CAPÍTULO 1

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Aquel día, se había encargado de comprar la comida que necesitaría para sobrevivir un mes completo y se permitió conocer los alrededores del lugar en el que viviría. Todo era bastante bonito, habían algunos parques y las calles eran bastante animadas. Siempre habían chicos bromeando o simplemente hablando de cosas irrelevantes.

El ambiente era de cierta manera liberal y podía ver en las calles todo tipo de personas pasearse.

Todos salían sin prejuicios y aquello conmovía su alma.

—¿Eres nuevo por aquí?— escuchó de repente detrás de sí. Dió media vuelta y observó al alfa que le hablaba. Este era mas bajo que él, tenía ojos que lo asemejaban a un gato y sus labios eran delgados.

—Si— respondió y el alfa le sonrió amigablemente haciendolo sentir cómodo con solo aquella acción.

—Yo me mude con mi pareja a este lugar hace unos 6 meses— habló el alfa y Jungkook lo miró con interés fingido. Ciertamente no le importaba lo que estaba pasando en la vida del alfa pero, no por eso iba a ser grosero—. Él quería estar más cerca de su amigo y para su suerte a mí me llegó una oportunidad de trabajo en una empresa importante— siguió y Jungkook sonrió.

—Tu pareja tuvo suerte— le dijo y el alfa frente a él asintió dirigiendo su mirada detrás del alfa y de esa manera ampliar su sonrisa.

—Aunque, yo tuve más suerte al encontrarlo— dijo mirando a Jungkook directamente a los ojos—. ¿Qué te trae por aquí?— le preguntó y Jungkook rascó su nuca incómodo evitando los ojos del chico frente a él.

—Trabajo— respondió así de simple aunque, no era una completa mentira.

—Oh... — exclamó el alfa y Jungkook soltó una risita—. Vale, mi nombre es Yoongi— agregó.

—Soy JungKook — respondió Jungkook sintiéndose repentinamente incómodo y es que, empezó a sentir un aroma bastante dulce a sus espaldas que no era del todo agradable para él.

—Es un gusto Jungkook, después nos veremos— le dijo marchandose y Jungkook asintió siguiendo su camino a su departamento.

Estando dentro de este largó un suspiro y es que, ciertamente estuvo muy incómodo hablando con ese chico y además, estuvo ese molesto aroma. Fue simplemente, un momento que no quería repetir por lo que, esperaba que el chico no volviera a acercarse y si lo hacía, tendría que volver a hablar con él y la sensación de incomodidad no era su favorita entonces... ¿Qué haría?

Aquella pregunta lo hizo bufar y se dirigió al salón donde se tiró en el largo sofá que este poseía, miró el techo y después tomó su celular buscando personas en redes sociales. Sinceramente, estaba buscando las redes sociales de la familia Kim y por ello, cuando encontró la red social de Seokjin y Namjoon se alegró y empezó a seguirlos.

Siguió buscando esperanzado de encontrar la de Taehyung pero, no la encontró. Solo encontraba fotos de este modelando para diferentes empresas. Nada más.

Un último recurso llegó a su mente y decidió escribirle a Seokjin rezándole a la luna que le respondiera porque si no, estaría totalmente solo y perdido en esa búsqueda.

(...)

Para su buena fortuna, no recibió ninguna respuesta y fue completamente ignorado. Aquello lo hizo querer llorar porque sentía que los medios de encontrar a Taehyung iban desapareciendo y no es como que se sienta capaz de preguntarle a cada persona de Los Angeles dónde está situado el hogar de Kim Taehyung.

Suspiró, miró por la ventana notando que ya se estaba haciendo bastante tarde y se dirigió a la cocina donde preparó lo que sería su cena.

Algo no muy pesado ya que, planeó ir a trotar un poco antes de que se haga muy de noche. Y por ello, una vez terminó de comer salió del departamento empezando a trotar, hasta que llegó a las escaleras y decidió bajar por ahí para así ejercitar los músculos de sus piernas.

Cuando por fin llegó a la primera planta salió del conjunto y se dedicó a trotar por los senderos que habían a sus alrededores hasta que se sintió cansado y decidió descansar.

Se sentó en el pasto apoyando su espalda en el tronco de un arbol que había allí.

Un suspiro brotó de sus labios y miró fijamente a la luna que se posa de manera majestuosa en el cielo presumiendo su belleza a todo ser viviente aunque, no todas la apreciaban como se debía pero, él sí por lo que, se dedicó a observarla mientras pensaba en todo lo que había cambiado después de que Taehyung se marchó.

Acaso, «¿Taehyung podría amar a esta nueva persona?» se preguntaba pero, nunca era capaz de responderse a sí mismo ya que, le daba miedo, le daba miedo que cuando se reencontraran y Taehyung notara el cambio en él decidiera alejarse nuevamente.

Gracias a ello, había intentando en varias ocasiones volver a ser el chico de antes pero, se veía incapaz.

—Oh, eres tú de nuevo— una voz repentinamente lo distrajo de sus pensamientos y miró a este dándole su atención—. ¿Qué haces aquí?— le preguntó el chico y Jungkook suspiró nuevamente.

—Estaba descansando— le respondió y recibió una sonrisa de parte de Yoongi—. ¿Y tú?— le preguntó a lo que el alfa  se sentó a su lado dejando unas bolsas de lado.

—Compraba el desayuno de mañana— le dijo y Jungkook sonrió—. ¿En qué pensabas?— le preguntó y Jungkook suspiró regresando su mirada nuevamente al cielo.

—En alguien— respondió simple y escuchó la risita del alfa a su lado.

—También tengo a alguien que me pone así— murmuró y Jungkook lo miró atento, completamente interesado—. Cuando lo conocí, me sentí en un anime. Incluso ví flores de cerezo a su alrededor— empezó a hablar y fue imposible para Jungkook no soltar una risa ante eso.

»Yo era el típico chico callado y malhumorado por lo que, me había prohibido acercarme a ese chico pero, él lo hizo— siguió hablando y Jungkook detuvo sus risas para escuchar atentamente la historia del que empezó a considerar su nuevo amigo—. Él siempre me buscaba y la pasábamos muy unidos en la universidad por lo que, yo fui haciéndome más pasivo e inclusive era meloso y dulce pero... solo con él— siguió hablando el alfa y Jungkook sonrió, lo entendía.

»Yo entendí mis sentimientos por lo que, me confesé y nos hicimos novios—dijo con una sonrisa—. Aunque no fue fácil, ya que mi hermana fue un problema y además de eso, él quiso venirse a este país unos meses después de que lo marcará y... Fue todo un lío pero, ahora somos más felices— finalizó y Jungkook supo que ese tipo era alguien bastante afortunado.

—¿Dónde vivían anteriormente?— preguntó y el chico sonrió tomando su teléfono celular y Jungkook vió como abría su galería y de repente, vió muchas fotos del alfa a su lado con otro chico.

—Vivíamos en Italia— le dijo y Jungkook abrió sus ojos impresionado—. Yo estaba allí para aprender el idioma y él estaba allí porque quería conocer el país— informó y Jungkook asintió viendo como Yoongi les mostraba fotos de ellos dos en ese país. Lucian como una pareja muy feliz.

»¿Quieres hablarme de ese alguien?— le preguntó y Jungkook se rascó la nuca para después regresar su mirada a la luna, notando que esta se encontraba en lo más alto del cielo.

Pensó que no estaría mal contárselo, después de todo él tuvo la confianza de hablarle y contarle su historia con su pareja.

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