ron pueda volver y entrar a Hogwarts sin sospechas, Ginny no volvería. Ella, junto a los gemelos y Percy, se quedarían en una de las Mansiones Nott junto a sus padres, y seguirían "Secuestrados".
Ron acepto y Harry le entregó un anillo para que Dumbledore no pueda administrarle más hechizos ni pociones compulsivas.
..
El viernes llegó y Harry se encontraba en la sala esperando a Dumbledore, quien llegó unos minutos después.
Harry lo saludo cortésmente, notando que su mano derecha estaba oscura y parecía enferma.- Ten la varita preparada Harry- advirtió Dumbledore, y Harry obedeció.- Todavía no has aprobado el examen de apariciones ¿Verdad?
- No. Creí que para presentar ese examen tendría que tener diecisiete años.
- Así es. De modo que tendrás que sujetarte con fuerza a mi brazo. El izquierdo, como ya habrás notado el derecho está un poco frágil. - Harry se agarró del antebrazo que le ofrecía- Muy bien, allá vamos.
Harry sintió ganas de vomitar, nunca le había pasado eso cuando se aparecía, seguro que Dumbledore lo a hecho apropocito, pensó.
- ¿Te encuentras bien?- pregunto Dumbledore- Lleva tiempo acostumbrarse a esta sensación.
- Estoy bien- respondió Harry no muy convencido de la preocupación de Dumbledore.
Luego de un rato caminado Harry hablo.
-Profesor... ¿Dónde estamos?
- Este, Harry, es el hermoso pueblo de Budleigh Babberton.
- ¿Y que hacemos aquí?
- ¡Ah, si, claro! Todavía no te lo he explicado. Verás ya he perdido la cuenta de las veces que he dicho esto en los últimos años, pero resulta que de nuevo hay un puesto vacante en el profesorado. Hemos venido aquí para convencer a un viejo colega mío, que ya se ha jubilado, para que regrese a Hogwarts.
Llegaron a una casita de piedra rodeada por un jardín y se quedaron viendola, la puerta de la casa colgaba de las bisagras.
- Saca tu varita y sigueme- ordenó Dumbledore en voz baja y se adentraron en la casa.
Una vez en la sala pudieron ver que está estaba toda destrozada y en las paredes había manchas de lo que parecía ser sangre. Harry empezó a revisar la casa en busca de alguna persona, pero lo único que encontró fueron los pensamientos de... un sillón.
"Otra vez Dumbledore, ¿Cundo me dejará en paz? ya me retiré, por qué no se lo pude meter en su vieja y arrugada cabeza... jajaja vieja y arrugada cabeza"
Harry estaba extrañado por los pensamientos de ese sillón, no mentiría, también se le hizo gracioso. Dumbledore, quien parece estuvo diciendo unas palabras que Harry no escuchó, hincó la punta de la varita en el sillón, el cual dio un grito y a Dumbledore se le dibujo una sonrisa imperceptible.
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No Todo Es Lo Que Parece
FanfictionHarry después de su cuarto año decide ir a Gringotts donde descubre verdades sobre su herencia y decide cambiar las cosas y apoyar a su mayor enemigo. El universo y los personajes de este fanfic no me pertenecen, pertenecen a J. K. Rowling. Todo s...