Cuando su día laboral finalizó Jungkook salió de la tienda con una enorme sonrisa en sus labios mientras pensaba en lo mucho que había avanzado ese día gracias a Namjoon y es que, este prometió enviarle unas cuantas fotografías de Taehyung.
Ante ello claro que estuvo feliz y le agradeció repetidas veces pero, Namjoon le dijo que no era nada y que todo eso no lo hacía por él, sino por Taehyung y Jungkook lo entendió pero, aún así estaba agradecido porque aunque no lo hiciera por él, era algo que también lo beneficiaba.Estando afuera se encontró con Liseth quien estaba parada en el sendero con su celular en mano probablemente esperando un taxi.
—¿No ha venido ninguno?— preguntó Jungkook y Liseth negó sin despegar sus ojos del celular.
—Pero, ya llamé a uno. No tardará en llegar— le dijo y Jungkook suspiró, ya estaba cansado de utilizar taxi. Debía comprarse un auto lo antes posible.
La motocicleta que tenía en Corea la había vendido para tener bastante dinero una vez estuviera en Estados Unidos por lo que, podría seguir guardando ese dinero y después comprarse un auto.
—Hoy estuvo aquí el mayor de los hijos de la familia Kim, ¿Lo conoces?— le preguntó la chica y Jungkook asintió sonriendo levemente.
—Eramos muy buenos amigos cuando él estaba en Corea— le dijo y la chica asintió entendiendo porque antes estaba tan interesado en la familia Kim.
Y cuando Liseth le iba a preguntar algo el taxi llegó pitando frente a ellos y Jungkook se metió en este rápidamente mientras sacaba su celular y le daba la dirección al taxista.
Liseth le dió su dirección una vez Jungkook llegó al conjunto de departamentos y se dirigió a pasos rápidos hacia su departamento donde se encontró con Jimin y Yoongi acostados en el sofá del salón viendo algo en la televisión.
—Tu perro se encuentra durmiendo— le dijo Yoongi señalando la alfombra del salón donde se encontraba el cachorrito durmiendo. Jungkook sonrió ante lo adorable que este era y lanzó su bolso hacia cualquier lugar y se sentó en la alfombra justo al lado del cachorro y sacó su celular revisando si tenía mensajes y era justo así—. ¿No comerás nada?— le preguntó Yoongi y Jungkook asintió viendo con una enorme sonrisa las fotos que Namjoon le había enviado, Taehyung era increíblemente bonito.
—Hemos pedido pizza justo antes que llegaras, deberías comer— aconsejó Jimin y él se levantó dirigiendose a la cocina donde encontró dos cajas de pizza. Sonrió y se dirigió al salón donde puso las dos cajas en una pequeña mesa que había en el centro de este—. Estuvimos esperándote, sales muy tarde— le dijo JiMin y él soltó una risita.
—Hay mucho trabajo, la gente se ha vuelto muy fan de los tatuajes y piercings— dijo Jungkook retirando la chaqueta que llevaba puesta y aquello captó la atención de sus dos invitados—. Incluso van chicos menores de edad acompañados por sus padres a hacerse un piercing o tatuaje— murmuró abriendo las cajas de pizza y sacando dos rebanadas para entregárselas a los chicos acostados en su sofá.
—¿Desde cuándo te haces tatuajes?— le preguntó Yoongi y el miró sus brazos sonriendo.
—Desde que cumplí los 16 años— dijo y ambos sonrieron un poco impresionados por la edad tan temprana—. Los de mis brazos, me los hice el año pasado y los que tengo en mi espalda ya tienen unos dos o tres años aunque, por ahí también hay uno bastante reciente— dijo empezando a comer la pizza y tomar su celular en sus manos sonriendo ante las fotografías.
—¿No duele?— preguntó Yoongi y Jungkook se encogió de hombros.
—Depende— le dijo mientras guardaba las fotografías en su celular. Su bebé lucía muy bonito en esas fotografías, se había hecho más hermoso de lo que ya era antes.
De repente, Jungkook sintió como JiMin se sentaba a su lado y veía lo que él observaba.
—¿Eres fan de Taehyung?— le preguntó y Jungkook lo observó para después asentir—. Yo lo conozco— dijo y Jungkook abrió sus ojos impresionado.
—Él es el mejor amigo de Minie— agregó Yoongi y Jungkook sonrió, entonces desde un inicio tuvo la oportunidad de tener de cerca a Taehyung en cualquier momento.
—Yo era amigo de su hermano y gracias a él lo conocí— empezó a hablar Jungkook apagando su celular—. Solo verlo una vez me hizo estar a sus pies, cada que iba a su hogar solo deseaba querer pasar un buen momento con él e inclusive salimos— dijo con una sonrisa soñadora mientras sentía su corazón latir desmenuradamente.
»Todo momento con él fue maravilloso pero, en eso yo fui un tonto y cuando arreglé las cosas con él faltaba poco para que se marchara de Corea— murmuró tomando otra rebanada de pizza mientras recordaba aquellos lindos sucesos al lado de Taehyung—. En ese momento lo amaba mucho, ahora lo amo más de lo que lo hacía en ese momento y por ello, he venido a este país— finalizó empezando a comerse la rebana de pizza que había tomado.
—Él nos habló de ti— dijo Yoongi y Jungkook lo miró impresionado—. Pero, nunca nos dijo tu nombre. Él realmente está enamorado de ti, aún te ama y creo que verte sería maravilloso para él— siguió hablando Yoongi y Jungkook sonrió sintiendo nuevamente como las lágrimas se acomulaban en sus ojos.
—Él últimamente está muy triste— le dijo JiMin y Jungkook lo observó confundido—. Se la pasa repitiéndose que no pudo cumplir una promesa y eso lo está afectando mucho— dijo y Jungkook entendió.
—Él me prometió volver a Corea y yo le prometí que si él no volvía yo lo buscaría— dijo Jungkook y los dos chicos frente a él sonrieron conmovidos.
—¿Nos tomamos una foto?— preguntó Jimin y Jungkook lo miró impresionado mientras que Yoongi se negó con una sonrisa en sus labios tomando otra rebanada de pizza.
—No— se rehusó Yoongi sentandose al lado de Jimin—. Dentro de poco habrá una fiesta para él, por lo bien que le ha ido en su último contrato— informó Yoongi y Jungkook escuchó atentamente.
—¿Deberíamos llevarlo?— le preguntó Jimin a Yoongi y este asintió.
—Jungkook, te llevaremos con nosotros ese día así que... Necesito que hagas un espacio en tu trabajo— le dijo y Jungkook sonrió emocionado mientras asentía repetidas veces—. Será el sábado, en la noche— dijo y Jungkook largó un suspiro sintiéndose aliviado.
—Ese día estoy completamente libre— dijo y JiMin sonrió mientras se levantaba y se dirigía hacia la cocina y traía un jugo natural junto con varios vasos de cristal.
—Traería el vino pero, mañana debemos trabajar— dijo y Jungkook soltó una risa asintiendo.
El ambiente se transformó en uno de alegría absoluta.
Jungkook tendría la oportunidad de reencontrarse con su bebé prontamente y aquello, era maravilloso, fantástico y lo emocionaba tanto, que esa noche no pudo dormir.