Suspiró una vez vió un taxi acercarse, en todo el tiempo en que había estado viendo el restaurante por dentro desde los enormes ventanales que este tenía nunca pudo ver a Taehyung o algún integrante de la familia Kim que él conociera. Habían muchas personas allí pero, ninguna le resultaba conocida por lo que, decidió rendirse y marcharse a su departamento, después de todo, de pallí no había nada que él quisiera ver.
—¿Si sabes que nos pueden confundir con ladrones?— le preguntó Liseth a su lado y él la miró como si estuviera loca y la chica soltó una risita tomando la mano de Jungkook y arrastrándolo hasta el sendero.
Ciertamente, habían estado escondidos cerca del restaurante para ver qué era lo que acontecía adentro pero, Jungkook no vió nada que le gustará y Liseth simplemente estuvo ahí con él acompañándolo aunque, cuando vió que un guardia lo observaba feo decidió que era momento salir de allí.
—¿Por qué nos confundirían con ladrones?— le preguntó Jungkook y la chica enarcó una ceja posando sus dos manos en su cintura. Mirando a Jungkook como si fuera obvio pero, este no comprendió.
—Lucíamos muy sospechosos escondidos detrás de unos arbustos, podrían habernos confundidos con acosadores y demandarnos por invasión a la privacidad— le dijo y Jungkook dedució que esa chica era muy paranoica y que le faltaba divertirse.
—No pienso igual que tú— le dijo estirando su brazo para que así el taxi los atendiera.
—¿En qué estoy equivocada?— le preguntó y Jungkook se metió en el auto observando como la chica hacia lo mismo.
—En todo— respondió y la chica lo miró como si estuviera ofendida pero, Jungkook no le dió atención a ello y le dió su dirección al chófer para poder estar lo más pronto posible en su hogar.
Cuando llegó al conjunto de departamentos le pagó al chófer y se despidió de Liseth quien se despidió de igual manera con una enorme sonrisa en sus labios. La chica era terriblemente encantadora por lo que, cree que se llevaría bien con ella.
De camino a su departamento escuchó varios lamentos que llamaron su atención achicando su corazón, ya imaginaba de quién eran esos lamentos por lo que, se acercó hacia donde provenían esos lamentos encontrándose con una caja en la que había un pequeño cachorro abandonado.
Para él fué difícil observarlo pero, después de observarlo decidió quedarselo. No le haría mal una mascota.
—Tranquilo cachorro, cuando lleguemos a tu nuevo hogar me encargaré de alimentarte y darte el amor que alguien no pudo darte— prometió caminando hacia el elevador que se encontraba dentro de la columna.
Miró a sus alrededores y se metió en el elevador precionando repetidas veces el número de su piso. No quería que el que había abandonado el perrito de repente viniera a arrebatarselo y por ello, se encontraba ansioso de llegar a su departamento.
—¿Qué llevas ahí?— le preguntó Yoongi una vez llegó a su planta. Este miró dentro de la caja observando el lindo cachorro—. ¿Lo has adoptado?— preguntó y el azabache asintió viendo como Yoongi tomaba entre sus manos el lindo animal.
—Creo que es uno de los que crecen mucho— le dijo y Yoongi asintió ya que, el cachorro estaba bastante grande para los meses que aparentaba tener.
—Cuando cumpla más de seis meses encárgate de esterilizarlo y ve hacia un veterinario para que sepas cuando debes ponerle sus vacunas— recomendó el pálido y Jungkook anotó todo mentalmente asintiendo a cada palabra que decía su hyung.
—Gracias por las recomendaciones hyung, no lo olvidaré— le respondió Jungkook sin darse cuenta de que había hablando en coreano y eso confundió a quien estaba frente a él pero, después soltó una risa.
—Está bien, adiós— le dijo metiéndose en el elevador y Jungkook salió de este dirigiéndose hacia su departamento donde dejó al cachorro con la caja en el salón y se dirigió hacia su habitación donde buscó una manta que dobló hasta que quedó como un pequeño cuadro donde dormiría el cachorrito.
La dejó en un rincón del salón y puso al cachorro en la alfombra de la sala dejándole vagar por ahí para después, dirigirse hacia su nevera dónde sirvió un poco de leche en un vaso y la metió en el microondas poniéndola tibia.
Buscó algo con que alimentar al cachorro y solo encontró una jeringa, mañana le tocaría comprarle todo lo necesario al cachorro.
Se dirigió hacia donde estaba el cachorro y lo tomó en una de sus manos para después sentarse en el sofá dónde dejó al cachorrito en sus muslos. Sonrió al ver lo tierno que este era, sus ojitos ya estaban abiertos por lo que, ya estaba entre el mes de haber nacido.
Comprobó si la leche estaba a una buena temperatura y de forma lenta empezó a alimentar al cachorrito que soltaba soniditos de placer.
Mientras lo alimentaba, utilizando a Siri investigó hasta que edad debía darle leche a un perro de raza grande pero, no recibió la respuesta que quería por lo que, mañana debía ir a una veterinaria y comprar todo lo que su nuevo bebé necesitaría para vivir saludable.
(...)
A la mañana siguiente, cuando Jungkook despertó se encontró con un desagradable aroma una vez puso un pie en el salón.
Su bebé había estado defecando en todo el salón por lo que, tuvo que limpiar rápidamente el lugar y encender el aromatizante para así desaparecer el aroma a desechos.
Buscó al cachorrito y lo encontró dormido junto al sofá, sonrió y lo levantó del piso dejándolo en el sofá mientras terminaba de limpiar.
Cuando estuvo hecho dejó al cachorro nuevamente en el piso y salió de su departamento casi corriendo hacia una veterinaria donde con ayuda de la encargada del lugar pudo comprar todo lo que su nueva mascota necesitaría.
Por lo que, llegó a su hogar con una enorme bolsa colgando de su espalda y con todo listo organizó todas las cosas y puso la caja de arena en el baño, los alimentos del bebé en la cocina junto a los platitos en los que comería y bebería agua.
Cuando la hora de volver a su trabajo se acercaba terminó con todo y una pregunta lo abrumó.
«¿Quién cuidaría del bebé mientras él no estaba?»
