4. De charlas de chicas, expresos y dementores
Cassiopeía estaba asustada. Un fugitivo de Azkaban, desquiciado y mano de derecha de Voldemort; quería matarla. No sólo a ella, también a Harry y eso la tenía bastante aterrada. Estaba mirando el techo de su habitación, escuchando de fondo el jaleo que hacía Percy Weasley por causa de su tonta insignia de Premio Anual-algo que ella realmente creía que era una situación bastante trivial, dadas las circunstancias-, y no paraba de mover muebles y hacer ruido. Cassiopeía se dio la vuelta, se colocó su almohada sobre la cabeza e intentó dormir.
Pero no pudo hacerlo, su cabeza iba a trescientos kilómetros/hora, no podía detenerse; era igual que una maquinaria muggle a la que habían puesto mucho de ese mineral, al que ellos denominaban carbón. Ella había escuchado tantas veces de Sirius Black, aunque los adjetivos calificativos que usaban su abuela Walburga y su tío Reg, no eran para nada amistosos. Los sobrenombres de «traidor a la sangre», «vergüenza del linaje noble y ancestral» y el favorito de su abuela, «afrenta para mí estirpe», todo esto ella lo había escuchado detrás de la puerta, apañada por Kreacher, el anciano elfo doméstico que la tenía como su adoración. Era una de las pocas personas a las que obedecía sin rechistar, junto a Regulus y a su abuela. Así que, no había dudado ni un segundo en ayudarle a espiar a sus parientes. La puerta tenía un hechizo de silencio, pero un poco de magia de elfo y ¡presto!, Cassiopeía pudo escuchar toda la conversación vía red-Flu.
Ese inicio de verano, había ido a ver a su abuela y a su tío, que extrañamente regreso de Rumanía, luego de doce años que estuvo alejado del Londres mágico. Él le había dicho que era porque deseaba pasar más tiempo con ella, pero la mirada escéptica de Severus Snape, su guardián mágico; le dijo que Regulus Black estaba mintiendo. Por eso, había decidido investigar la razón del inesperado regreso de su tío.
Y lo que descubrió, casi la deja catatónica. Aunque, no fue por sus parientes que supo que Sirius Black era parte del árbol genealógico de dicha casa ancestral, sino que fue gracias a realizar investigación por su propia cuenta que pudo descubrir la verdad. Hermione entró a su habitación en ese momento, con Crookshanks en sus brazos, que al sentir el olor de otro gato en la habitación-Nat le había enviado todas sus cosas al Caldero Chorreante, junto a Pelusa y Athena, que estuvieron resentidos con ella durante unos días por causa de su abandono-, se había puesto enseguida a la defensiva. Pelusa y Crookshanks no se soportaban, solían pelearse todo el tiempo sin tregua; salvó si Scabbers, la rata de Ronald Weasley, aparecía. Allí ambos felinos eran los mejores amigos de la vida y se unían para cazar al roedor, provocando que Ronald les estuviera gritando como un poseso. Harry, contrario al cavernícola de Weasley, se había portado de lo más caballeroso con ella y Cassiopeía, parecía estar en las nubes. Si Matt la viera, diría que había dejado salir su parte más Hufflepuff. Y eso se ganaría los reproches de Walter y Alex, que eran muy sensibles con su parte de tejones.-¿Todavía estás despierta?-preguntó Hermione, mientras que Crookshanks le bufaba a Pelusa; que lo ignoraba deliberadamente, lavándose sus partes privadas con su lengua-. Pensé que ya estarías durmiendo para está hora.
-Con el jaleo que está montando Percy por su dichosa insignia de Premio Anual, no he logrado pegar ojo-dijo Cassiopeía, quitándose la almohada de la cabeza-. Creí que ibas a volver con tus padres al Londres muggle.
-Claro que no, te prometí que pasaríamos mi cumpleaños juntas, aunque tú no lo hayas hecho conmigo-dijo Hermione, mirándola seriamente.
-¿Otra vez? Ya te lo he dicho, Herms; Burkes me invitó de sorpresa, nunca pensé que me harían una fiesta de cumpleaños en la mansión, mucho menos que Nat decidiera organizarla-replicó Cassiopeía, sentándose en la cama, para ver mejor a su amiga.
-¿Y lo de ser una animaga ilegal? No, no me lo dijo Harry; fue Lestrange quién me lo dijo y la verdad, aún estoy muy molesta e incrédula. Debes ser más prudente, Cassiopeía; ahora va a venir el Departamento de Regulación de Criaturas Mágicas para pedir tú cabeza...
ESTÁS LEYENDO
Cassiopeia Orwell y el prisionero de Azkaban [LPDMM #03]
Fanfic¿Cómo lograr arruinarle las vacaciones a una chica de trece años y no morir en el intento? Escrito por Sirius Black, ¡a la venta pronto en su librería favorita, Flourish & Blotts! Está bien, tampoco fue tan así; pero que su otro tío -Regulus era ya...