9. Una explicación

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«Las mentiras, siempre, de alguna manera u otra, SIEMPRE salen a la luz. La sensación de desconfianza me abruma. Pero es aún peor el saber que entregué mi confianza completa, y que él me la devolvió hecha pedacitos. Duele demasiado. Y me hace pensar, ¿volveré a confiar de nuevo? Me hace preguntar, ¿cuánto de todo lo que dijo es mentira?»

Rosie me acaricia el cabello y me hace mimos en el cuero cabelludo para relajarme. Estamos en su habitación, yo recostando la cabeza sobre sus piernas estiradas, y ella mirando alguna película de amor que aumenta todavía más mis ganas de llorar.

Tomo otra servilleta y me sueno la nariz. Siento lágrimas nuevas recorrer mi rostro y me encargo de quitarlas.

—Estoy cansada de llorar —aviso, levantándome para sentarme en modo indio sobre la cama—. Creo que ya terminé.

—Me alegra escuchar eso —la pelirroja estira sus piernas soltando un suspiro de alivio. Me hace reír—. ¿Qué vas a hacer mañana cuando lo veas?

Me encojo de hombros. ¿Hace falta que termine el instituto si o si estos próximos años?

—No lo sé.

—Creo que deberías escuchar su versión.

—¿Qué puede explicarme de eso, Rosie? —escupo, enojada—. Dime, ¿qué piensas tú que podría llegar a haber sido que no sea una maldita infidelidad? Me compadezco de mí, pero mierda, ¡con ella estaban cumpliendo seis meses de novios!

La dejo meditar su respuesta, pero no tarda mucho en encogerse de hombros y darme una mirada apenada.

No encuentro explicación coherente que pueda salvar nuestra relación. Y juro que la busqué.

No dice más nada, así que busco mi celular sobre la mesa de luz y lo prendo. Tuve que apagarlo anoche porque no dejaba de sonar y como me quedé a dormir en casa de Rosie, no quería que se despertara debido a mis problemas.

Apenas se enciende se llena de notificaciones de llamadas perdidas. Obviamente son de Mark y son por lo menos unas 35 llamadas perdidas que hizo entre las 3 y las 8 de la madrugada. Hay otras dos de Isaac, pero él sabía que estaba en buenas manos con Rosalíe. Además de eso, tengo varios mensajes del rubio.

»¡Por favor déjame explicarte esto!

»Juro que no es lo que piensas.

»Sé que se ve horrible, pero te prometo que no lo es

»Lo juro por la garrita, Pandora L

»Dame una sola oportunidad para explicártelo, y no te vas a arrepentir...

»Estoy fuera de tu csa... Pero no sé si no estás o es que solo no quieres atenderme...

Dejo de leerlos, porque así iguales hay varios más. Sólo los ignoro.

—No dejó de llamarme —le cuento a la pelirroja, que deja su celular para darme atención—. ¿Qué crees que deba hacer?

—Habla con él, Pandy, pero cuando estés lista. —aconseja, dándome un apretón en el hombro.

Le sonrío como única respuesta.

Mi corazón duele. Todavía no puedo entender por qué Mark me hizo esto. Parecía que le gustaba estar conmigo, parecía que... que sentía cosas por mí. Finge muy bien. ¡Demasiado!

Lo veo ponerse en línea y no tarda ni un segundo en escribirme.

»Panda?

»Hablemos por favor amor :(

El diario de PandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora