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Su pecho presionaba su caja torácica, no podía respirar con normalidad, sentía su respiración caliente chocar contra su cuello

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Su pecho presionaba su caja torácica, no podía respirar con normalidad, sentía su respiración caliente chocar contra su cuello. Los disparos y los gritos se hicieron más fuertes, más irritantes, era la histeria lo que estaba abundando en ese lugar, algunas lágrimas se derramaban de sus ojos mientras sus manos se aferraban al saco del castaño.

Todo eso había pasado en escasos segundos.

Yukhei se levantó de su cuerpo resguardo a Doyeon tras el pódium que recibía los impactos de bala. Todo su cuerpo protegía a la pelinegra mientras disparaban, "la lluvia platinada" caía sobre ellos y lo único que Yukhei podía hacer era proteger a la pelinegra dándole a entender que no le importaría recibir una bala por ella.
El castaño, aún no se permitía tomar el tiempo de identificar los puntos de disparos, lo único que le preocupaba era mantener a salvo a Doyeon y que esta saliera completamente ilesa.

Las lágrimas de Doyeon fluían por todo su rostro y al igual que Yukhei, su sistema nervioso comenzó activar el sistema de lucha-huida, pero no podía moverse, sus piernas, sus brazos, no respondían, solo se aferraba con miedo a Yukhei.
El castaño presionó el gatillo un par de veces logrando darle a uno de los agresores que se había logrado infiltrar a la conferencia.

Las balas se detuvieron, fueron por unos cuantos segundos, segundos que el castaño aprovechó para llevar a Doyeon dentro del hotel donde se llevaba a cabo la conferencia, a Yukhei no le importaba el señor Kim ni a los hermanos de Doyeon, solo le importaba ella en ese momento.

Las personas corrían, lloraban y gritaban a su alrededor, todo comenzó a tener mucho ruido, ruido que se mezclaba con los disparos y gritos, Doyeon corrió agachando su torso por órdenes de Yukhei
El castaño abrió una puerta de emergencia que al momento de bajar daba al estacionamiento, empujó a Doyeon para que pasara y corriera escaleras abajo.

Su corazón parecía que saldría en cualquier momento de su caja torácica, su respiración se encontraba agitada y las lágrimas nublaban su visión. Reaccionaba por inercia, en su mente no había nada claro, los gritos seguían escuchándose como un eco y antes de que pudiera salir por completo al estacionamiento subterráneo, la detuvo.

𝙃𝙚𝙡𝙞𝙪𝙢 ››wong yukhei‹‹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora