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Greta.

Eran las 14:26 de la tarde y Mateo no quería levantarse.

-Mateo, tengo hambre, por favor- pedí como por decimoctava vez.

-Ya sabes que poder comer- respondió divertido y lo miré sería. -Si tenes hambre, busca en la cocina Greta, no me voy a levantar- habló cerrando otra vez sus ojos.

-Mateo, es tu casa- dije cruzando mis brazos.

-¿Y? Con confianza, no hay nadie- habló.

-Me da vergüenza, por favor te lo pido- suplique, pero no, no se movió.

Suspiré y salí de su habitación. Al llegar a la cocina escuché la voz de Mateo.

-¡Fijate en el horno si hay pizza!- gritó desde la habitación.

Ay no, que asco.

Abri el horno y si, había.

-¿¡La caliento!?- pregunté también gritando.

-¡No, así no más, hacete esos mates!- escuché como respuesta.

Yo ni loca como eso.

Agarré una olla y puse agua para los fideos.

-¡No sé hacer mates!- grité.

-¿¡Qué!?- gritó. Y reí.

-¡Veni a hacer vos pelotudo, no soy tu esclava!- respondí.

-¡Calenta agua en la pava, poné yerba en el mate y traelo para acá!- rode los ojos y puse la pava con agua.

En cuanto los fideos se cocinaron, llevé la pizza y el mate. Volví a buscar mis fideos y la pava.

-Oh wacho que rico- habló sentándose en la cama.

-Ésta está rica- respondí.

Daniel de mierda que me pega sus palabras.

-Ni me quiero imaginar lo que está esa- respondió y reímos.

-Sos un asco- dije mientras negaba con la cabeza.

-Vos empezaste- levantó sus hombros y tomó del mate. -¿Queres?- preguntó.

-Que asco- respondí frunciendo el ceño.

-Te la voy a embocar- respondió y reí.

-No entiendo que le ven de rico, es un yuyo con agua caliente- dije y él abrió sus ojos y llevó su mano al pecho, haciéndose el ofendido.

-Te va a terminar gustando- dijo mordiendo un pedazo de pizza. -¿Dormiste bien?- preguntó con la boca llena.

¿Acaso quiere que yo lo mate?

-Dios, Mateo come bien- dije asqueada y largó una carcajada. -Si, dormí súper bien- respondí su pregunta.

-Bueno, mejor- sonrió y también lo hice.

Terminamos de comer y obligue a Mateo para que lave todo.

-Mirá- dijo agarrando una especie de pianito. Frunci el ceño. -Te voy a cantar una canción- avisó y reí.

Saqué mi celular para grabar y él paró.

-No Greta- dijo riendo. -Vídeo no- pidió y volví a reír.

-Bueno, vídeo no- dije y comenzó a cantar otra vez. Saqué la foto en el momento justo en el que comenzó a reír.

Que pibe realmente hermoso

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Que pibe realmente hermoso.

Subí la historia y se lanzó sobre mí, dando besos en toda mi cara.

-Mateo- me queje riendo.

-Sos hermosa- habló mientras besaba mi cuello.

-Si, dale- respondí. Levantó su cabeza y me miró.

-Sos hermosa Greta- repitió mirándome a los ojos.

Mi corazón comenzó a latir mucho más rápido, no podria explicar que fue lo que sentí, pero fue algo lindo y nunca me había pasado.

Sonrió y dejó un pequeño beso en mi frente, para después salir de arriba mío y sentarse a mi lado.

Me paré y subí encima de él, me agarró del culo y cortó la poca distancia que había entre nosotros.

-Sos hermoso Mateo- hablé acariciando su cara, sin dejar de ver esos ojitos marrones.

Él miraba atento, como si quisiera decir algo y no se animaba.

No pude aguantar más y lo besé. Era un beso lento, de esos que no queres que terminen porque en serio los disfrutas. Nuestros labios encajaban a la perfección y los moviamos de la misma manera. Me moví un poco, sintiendo su erección y mordió mi labio.

-Greta- habló casi en un susurro, su respiración estaba agitada.

-Callate- pedí y volví a besarlo. Comencé a moverme un poco más y el beso se puso mucho más intenso.

Bajé una de mis manos, tocando su miembro por encima de su pantalón y jadeo.

-No tenes que hacerlo si no quer- no dejé que terminara y hablé.

-Si, quiero- respondí segura y asintió. Volvió a juntar nuestros labios.

Me paré y me arrodillé frente a él, bajé su pantalón y después su bóxer.

Bueno, hasta su pija es re linda.

Apoyó sus manos en la cama y se tiró un poco hacia atrás.

Garré su miembro con mi mano y comencé a moverla de arriba abajo, sin dejar de mirarlo. Cerró fuerte sus ojos.

-Greta- pidió mordiendo su labio inferior y sonreí.

Lo metí en mi boca y comencé a chuparlo. Él gimio y agarró mi pelo.

Volví a mirarlo, sin dejar de hacer lo mío y también me miró, volvió a gemir y empecé a moverme más rápido. Hasta que acabó y trague su semen.

Agarró mi cara y sonrió. También lo hice.

Me paré y agarró mi cintura, tirándome a la cama, empezó a besar mi cuello.

Metió una de sus manos bajo mi remera, apretando levemente uno de mis pechos y tiré suavemente de su pelo.

Comenzó a sacarla y el celular sonó.

La concha bien de la lora re puta.

Miré a Mateo y éste apretó su mandíbula, maldijo en voz alta y agarró su celular.

-¿Que?- atendió enojado y reí. -Chau- cortó y frunci el ceño.

-¿Paso algo?- pregunté sentandome en la cama.

Suspiro y habló. -Mi viejo, que ahora viene- dijo, seguía enojado. Volví a reír.

-Bueno, me voy- dije poniéndome de pie.

-La puta madre- se quejó.

-No pasa nada- dije divertida y levantó una ceja. -Igual ya perdiste tu oportunidad- levanté los hombros.

-Me mato- respondió y lo besé.

-Que bonito que sos- dije agarrando sus cachetes.

-Pendeja hermosa- respondió y sonreí. -Te acompaño- dijo y asenti.

Salimos de su casa y llegamos enseguida.

-Bueno, mañana te veo- habló agarrando mi cintura.

-Bueno- respondí tocando su pelo.

-Chau Greta- se despidió dejando un beso en mis labios -Me encantó lo de hoy- susurró en mi oído. Sentí como me puse completamente roja.

Largó una carcajada y se dio vuelta, dejándome tonta.

No me puede estar pasando esto a mí.




















Otro más porque si. Igual, cual de todos los capítulos es más poronga, no?

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