𝙃𝙚𝙡𝙞𝙪𝙢 ››wong yukhei‹‹

VI

Cinco años antes
➖ Atentado ➖

Su madre aguantó las ganas de llorar mientras abrazaba a su desconsolada hija.

Le habían disparado al señor Kim

Eso era lo único que sabían.

No había tarado mucho tiempo para que sus hermanos llegaran y en cuanto pisaron la casa, no dejaron de abrazar a su madre y a Doyeon quien trataba de aguantar las lágrimas como su madre pero estas salían solas.

—¿Cómo está? ¿Cómo pasó? —Todos hacían las mismas preguntas

—No lo sé, la trasmisión se cortó cuando el disparo sonó —Doyeon no dejaba de temblar.

Había leído que el primer ministro de China había sufrido un atentado y por lo que veía su padre era el siguiente.

Nadie tenía respuesta del estado de su padre, ni en dónde estaba, pero el sonido de las sirenas y las luces rojas y azules iluminaron el jardín. Doyeon corrió hacía la ventana para ver de qué se trataba y gritó agradecida al ver bajar a su padre del auto de un policía

—¡Papá! —Gritó abriendo la puerta aliviada porque se encontrase bien. Este la abrazó con fuerza agradecido de seguir viviendo un día más.

—¡Dios mío! ¿Qué fue lo qué pasó? ¿Estás herido? —Preguntó su madre abrazando con la misma intensidad a su esposo.

—Estoy bien

—Escuchamos un disparo ¿qué pasó?

—Un imbécil disparó desde el público –Admitió —Pero si no fuera por Lucas, quizás yo no estaría vivo —Doyeon frunció su entrecejo y miró sobre el hombre de su padre a su personal de seguridad, estaban todos menos Lucas

—¿Lucas?

El castaño siempre se consideraba un hombre observador y siempre que acompañaba al señor Kim a eventos masivos miraba el rostro de cada persona, de arriba abajo, los examinaba sin perder detalles en su expresión. Yukhei había previsto el ataque alcanzando a llegar al embajador cubriéndolo con su cuerpo antes de que la bala lo atravesara.

—Papá ¿Le dieron a Lucas? —Preguntó sollozante, tratando de ocultar su preocupación.

—Tenía el chaleco hija

—¿Dónde está?

Su padre no volvió a mencionar nada.

El señor Kim había sido evacuado mientras su personal de seguridad se encontraba en un tiroteo en el lugar.

Yukhei se encontraba tras el pódium, su corazón sentía que saldría de su pecho y la adrenalina corrió por su cuerpo mientras sostenía el arma y veía como las balas atravesaban todo a su paso. Suspiraba tranquilo mientras presionaba el gatillo contra los agresores, todo pasaba de forma rápida llevándolo a un recuerdo cercano, lleno de explosiones en medio del desierto, una lluvia de balas avivando el calor, hambriento y con poco agua mientras protegía al menor de la brigada al tener el brazo dislocado.

—Mierda, mierda —Repitió el menor mientras Lucas disparaba tras una duna.

—¡Mierda Winwin ¿dónde está el apoyo aéreo?! –Gritó el castaño al comunicador en su chaleco.

—¡Lucas!— Gritó el menor arrastrándose por la duna, el castaño se acercó a él tocando la cabeza del húmero fuera de su cavidad.

—Dolerá –Le advirtió y el menor asintió mordiendo un pedazo de tela.

Colocó su mano en la parte anterior de sus hombros y en un agresivo movimiento tiró de este para que el brazo volviera a su lugar. El menor gritó adolorido.

—Estarás bien –Se rió provocando que este le siguiera el juego.

"Apoyo aéreo en camino" Ambos alzaron la vista viendo como los aviones tiraban misiles a las camionetas modificadas con metralletas. Yukhei suspiró dejándose caer en la arena dirigiendo su mirada al cielo mucho más aliviado.

—¡Cuidado!— Gritó el menor levantando su arma con el brazo bueno y disparando a un hombre que corría tras Lucas quien apenas desfundaba su arma. El cuerpo sin vida cayó sobre él y este solo se limitó a empujarlo...

Gimió adolorido cuando se quitó el chaleco antibalas y se miraba al espejo, la bala pudo haberle atravesado la columna dejandolo inválido o parapléjico. Suspiró luego de darse cuenta del enorme hematoma que eso le iba ocasionar.

—Lucas —El castaño se giró tomando su camisa

—Señor  Woo

—Tranquilo —Le detuvo en seco. —¿Cómo estás?

—Bien ¿usted? ¿Se siente bien?

—Hubo tres bajas, una de esas fueron de los nuestros —Susurró

—Lo sé— Suspiró. —Tomaremos un avión en treinta minutos a Beijing

—El señor Kim...

—Vendrá con nosotros

—Su familia

— Doyeon se irá a Reino Unido a iniciar su maestría y los varones  volverán a la normalidad —Le aseguró. Yukhei asintió sintiendo una opresión extraña en su pecho pues en cinco años, Doyeon no volvió a saber de Lucas, ni este de ella. 

—Vámonos —Le ordenó a lo que el castaño asintió tomando su camisa.

En ese momento, el señor Woo era el único que  sabía que todo los atentados estaban siendo ordenados por el señor Kim a tal grado de enfurecer a gente muy mala y muy poderosa...