Capítulo 4 - Arte

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- Oye Sophie, ¿ese es Paul?
- Ah si, a veces viene a pintar aquí, le encanta. Dice que le va bien tener más vida que en su estudio. Yo digo que es para bajarse el ego  y recordarse de donde viene.
- Pinta muy bien, ¿a qué se dedica? - realmente seguía hipnotizada con los trazos sobre el lienzo, realmente era un artista.
- Pues es pintor, vende sus obras, a veces hace encargos, también controla una galería de arte. - realmente impresionante.
- Vaya, un pintor parisino, que idílico. - reímos ambas ante aquel tópico y como Paul podría ser todo un cliché francés.
- Y bueno, ¿qué planes tienes hoy?

Le expliqué a Sophie que no tenía ningún plan, pero que estos dos días me apetecía hacer turismo en París. Al fin y al cabo solamente había estado dos veces aquí antes de mudarme y solo en una de ellas hice turismo como tal. Es por eso que tenía la sensación de que tenía que aprovechar y visitar más cosas y más tranquilamente. Cuando empezase a trabajar no me podría permitir esto mucho y antes había estado liada con la mudanza, así que tenía que aprovechar. Sin ni siquiera pedirlo Sophie se prestó voluntaria para acompañarme en mis días de turismo. Entonces, mientras nos tomamos un café decidimos qué sitios visitaríamos, más bien Sophie lo hizo.

- Mi francesa y mi española favoritas, ¿qué hacéis? - entonces nos giramos y lo que vimos.... bueno yo no me pude aguantar la risa.
- PAUL ALAIN BOURDEU, ¿QUÉ TE HE DICHO SOBRE ENTRAR A LA CAFETERÍA HASTA LA CABEZA DE PINTURA?
- No seas exagerada Sophie, no estoy tan manchado, ¿o si? - oh si que estaba tan manchado.
- Paul, de arriba abajo , mira - y le enseñé su imagen en el móvil, realmente tenía pintura hasta en la nariz, ¿este chico con qué pintaba?
- Vaya, pues sí que estoy sucio y qué limpia estás tu - y sin darme cuenta, ya tenía la cara manchada de pintura de varios colores que Paul traía en su paleta, lo mataba, pero de repente me dio un ataque de risa, me ahogaba y eso me hacía sentir entre amigos.
- ¡LOS DOS AHORA MISMO AL BAÑO DE ATRÁS A LAVAROS PAR DE CRIATURAS!
Y nos fuimos ambos cabizbajos como dos niños a lavarnos al baño que la familia tenía detrás del local, donde teóricamente se tendría que haber limpiado Paul antes de entrar, además.
- Vaya, ahora resulta que no soy el único manchado, mira tu cara. - me señaló el francés, pero tendría cara.
- No será porque haya entrado yo manchada, definitivamente, no como otros. - Me lavé la cara y me di cuenta que también me había manchado la camisa que llevaba, genial. No es que hubiese ningún drama, solo que no tenía pensado volver a casa en todo el día.
- Joder Olivia lo siento no me he dado cuenta. - Se disculpó rápido Paul, tampoco había problema, ya la pondría a lavar.
- No tranquilo, es solo una mancha, no te preocupes.
- Nono, espera que subo a casa y te bajo una camisa, no tardo - realmente había salido corriendo del baño a por una camisa, yo estaba...
- Olivia me ha dicho Paul que ahora baja. Lo siento, yo es que no tengo nada de ropa aquí hoy. - esa era la voz de Sophie desde fuera del baño. Abrí al puerta y la vi apoyada en una mesa bebiendo café con una risa que intentaba ocultar.
- Oh vaya ¿así que te hace gracia? Pero tranquila que tampoco hacía falta, es solo pintura, no hay problema. - ¿Que prefería ir limpia a hacer turismo? Sí. ¿Que me importaba no hacerlo? Tampoco.
- Tranquila seguro que hacemos un apaño, mira ahí viene.
- Es lo único que creo que te puede servir. - era una camisa blanca que realmente me quedaría grande pero que podría usar perfectamente.
- Espérate creo que sí podemos hacer algo, ahora salgo. - dije a la vez que me encerraba en el baño.Me quité la camisa que llevaba, me puse la de Paul, dejé la parte de abajo abierta y la anudé a la altura de mi cintura. Además, dejé más botones de arriba abiertos por lo que se veía el sujetador. Pintalabios rojo y listo, como si nada.
- Vaya, te queda mejor que a mi. - me miraron ambos de arriba abajo, solamente llevaba una camisa.
- Olivia estás guapísima, no le devuelvas la camisa a Paul - rió Sophie.
- No tenía pensado hacerlo, me la quedo como pago de la que me has manchado.  (La forma de anudarla es esta, imagináoslo con una camisa de chico).

  (La forma de anudarla es esta, imagináoslo con una camisa de chico)

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Después de aquel incidente, Sophie y yo nos fuimos a hacer turismo. Iba cargando con mi cámara analógica e hice fotos de todo lo que veía, también le hice fotos a Sophie de imprevisto igual que ella me hizo alguna foto a mi. Visitamos varios sitios que no eran tan turísticos y que no había visitado en el viaje con mis amigos. Aún así, por insistencia mía, acabamos en la Torre Eiffel, en Trocadero y en Montmartre, clásicos del turismo parisino, pero que me encantaban. Allí realmente me salí de control con las fotos, sobre todo analógicas, no podía esperar a revelarlas.

Junto a Sophie decidimos que se quedaría en mi apartamento a dormir, veríamos unas cuantas películas, haríamos videollamada con mis amigos para presentársela, nos haríamos unas mascarillas y beberíamos vino. La realidad fue que a la mitad de la primera película nos quedamos dormidas, así que ni maratón de películas, ni videollamada, ni mascarillas, ni vino. SEGUÍA SIENDO UNA ANCIANA.
Al día siguiente acompañé a Sophie a la cafetería y allí me tomé un café, además de hacer tiempo para la llamada de mi jefa. Hablé un rato con Alaric, que trabajaba como fotógrafo en una editorial y también conocí a los abuelos de los hermanos. Cuando vi la hora, salí corriendo a mi apartamento. Allí me llamó la directora de la revista para la que trabajaba en Barcelona, hicimos una videollamada y concretamos sobre el reportaje que escribiría, qué tenía que incluir, cuando era la fecha de entrega, posibles fuentes, actos que cubrir, etc. El tema era maravilloso y, sin duda, ya sabía con quien podría hablar de él.
El arte en París: de la calle a las galerías.

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Bonjour mes amours!
Espero que estéis todos bien! Perdonad por la brevedad de este capítulo. No tenía pensado escribir nada, pero al final no he podido evitarlo, aunque algo más corto.
Me apetecía empezar a meter cositas que me gustan como la moda, la fotografía analógica y, como veréis pronto, el periodismo. También ha habido un poquito más de contacto con Paul, aunque ya sabéis que será una relación que se cocinará a fuego lento.
Un abrazo muy grande y espero estar de vuelta mañana.

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