Sabrina POV
–¿Debería disculparme por no tardar más tiempo buscándote?–. Me dijo Medusa con una sonrisa listilla que me hizo rodar los ojos.
–Cállate, no tienes vergüenza, interrumpes justo cuando estaba llegando la parte más interesante–.
–Me imagino–. Responde mientras se echa a reír, los dos moteros que la acompañan me ven entre divertidos e impresionados pero no dicen nada mientras me pongo en pie y trato de arreglar lo más que puedo mi atuendo.
El hombre de mi amiga aclara su garganta para llamar su atención y la pelinegra voltea a verlo aún con una sonrisa en sus labios.
–Creo que iré a ver cómo esta Toro y de paso veré a tu padre para resolver asuntos del club, llámame si pasa cualquier cosa– Observo como el mastodonte se inclina para depositar un suave beso en la frente de mi amiga y ternura se arremolina en mi pecho.
Hell se marcha llevándose consigo al pelirrojo que se despide con un gesto de la cabeza dejándonos a solas.
–¿Tienes algo que pueda usar?, mi ropa esta echa un asco–. Le digo haciendo una mueca mientras veo mi atuendo.
–Claro, aún tengo un par de prendas en mi habitación, pero esta en el piso de hasta arriba así que si salimos ahora es muy poco probable que pases desapercibida–.
Lo pienso durante medio minuto mientras veo mis piernas desnudas y a la vista desde poco antes de medio muslo y mis claros pezones duros a través de la fina tela de la playera para terminar encogiéndome de hombros.
–¿Y?, tengo un cuerpo de puta madre, ellos lo saben y yo también. Déjalos soñar con lo que nunca van a tener– Le doy una de mis sonrisas traviesas– Además de que estoy bastante segura que no tengo nada que no hayan visto todavía–.
Medusa sacude su cabeza un poco mientras me hace un gesto para que la que la siga, lo que hago con premura después de recoger mis pertenencias del cuarto.
Y el que avisa no traiciona, efectivamente encontramos a varios moteros en el camino, pero mientras que la rusa recibía saludos cordiales o inclinaciones de cabeza, casi se caían de culo cuando yo entraba en su rango visual me asegure de balancear con feminidad mis caderas mientras echaba mis hombros atrás, ni un poco intimidada por todas las miradas hambrientas que atraía.
Ya había pasado la época donde trataba de esconder mi cuerpo por mis inseguridades, ahora disfrutaba de cada centímetro de mi piel y nunca me sentí más poderosa.
Después de nuestro breve recorrido llegamos al cuarto de Medusa que estaba abierto, pero claro, dudaba que alguien fuera tan estúpido como para invadir la privacidad de la hija del Prez y la mujer del Vice.
Mi amiga se aseguro de cerrar la puerta detrás de nosotras para darnos intimidad, caminó hasta sentarse en la orilla de la cama, quitándose el largo pelo de los ojos.
–Sírvete, tenemos casi la misma talla así que creo que puedes ponerte cualquier cosa–.
–Ajá, si claro, ya quisiera tener yo unas tetas como las tuyas– Dije envidiando la copa talla D de mi amiga contra mi BB. Pero no me hice del rogar y me dirigí al armario para descubrir que escondía en su interior.
Analice su contenido en un santiamén y rápidamente varias cosas llamaron mi atención, mi amiga tenía buenos gustos.
Uuuhhh, ¿Acaso estoy viendo unos pantalones de cuadros con cadenas?, Míos.
–¿Vas a explicarme lo que mis ojos acaban de ver o tengo que preguntar?–.
–¿Qué quieres saber?, creo que es bastante claro, el tipo tenía sus manos por todo mi cuerpo mientras metía su lengua en mi garganta, ¿Qué tengo que explicar acerca de eso?, me haz visto en peores situaciones–.
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Te Reto a Descifrarme
Action-Deja de jugar conmigo brujita, no vaya a ser que te saque el corazón para usarlo en un hechizo en contra tuya-. Me amenazo con voz seria el Ejecutor de los cuervos. -Es una lástima entonces-. Contesté batiendo mis pestañas. -¿Una lástima?, ¿Por qué...