Semanas después, su relación con Taehyung ya era pública y ahora se encontraba en camino hacia la casa de los padres de este sintiéndose completamente nervioso porque, desde que estaba allí solo los había visto una vez y ni siquiera se acercó a hablar con ellos.
—¿Crees que ha sido buena idea traer a Kookie con nosotros?— preguntó Taehyung acariciando al canino que movía su cola de un lado a otro mientras su cabeza se asomaba por la ventana.
—Yo estoy más preocupado por la impresión que le daré a tus padres— murmuró y Taehyung inevitablemente soltó una carcajada avergonzado aún más a Jungkook.
—Vamos, ya los conoces. Te aman— aseguró y Jungkook lo miró con desconfianza por unos breves segundos para después, regresar su mirada al frente. Afortunadamente, ya tenía un auto y no tenía que utilizar taxis.
—Pero...
—No vengas con tus peros, ellos te aman, te lo aseguro. Ellos están emocionados por verte— informó consiguiendo una pequeña sonrisa por parte de su pareja—. He estado hablando con ellos y mi mamá me confesó haber desechado mi celular cuando llegamos a este país— murmuró Taehyung y Jungkook le dió una corta mirada cargada de confusión.
»Me dijo que lo hizo porque quería asegurarse de que tú me amarás y no fueras solo palabras— siguió hablando con un poco de burla y Jungkook inevitablemente soltó una risita aunque, no le agradó del todo aquella noticia.
Gracias a eso no solo él la pasó mal.
—¿Ella no se arrepiente?— le preguntó y Taehyung asintió.
—Ella me dijo que quiso remediar su error cuando me vió devastado pero, no pudo hacerlo ya que, había destruido completamente el celular— agregó y Jungkook suspiró. Bien, aquello era solo parte del pasado por lo que, no se dejaría abrumar por ello y se enfocaría en que ahora se encontraba con Taehyung y le demostraría a la señora Kim que su amor era genuino.
—He estado hablando con Hoseok...— murmuró Jungkook captando la atención de Taehyung—. Dice que vendrá la próxima semana y que quiere que lo recibamos con los brazos abiertos porque planea quedarse con nosotros— informó y Taehyung soltó una pequeña risita y es que, había conocido a Hoseok no hace mucho, en una video llamada que Jungkook había llevado a cabo con él.
Según JungKook le había dicho, Hoseok era como su hermano mayor y lo amaba por lo que, cuando Hoseok les dijo que tenía planeado ir a Los Ángeles JungKook se emocionó mucho.
—Creo que lo hace más por Jungoo— murmuró Taehyung con un puchero y Jungkook soltó una pequeña carcajada estando de acuerdo con él y es que, Hoseok se había encariñado demasiado rápido con el bebé y probablemente la idea de ir a Los Ángeles había tomado fuerza gracias al bebé—. Oh, ya llegamos— susurró Taehyung queriendo hablar solo para él y pudo observar como JungKook empezaba a sudar, haciéndolo reír.
Ambos bajaron para que después Taehyung tomara a Jungoo, quien se encontraba en los asientos traseros y cuando el bebé estuvo en sus brazos se dirigieron hacia la puerta del hermoso y ostentoso hogar siendo seguidos por Kookie quien iba detrás de ellos observando los alrededores con curiosidad.
Taehyung tocó la puerta tres veces y pudo escuchar los rápidos pasos de su madre acercarse a la puerta, sonrió y cuando esta abrió la puerta apreció la manera en la que esta observaba a Jungkook.
—Vaya... Has crecido— dijo la mujer y Jungkook soltó una pequeña risa ya que, aunque JungKook tenía varios títulos era relativamente joven—. Tus facciones se han hecho más marcadas y puedo notar que hay más tatuajes— dijo la mujer observandolo con detalle y aquello hizo reír a Taehyung.
—¿Podemos entrar?— preguntó Taehyung y la mujer sonrió nerviosa haciéndose a un lado para que la familia que era acompañada por un camino pasara y después, cerró la puerta siguiéndolos.
Taehyung arrastró a Jungkook hasta el salón y lo sentó en un un largo sofá en el salón, el alfa lo observó temeroso y el Omega solo sonrió dándole ánimos mientras Jungoo solo veía como su abuela se alejaba a la segunda planta.
—Ya los conoces ¿Por qué estás tan nervioso?— le preguntó y Jungkook se rascó la nuca incómodo buscando una respuesta a la pregunta de Taehyung.
—Porque he marcado a su hijo sin su consentimiento, porque ahora seré su pareja y no sé qué opinen ellos de esto, porque me da miedo que tú familia me llegue a detestar por los errores que cometí en el pasado... — murmuró y Taehyung suspiró viendo a su padre bajar las escaleras de forma tranquila y lenta.
—Por favor, créeme. No te odian y no lo harán— aseguró y Jungkook suspiró viendo al señor Kim, este lucía radiante, lucía lleno de fortaleza y vitalidad. En el pasado, podía notar el cansancio en los ojos de este pero, actualmente no era así por lo que le alegró en demasía ya que, aquello significaba que el hombre ya estaba mejor de salud.
Cuando el hombre estuvo frente a ellos JungKook se quedó pasmado, no sabía que hacer, no sabía si hacer una reverencia o no hacerla porque ahora estaban en Estados Unidos. Aquello lo llevó a casi tener un colapso mientras solo observaba al señor Kim quien, lucía realmente confundido.
Taehyung también lo observó confundido y después largó una carcajada comprendiendo lo que pasaba en la cabeza de Jungkook, aquello llamó la atención del alfa que se avergonzó rápidamente.
—¿Qué ocurre?— preguntó el señor Kim y Taehyung intentó callar sus risas pero, aquello fue casi imposible al recordar la expresión que Jungkook tomó mientras tenía su debate mental.
—Él no sabe si saludarte como se hace en Corea o hacerlo como se hace aquí— dijo y el señor Kim soltó una pequeña carcajada extendiéndole la mano al alfa que observó su palma y luego la estrechó con una pequeña sonrisa.
—Podemos hacerlo como se hace aquí— le dijo y Jungkook soltó una pequeña risa asintiendo mientras se reprendía por ser tan idiota.
Después de aquello, la conversación entre ellos surgió amenamente, ambos se ponían al día con los acontecimientos dados en las vidas contrarias y aquello los llevó a desarrollar una comodidad con el contrario y eso fue algo que complació totalmente a Taehyung quien solo los oía hablar.
De pronto, sintió los brazos de su madre abrazarlo por los hombros y la observó, ella también miraba enternecida como su padre y Jungkook hablaban cómodamente de cualquier cosa.
—Es encantador— le dijo y Taehyung sonrió asintiendo, JungKook claro que lo era. No era un tipo grosero, era bastante respetuoso y gentil, si podía intentaba ayudar a los demás y se había vuelto bastante sensible... Cabía perfectamente en la definición de encantador y también en la de tierno—. Me hace muy feliz que te ame tanto, como para venir a buscarte al otro lado del mundo— murmuró y Taehyung sonrió sintiéndose repentinamente afortunado porque era así, JungKook había viajado a ese país solo por él, solo por cumplir la promesa que le había hecho.
Las cosas entre ellos no eran tan perfectas, podían tener sus altas y bajas pero, se amaban con mucha fuerza y aquello, era lo más importante de todo porque, junto con ese amor, iban a criar a Jungoo, dándole una vida feliz y llena de cariño.
