Capítulo 6 - ¿siempre invitas a vino?

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-Déjame ver en mi tan apretada agenda, vaya, parece que justo ahora tengo un hueco. Oh no, está ocupado, tengo que llevar a tomar una cerveza a una amiga española y traerla a mi estudio para hablar de un reportaje. ¿Sabes algo de eso?
- Algo de eso he oído por ahí, sí. - Nos reímos juntos. Después de eso, dejé que Paul me guiará hasta el bar al que quería ir. Ahí nos tomamos una cerveza y estuvimos hablando de nuestro día, de cómo me había ido el trabajo, del evento, la entrevista, trabajar con Alaric, él me contó sobre sus progresos, cómo iba la galería. También hablamos de mi adaptación a París, sus ganas de visitar Barcelona. Sin darnos cuenta se nos hizo tarde y después de eso nos fuimos a su estudio, donde él pintaba la mayor parte del tiempo, por lo menos cuando no salía a hacerlo a la calle.
- Entonces, ¿qué necesitas saber? - me preguntó mientras me servía una copa de vino, no me lo esperaba.
- ¿Y esto? ¿Siempre invitas a vino?- le pregunté mientras cogía la copa de su mano.
- Se trabaja mejor con una copa de vino, ¿no crees? - sí, realmente.
- ¿Así pintas? - le pregunté mientras le ofrecía la copa para brindar.
- A veces, otras con café, otras con agua, siempre con música. ¿Eso va a salir en tú reportaje? - me preguntó dando un sorbo al vino.
-¿Quién de los dos hace las preguntas aquí? - reí al ver el camino que estaba tomando la conversación-
- De acuerdo, periodista, haga sus preguntas. - rió también.
- Bueno, más que preguntas, me gustaría conocer tu historia, quiero que sea humano. ¿Cómo empezaste a pintar? ¿Cómo fue pintar en la calle? Sophie me dijo que lo hacías y por lo que he visto lo sigues haciendo. ¿Cómo se llega a llevar una galería? ¿Cómo se vive el arte en París?

Y así, entre copas de vino, estuvimos hablando por horas, podría escucharle eternamente. Siempre me ha gustado el arte, en cualquiera de sus expresiones: la literatura, la música, la moda, la arquitectura y, evidentemente, la pintura. Y la historia detrás de Paul era más fascinante de lo que pensaba, no solamente me iría bien para el reportaje, también me estaba gustando escucharle. Lo que había conseguido con esfuerzo y trabajando en lo que le gustaba era admirable, además de que poseía un talento innegable, solamente hacía falta mirar alrededor para quedar enamorada de sus obras. Quedamos en que iríamos a la galería un día de estos, cuando ambos pudiésemos, también me dio el teléfono de un par de contactos que me servirían para conseguir más información. Estaba desando ponerme a redactar el reportaje y enviarlo, no me podría haber tocado un tema que me emocionase más ahora mismo.
- Oye Paul ¿y te va bien que venga un día con Alaric para hacer unas fotos? Bueno, espero que él también pueda, que esto es para el otro medio en el que trabajo.
- Si claro, cuando queráis nos ponemos de acuerdo. Cuando lo tengas acabado todo espero ser el primero en leerlo. Bueno, me lo tendrás que leer, mi español no es el mejor.
- Eso está hecho, sobre todo si me invitas a otra botella de estas.
- Lo tendré en cuenta, si quiero pasar otro rato contigo tiene que incluir vino.
- ¡Oh claro que no! - le dije golpeándole el brazo.
- Entonces ¿qué tiene que incluir?
- Bueno compañía y eso lo cumples. - le dije guiñándole el ojo. Miré el reloj y ya eran más de las 3, ¿cómo había pasado así de rápido el tiempo? Mañana me iba a querer morir por la mañana-
- Dios mío que horror, no me había fijado en la hora. ¿Hay algún autobús que pase de noche por aquí? - le pregunté poniéndome de pie.
- Si lo hay, pero es tarde ¿porqué no te quedas aquí y mañana te acerco a tu casa para que te cambies y te acerco al trabajo? - le miré levantando la ceja.
- No quiero molestar Paul, es tarde ya.
- No molestas, además no hemos cenado y llegarás más tarde a casa si te vas ahora, entre que llegas, comes algo, te vas a dormir, etc apenas dormirás.
- Está bien, solo porqué me das de cenar.

Cenamos unos simples bocadillos de queso que preparamos en un momento y nos fuimos a dormir. Me dejó una camiseta suya y nos fuimos a la cama. No tenía problema en eso, siempre dormía con mis amigos, así que no pasaba nada. Al día siguiente, un ruido estridente nos despertó, el timbre. Un Paul demasiado dormido me pidió que abriese yo.
- ¿Olivia?

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Bonjour mes amours!!!

¿Cómo estáis? Espero que bien. Yo he estado estos dos días sin publicar debido a que he vuelto a casa de mi madre unos días y aquí el tiempo pasa sin que me de cuenta. Además, en unos días me vuelvo a Barcelona y me muero de ganas.

Espero que os haya gustado este primer acercamiento más personal de Paul y Olivia. Ya os dije que sería lento, pero muy bonito, creo yo. Además de nada tóxico. ¿Qué opináis?

Un abrazo y, espero, hasta mañana.

PARÍS EN SUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora