Capitulo 6: Preguntas indiscretas

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Sabrina POV

–Por todo lo que es sagrado en el universo, ¿Quién demonios eres y que estás haciendo aquí? –. Se quejo alguien desde el suelo.

–¿¡Yo!?, ¡Quién eres tú! –. Mi voz sonó cargada de indignación.

Debía de ser una puta broma.

–¿Entonces no piensa decir nada?, ¡Exijo que me digas quién eres si planeas salir de aquí ileso! –.

–Prende la puta luz si quieres averiguarlo­­–.

Un silencio de silencio en el que solamente las respiraciones agitadas se escucharon.

–¿Mini godzilla? –. Fue lo que dije rezando a cualquier dios que me escuchara que esto fuera un producto de mi subconsciente.

Si, debía seguir dormida solo eso puede explicar esta maldita suerte de mierda de este día.

Primero me había puesto mal la alarma causando que levantara tarde, por lo que me quede sin bañarme, maquillarme o desayunar y aun así llegando tarde al bar de Tasha donde debía ayudar con la limpieza y la decoración.

En segundo la persona que debía llegar con las nuevas sillas y mesas me dejo esperando todo el día ya que no me contesto nunca las llamadas. Con todo el estrés me salte la comida ya que todos se salieron a comer mientras yo esperaba al distribuidor.

No tengo una línea telefónica de este país por lo que no les pude pedir que me trajeran algo, haciéndome pasar hambre todo el día. Después tuve que ir a la caverna llena de moteros para buscar a mi amiga que aún no había llegado, mientras la esperaba un borracho me derramo la cerveza encima haciendo que apestara toda.

Con hambre, dolor de cabeza, olor de cerveza, estrés a punto de estallar alguien se apiado de mi alma ofreciéndome un cuarto vacío para descansar en lo que esperaba a mi amiga, fue uno de los gemelos pelirrojos que aún no distinguía, pero no me importo, la idea de una ducha y una cama fue demasiado tentadora para rechazarla.

Así me había quedado dormida con una playera prestada para cubrirme entera ya que el resto de mi ropa, (incluida la ropa interior), estaba sucia. Pero como cereza del pastel, un golpe en mi costado me saco de mi hermoso sueño de belleza sacándome uno de los mayores sustos de mi vida.

Y como la vida me odia un poco últimamente la persona que me había despertado fue nada más ni nada menos que el motero con problemas de personalidad y complejo de superioridad que me tomo rehén toda una tarde y una noche entera.

¿Algo más que quieras que me pase querido destino?

¿No?

Jódete por si acaso.

–¿Bruja? –.

Bueno es que esto ya es el colmo.

– ¡¿A quién llamas bruja tu gran orangután?! –. Exclame indignada y tome la almohada más cercana para lanzarla en dirección del sonido.

Aunque no tenía la menor idea si había dado en el blanco, pero esperaba de todo corazón haber fallado dándole en las bolas.

Si señor.

Unas maldiciones más tarde la luz inundo el cuarto confirmando mis peores temores. Frente a mí no nadie más que la mini replica King Kong.

–¿Qué estás haciendo aquí? – –¿Qué estás haciendo aquí? –.

Si las miradas matasen ambos ya estaríamos hechos cenizas en el suelo.

–No repitas lo que digo, yo soy la que estaba primero así que me respondes–.

Te Reto a DescifrarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora