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Gustabo sencillamente queria llorar por lo que habia ocurrido, estaba tan nervioso, claro que no llorararia, o bueno, al menos no mientras estuviera en aquella enfermeria, Jonny se quedo a su lado todo el roto, sus demas amigos a pesar de lo que ocurrio le tenian el mismo cariño, pero aquel pelinegro era quiza el mas unido despues de Horacio.

—Es una mierda —decia Jonny—

—Lo se, pero ¿que hago?

—Es algo muy jodido, sales dañado de ambas partes

—¿De que tanto hablan? —suelta el hombre de la barba—

—Oh de los chicos de la carcel —solto el pelinegro y despues recibio un codazo de parte de su mejor amigo—

—Calla joder

—Vaya mierda, ¿no recuerdas nada Gustabo?

—Si lo hiciera ya hubiera dicho algo

—¿De verdad?

—Bueno, yo me retiro de nuevo —dijo Jonny con una sonrisa—

Despues de aquello se quedaron solos el oficial y el preso, no decian, el ambiente no se sentia para nada pesado, todo estaba quiza bastante tranquilo.

—Gustabo, te lo digo otra vez, sea lo que sea que te suceda aqui estare contigo

—¿Porque? 

—No tengo una razon 

—Claro

—Me caes bien, solo eso

—Gracias, supongo —solto un tanto nervioso el rubio—

Los meses se pasaron volando, aunque parecia que una eternidad  para el rubio, lo unico agradable ante aquello era que habia empezado a tener cierta amistad con aquel oficial de la barba, aunque aun seguia con cierta duda en mente, y era del porque lo trataba tan bien.

—¿Diras algo? —solto Jonny porque habia sucedido lo mismo de nuevo—

—No...—dijo el rubio.— Ya te dije el porque no 

—Vamos a la enfermeria 

—Me duele demasiado la cadera

—No me quiero imaginar cuando seas mayor, joder

Greco solo observo aquello, debia investigar que le sucedia, a toda costa sin duda.

Interesante. GrestaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora