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Mateo.

-Dale boludo- me queje y tiré el joystick al sillón.

-Sos un verga- respondió Dani entre carcajadas.

Lo miré serio y crucé mis brazos.

-No juego más- dije ya harto de perder.

-Pésimo servicio- habló el imbécil que tengo de mejor amigo.

Guardamos la play y nos tiramos en el sillón.

-¿Y Greta?- preguntó sin dejar de mirar su celular.

-Que se yo, en mi bolsillo no está- respondí.

-Y no sé, con ustedes nunca se sabe- me miro y comenzó a reír. Le pegué en la nuca. -Hey eso fue con bronca- se quejó.

-Por pelotudo- dije.

La puerta se abrió y ahí apareció ella, con diez bolsas en cada brazo.

Con Daniel nos miramos y pusimos los ojos en blanco.

-Hola- saludó.

-Buenas- respondimos al mismo tiempo.

Caminó en dirección a la habitación y Dani habló.

-¿No me compraste nada?- preguntó haciendo puchero.

Lo miré con el ceño fruncido.

-No, a vos no- respondió ella con una pequeña risa.

-Anda a cagar- se quejó él y volvió a acostarse.

-Tomá- miré a Greta, quien tenía una bolsa y me la estaba dando a mí.

-Yo no te pedí nada- dije. Me daba demasiada vergüenza.

-Pero te estoy haciendo un regalo- habló y me miro con esa sonrisa tan linda que solo ella tiene.

Le sonreí de la misma forma y agarré la bolsa.

-Gracias-

-De nada-

-Bue, a él le traes alta bolsa de nike y a mi ni un caramelo, forra- reprochó Dani.

-Si te traje algo a vos, pelotudo- respondió y le extendió otra bolsa.

Cuando abrí el regalo de Greta, era una campera y un buzo nike de color azul.

Me paré y la abracé.

-Gracias- volví a decir.

-Wacho mira esto- habló entusiasmado Dani.

Lo miré y tenía unas Jordan.

-Gracias cara de verga- volvió a hablar para después abrazar a su hermanastra.

-Bueno, ahora quiero que hoy me dejen la habitación para mi sola- pidió con una sonrisa.

-¿Que?- preguntó Daniel.

-Que hoy necesito la habitación- respondió.

-Yo que pensé que los regalos eran porque sos buena persona- dije.

-Si, pero es que hoy en serio necesito que duerman no sé, acá- señalo el sillón y con Dani nos miramos.

-¿Para que la necesitas?- preguntó él sentándose nuevamente.

-Para algo- respondió con una pequeña risa.

-¿Vas a traer un pibe?- escuché eso y sentí algo raro dentro mío.

-Daniel, no te importa- volvió a reír y se fue en dirección a la pieza.

-¡Aca no quiero a ningún tincho!- gritó mi amigo. Pero Greta cerró la puerta. -Bueno, pintó sillón hoy-

Greta iba a traer un wacho.

-Eh le podemos caer a Mauro- habló agarrando su celular.

¿En que momento Greta empezó a estar con alguien?

-O le podemos caer a Manu- volvió a hablar.

Seguro el pibe es un pelotudo.

-Che Mateo, la concha de la lora- me empujó un poco y lo miré. -Te estoy hablando cornudo- habló enojado.

-Perdón- dije mirándolo atento. -¿Que decías?-

-Que le podemos caer a Mauro o a Manuel- repitió.

-No, nos quedamos acá- respondí.

-¿Eh?- fruncio el ceño y me miro.

-Que nos quedamos acá- volví a decir.

-¿Pero vos estas del orto?- preguntó extrañado. -Yo no voy a dormir en el sillón-

No respondí. No me iba a ir.

-Ah ya sé que te pasa- habló después de un rato y comenzó a reír. Frunci el ceño y lo miré. -Le querés cagar el garche- dijo divertido.

-¿Sabes quien es el pibe?- pregunté.

-No- respondió. -Pero estas celoso- volvió a reír y suspire.

-Ni ahí- dije asqueado.

-Y yo me chupo el dedo- no me dejó responder, ya que se paró y caminó hasta el baño.

No estoy para nada celoso.

Me paré y fui a la habitación.

Entré y me acosté en mi cama, ya que ahora había una cucheta y la cama de Greta.

Todo estaba lleno de bolsas.

-¿Que te compraste?- pregunte mirándola.

-Ropa y maquillaje- respondió sonriendo sin mostrar los dientes.

-¿Más ropa y más maquillaje?- dije y rió.

-Obvio- respondió y reímos juntos.

Nos miramos un rato largo, sin decir nada. Hasta que entró Daniel y cagó todo.

-Bueno, una cosa te voy a decir- dijo señalando a Greta y ella rió. -¿Quien es el pibe?-

-¿Pero por qué?- preguntó.

-Porque si Greta, queremos saber- dijo en un tono de obviedad.

-Es un amigo- respondió girando los ojos.

Otra vez esa sensación invadió mi cuerpo.

-¿Como se llama?- fue lo único que salió de mi boca. Y la risa de Daniel no tardó en aparecer.

-Lucas- respondió sin más.

-Tiene nombre de boludo y que no la pone- reí por el comentario de Dani.

-No te pregunté- respondió ella.

-¿Y a que viene?- pregunté mirándola serio.

-A qué les importa- cruzó sus brazos y levantó una ceja.

-Te estamos cuidando- asentí dándole la razón a Dani.

-Yo sé cuidarme solita, no necesito de ningún hombre, gracias- sonrió y con mi amigo nos miramos.

-Yo me voy a lo de una piba, pero Mateo se queda- levanté las cejas con asombro.

-Eh pensé que te quedabas conmigo- reproche.

-Cosas que pasan- levantó sus hombros y subió a su cama.

-Hagan lo que quieran, pero Lu viene a las once- habló Greta.

Daniel puso la mitad de su cuerpo fuera de la cama, para poder mirarme.

-Ay Lu- dijo en un tono afeminado y comenzamos a reír.

-Me tienen harta- respondió también riendo.

Lucas hijo de puta.

Opuestos \\ TRUENO🌩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora