Preludio.

3.7K 309 68
                                    

El olor a humedad inunda sus fosas nasales, ella logra abrir con difícultad los ojos pero debido a que solo hay una antorcha iluminando el lugar; ella no es capaz de ver mucho más allá que sus propias piernas maltrechas, le duele la cabeza, le duelen las piernas, le duelen los brazos; joder incluso respirar le causa molestia.

Sakura intenta moverse pero al hacerlo se da cuenta de que está encadenada de pies y manos, comenzó a alterarse pues no recuerda mucho de lo acontecido anteriormente, hasta donde su mente le permite retroceder es donde ella y Naruto paseaban a las afueras de la aldea, Se estaban besando cerca de un lago, Naruto y ella habían acordado perder aquel día su virginidad y es que después de seis meses como pareja oficial a ellos se les volvía cada vez más dificil resistir al deseo pero como resistir cuando las hormonas las tenían completamente alborotadas, cada roce, cada beso, cada mirada, incluso la cercanía los ponía a mil, deseaban ir más allá de un simple beso, deseaban ir más allá de una simple caricia, Sakura estaba lista para dar el siguiente paso y Naruto estaba dispuesto a cumplir su juramento.

Ese dónde él haría que Sakura se olvidará por completo de Sasuke, ambos ya se habían resignado a que él jamás volvería, no podían luchar contra el hambre de venganza que tenía quien una vez fue su compañero, no podían hacer nada por él más que entrenar, volverse fuertes y esperar a que Sasuke volviera por su propia cuenta en busca de eso que lo había hecho alejarse de la aldea.

Venganza.

Sakura cerro los ojos, busco respuestas, pero no encontró nada, lo último que recordó fue el silbido de una serpiente, una explosión y después nada.

Sakura se sintió sumamente frustrada, recargo su espalda contra la pared, apoyo su cabeza en esta misma, el ruido en su estómago le indico que tenía hambre, tenía la boca seca pues también tenía sed.

¿Cuánto tiempo llevaba cautiva?.

Se cuestionó al tiempo que intentaba concentrar chacra en sus puños pero su intento fue en vano, algo o alguien había sellado su chacra...era casi como si no tuviera.

Eso la alteró, realmente la alteró pues la hizo sentirse indefensa, inútil, una vil molestia.

Deseo gritar por ayuda pero sabía que eso le indicaría a sus captores que ella estaba consiente y no estaba lista para enfrentarlos, no en tal condición.

Sakura se esforzó para ver más allá de sus piernas y la orilla de la colchoneta sucia dónde se encontraba sentaba pero no lograba ver nada más...solo una pequeña rendija un par de metros adelante de ella, tal vez la puerta.

Tibias lágrimas comenzaron decender por sus mejillas, odiaba admitirlo pero estaba asustada, aterrada.

Y entonces pensó en Naruto, tal vez a él también lo habían raptado, seguro él estaba cerca y sin duda juntos podrían salir de aquel lugar.

—Nuevamente tengo que esperar a que me rescaten, todos mis años de duro entrenamiento con Lady Tsunade para nada.— dijo en un débil susurro.

Sakura se acomodo sobre su trasero, dobló las piernas y se abrazo a estás, escondió su cara entre sus rodillas y se permitió sollozar un poco.

Después de un largo tiempo en esa posición ella sintió ganas de orinar pero no podía moverse a ningún sitio, mordió su labio inferior con fuerza tratando de contener las ganas pero fue imposible, ella termino orinandoce en el mismo lugar donde estaba sentada y seguramente tendría que dormir.

El estómago volvió a reclamar alimento, pensó en gritar para terminar de una vez que aquella tortura mental pero antes de que pidiera siquiera abrir la boca la puerta de abrió.

Sakura cubrió su rostro después de que aquella persona que entró encendió la luz, espero un par de segundos antes de atreverse a mirar a su captor.

Tuvo que parpadear un par de veces para acostumbrar la vista y cuando por fin logro ver de quién se trataba ella deseo la muerte antes de pasar otro segundo bajo el mismo techo que él.

—Sa...Sasuke.

......

Puccalovelin

Pues vamo a darle, si les gusta esta historia compartan con sus amikas y síganme para más contenido.

EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora