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—¿Que tal vas con eso?

—Supongo que bien

—¿Supones?

—Es que bueno, es la cárcel, no puedo hacer mucho

—Confió en ti, espero y lo hagas viendo

—Lo haré lo mejor que pueda

Después de aquello termino con la llamada, poco a poco se volvía difícil llevar acabo aquel trabajo.

Por su parte Gustabo despertó a mitad de la noche todo fue gracias a sus ganas de ir al baño, que había una taza de baño en la celda, pero seria incomodo si alguno de sus compañeros despertaba y el olor seria una mierda, sin mas se acerco a los barrotes y grito para llamar la atención de algún funcionario.

Uno se acerco, y solo maldijo al verlo, ¿tanta suerte debía tener?, era quien antes le había amenazado en dos ocasiones.

—¿Que quieres?

—Ya nada

—Ahora me vas a explicar el porque de tus putos gritos, imbécil 

—No, no 

—¿Quieres que tus amigos también se lleven unos?

—Por mi mata a todos

—Pero que pasaría si yo no dispare, que pasaría si uno de los presos compro un arma, porque si, se sabe que mueven diferentes artículos, ¿cuanto seria de condena?, te pudrirías aquí o quizá te matarían, ya sabes como son los presos

—Joder, queria ir al baño

—Vamos —le lanzo una sonrisa que le causo escalofrios—

Sin mas lo saco de su celda y caminaron hasta llegar a los baños, estos estaban tan solos por el hecho que bueno, era de madrugada y casi nadie va al baño a dicha hora.

Habia acabado de hacer sus necesidades, ya se iba a subir su ropa interior cuando sintió la presencia del hombre mas cerca de el.

La mañana llego, Jonny fue quien primero despertó era de madrugada aun, quizá las 5:30 am, ellos "empezaban" su día a las 7, y vaya susto se llevo al no ver a Gustabo de nuevo, se altero bastante, a pesar de lo que sucedió con la droga y todo eso, no podía dejar que algo le pasara, ya que aquel rubio siempre estuvo para el sin importar que fuera, opto por no despertar a sus amigos, dio gracias cuando vio a uno de los oficiales, era el de la barba, no sabia el porque pero este tenia una especie de amistad con Gustabo, quizá sabría algo.

—¡Oiga oficial! —trataba de no alzar mucho la voz, pero estaba muy alterado como para no  hacerlo—

—¿Que quieres?

—¿Sabe donde esta Gustabo?

—¿Tengo cara de saber?

—Es que no esta y ya antes le había sucedido esto, y cuando lo encuentran esta lleno de golpes 

El oficial no soltó palabra, se fue rápidamente y comenzó a buscar por todos lados, llego al baño y se encontró con una escena bueno, le hizo sentir mal, aquel chico estaba en el piso lleno de golpes como la anterior vez, por radio aviso aquello, comenzaba a ser extraño aquello, tenia demasiadas preguntas, pero sin dudar lo llevo a enfermería, donde se encontró con una doctora de cabellos rojizos.

Gustabo despertó al rededor de medio día, en esta ocasiona le dolía demasiado todo el cuerpo, a un lado de la camilla donde descansaba estaba parada la directora.

—¿Que te a pasado? —pregunto esta con un tono de preocupación, pero no le importaba el preso, ¡claro que no!, le preocupaba la imagen que aquello podría dar a la cárcel—

—¿Te sientes bien? —esta vez pregunto el de la barba, se le notaba un tanto nervioso y quizá enojado—

No respondió a ninguna pregunta, y claro que no lo haría, sabia que represalias podrían caerle, ¿que mentiría podría decir? para encubrir aquello,porque si decía la verdad, ¿que palabra es mas verdadera? la de un preso que a cometido cosas ilegales o a un funcionario, no quería tener tantos problemas.

Interesante. GrestaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora