La Excéntrica Relación de un Chico Frío © [Completa✔️]

Capítulo 35

Ese fin de semana la pasé muy bien y de maravilla junto a mis padres, el sábado en la mañana había salido con mi padre al centro, recuerdo que ese día me levanté muy temprano y había bajado sin siquiera arreglarme o cepillarme los dientes para limpiar y barrer la casa, lo que me sorprendió fue ver a mi madre limpiándola por mí. Yo era quien limpiaba la casa y ella estaba ahí, barriendo la sala con una escoba mientras tarareaba una canción, en ese momento ella me preguntó que por qué me había levantado temprano.

No le mencioné nada acerca de mis costumbres matutinas en el fin de semana en la casa aunque ella ya lo supiera; acostumbraba a limpiar y luego salir a comprar, aunque también en viceversa. En el centro papá me hacía reír con cada frase o palabra graciosa que decía, era como salir con un amigo que te hacía reír hasta morir. Necesitaba esto, no había reído así con él desde hace mucho; el resto del día consistió en hablar con Bascilini por mensajes, esa noche me quedé despierto hablando con ella hasta casi las doce de la noche, hablábamos de diversas cosas y también me molestaba con mis fotos y yo también recordándole que ella tenía fotos de niña muy graciosas en su perfil de Facebook.

Hoy domingo estaba en casa de Scott jugando Far Cry 3 en su habitación con su Xbox, tenía su Play 2 guardado.

—Hermano, tu papá se ve genial —decía Scott sin despegar su vista del juego, se refería a que mi padre vestía ropa de lujo de Alemania.

—Sí. Me trajo una chaqueta de cuero, varios perfumes.

—Por cierto, ¿dónde está tu madre?

—Tan sólo pasó un día cuando ya se había adentrado en la casa de los Morrison. Ella está ahí por ahora hablando con ellos, deben estar planeando todo para la cena que se acerca.

—¿Y Charlotte? —no esperé que Scott me preguntara por ella, él tiene tiempo sin verla.

—Supongo que está bien, ella apareció aquí el viernes temprano antes de que llegaran mis padres. Dice que no quiere quedarse aburrida en su casa y que vendrá a visitarme o a... salir conmigo.

Scott soltó un gruñido de emoción como una niña.

—Bien hecho, amigo —golpeó levemente mi hombro derecho —. Vas sumando puntos.

—Te equivocas, no vamos a tener citas, son salidas amistosas. Eso no es todo, su madre me invitó a almorzar el día de la cena —Scott le puso pausa al juego mientras jugábamos, centró su atención conmigo ahora.

—¿Es en serio? Oh, viejo, ¿qué has hecho para ya tener la confianza de sus padres? —se rió entre dientes sorprendido.

—Te juro que no lo sé —es la verdad, Paúl ya confiaba en mí y Catza estaba ansiosa por conocerme, les causé buena impresión cuando escucharon mi nombre por primera vez. Pienso que debe ser porque fui la primera persona que entabló una amistad o una relación con su hija después de lo que le pasó en Yellow Land, pero pensé que ellos serían más rudos conmigo y sobreprotectores con su hija, pensé que me pedirían que me alejara de Charlotte. Es algo irónico.

—¿Cómo es su madre? —inquirió Scott con interés.

—Es igual a ella, tiene el mismo cabello, la misma forma de ser pero más sobresaliente, por así decirlo. Es muy cariñosa y... te digo que mi forma de conocerla fue muy inesperado y extraño —Scott volvió a reír sin poder creerlo.

—Es extraño, ¿sabes? Hace casi dos meses me hablabas de ella y te expresabas como eras... ya sabes, indiferente y molesto, diciendo que no era tu amiga y que era un fastidio. Mira hasta dónde llegaste con ella.

—Jamás esperé que me llegara a pasar esto —dije con suavidad mirando el suelo con el mando de la consola entre manos, Scott estaba a mi derecha con los brazos cruzados.